Tres marplatenses distinguidos con el premio “Joven Empresario Bonaerense”

Por Alexis Sáez

Tres ingenieros marplatenses recibieron el premio “Joven Empresario Bonaerense” por su destacado desempeño con la empresa “Advenio Software”, nacida en el año 2005 a partir de un proyecto de tesis de graduación en informática de la Ufasta y que hoy se especializa en soluciones para el ámbito marítimo, la seguridad y las comunicaciones, cuyas licencias de sus productos fueron adquiridas por clientes de todo el mundo.

En la cotidianeidad de los estudiantes universitarios está el anhelo de poder transformar sus esfuerzos en proyectos propios. En general las carreras requieren de la realización de una tesis o tesina para poder concluir los estudios y así obtener el título. El objetivo de ese trabajo es generar, a través de la vinculación de los conocimientos obtenidos, un producto o investigación.

En el caso de la empresa “Advenio Software” comandada por los marplatenses Luis Alberto Buffoni, Alejandro Casagrande y Juan Pablo Gerbi “todo empezó como un proyecto de tesis de graduación, por el cual los tres socios que hoy la dirigimos, nos graduamos como ingenieros en informática en Ufasta. En ese proyecto de graduación que nosotros iniciamos en el 2004 y nos llevó 20 meses terminarlo, produjimos un simulador de comunicaciones marítimas para la Escuela Nacional de Pesca de Mar del Plata”, relata Buffoni.

Cuando la mayoría de los estudiantes hace la tesis y la encajona, ellos fueron más perseverantes y decidieron crear una herramienta de capacitación para formar a la gente que va en las embarcaciones de pesca, acerca del uso de equipos de comunicaciones que son esenciales en situaciones de emergencia o de socorro. El objetivo del simulador es que la gente se capacite en tierra, en un ambiente seguro, controlado y económico, en el uso de esos equipos de comunicaciones.

Ese fue el puntapié inicial de “Advenio Software”, empresa que el gobierno de Daniel Scioli junto a la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), decidieron elegir como la ganadora de la V edición del Premio “Joven Empresario Bonaerense”, donde hubo 260 inscriptos y 60 ciudades bonaerenses representadas.

Buffoni nos cuenta que el simulador lo “donamos a la Escuela Nacional de Pesca en el 2005 y al año siguiente se convirtió en un producto comercial. Publicamos nuestra tesis en un sitio web, pusimos una descarga de la demo del simulador que habíamos generado y en febrero del 2006 empezamos a tener consultas de expertos de todo el mundo”.

Es un proyecto enteramente marplatense

“Nosotros llegamos al mercado con un producto innovador en aspectos tecnológicos, por ejemplo el hecho de tener una demo. En el caso de las otras empresas si vos querés ver un simulador, tenés que ir a un lugar donde ellos lo tengan instalado para que te lo muestren y utilizan computadoras muy específicas. Nuestro software en cambio, tecnológicamente funciona en cualquier computadora estándar, cualquiera lo puede instalar y producir”, explica uno de sus creadores.

Su plataforma comercial resultó ser muy novedosa, porque como estos productos tienen costos elevados y la mayoría de las empresas que compiten en el mercado quieren la exclusividad, ellos dan la opción de que se pague por uso, en el cual el cliente alquila o compra horas de simulación para dar su curso, como si fuese una recarga de celular.  Este esquema de pago por uso hace que el simulador pueda estar al alcance de cualquier institución por más pequeña que sea.

Orgulloso de los logros obtenidos por el trío de ingenieros, Buffoni dice que “en el mercado español somos líderes y este esquema nos sirvió para vender licencias en Canadá, Australia, Panamá, Chile y en este momento tenemos comercializadas más de 80 licencias de nuestro simulador en todo el mundo”.

Desde Argentina se pueden generar muchas soluciones

Para los empresarios marplatenses “esta participación en los premios es muy importante porque nos permite difundir nuestro trabajo, contar nuestra experiencia que también puede ser motivadora de otros emprendedores o de estudiantes que estén terminando la carrera, ya que nosotros nacimos de un proyecto”.

“No tenemos dudas que desde Argentina se pueden generar muchas soluciones, lo que muchas veces falta es la conexión entre quien tiene una necesidad y el que puede proveer una solución. Harían falta muchos más proyectos generados por la parte pública, con participación de las universidades y las empresas privada”, resalta Buffoni.

Y por último, deja en claro que “nosotros tratamos de concientizar que desde Argentina se pueden hacer muchas cosas, tecnológicamente y a nivel recursos humanos estamos muy bien formados y lo que muchas veces faltan son proyectos”.