Pulti quiso desalojar al pochoclero de la Peatonal pero no pudo ante la indignación de la gente

21 de Julio de 2012 20:23

Por Redacción 0223

PARA 0223

Tras algunas semanas sin mayores sobresaltos, el pochoclero discapacitado de calle Córdoba y Peatonal San Martín debió enfrentar una vez más a los agentes de Inspección General de Pulti -bajo las órdenes del subsecretario de Control, Adrián Alveolite- desplegaron junto a efectivos de la policía bonaerense un mega operativo con el objetivo de desalojarlo y secuestrarle el carrito. Al observar la situación, casi un centenar de turistas y marplatenses se agolpó en la esquina céntrica para impedir el accionar del personal municipal; hecho que permitió que el vendedor pudiera continuar trabajando. Mario Carballo, el propietario del puesto de pochoclos y garrapiñadas que desde hace más de dos décadas se encuentra ubicado en la esquina de Córdoba y San Martín, debió volver a defender su puesto ante la presencia de grupo de agentes de Inspección General que pretendían desalojarlo del lugar y secuestrarle el carrito. El hecho ocurrió alrededor de las 14 de este viernes, cuando unos cinco inspectores acompañados por personal policial -uniformado y de civil- rodearon el puesto con el que el hombre discapacitado mantiene a sus dos hijos menores de edad y comenzaron a planificar cómo retirarle el generador de energía con el que funciona el carro de aluminio. Tal despliegue generó curiosidad entre los transeúntes que, progresivamente, empezaron a rodear a quienes llevaban adelante el operativo. Y a ellos se sumaron los empleados de la entidad bancaria situada en la otra esquina, quienes ya conocían la historia de Carballo y se ocuparon de difundirla entre los turistas y marplatenses que transitaban por la Peatonal en ese momento. De esta manera, mientras parte del personal a cargo del desalojo discutía con el pochoclero, otro grupo desconectaba el generador que luego cargaron y se llevaron. Pero no pudieron finalizar su tarea: a esa altura, casi un centenar de personas expresaba con aplausos su apoyo al trabajador, circunstancia que impidió que se lo pudieran llevar detenido por no acatar la orden emanada por el subsecretario de Control, Adrián Alveolite. En consecuencia, intimidados por las muchedumbre que gritaba y registraba el episodio con las cámaras fotográficas de sus celulares, los inspectores y la policía se retiraron del lugar, aunque poco después regresaron para reinstalarle el generador; lo cual permitió que Mario pudiera seguir operando su puesto con normalidad. UNA HISTORIA DE NUNCA ACABAR A mediados de mayo, después de estar casi un mes desempleado debido a que la Subsecretaría de Control de la Comuna le había revocado el permiso para explotar su carrito de venta de pochoclos y garrapiñadas en la esquina de Córdoba y San Martín, el vendedor interpuso un recurso de amparo y el juez en lo Contencioso Administrativo, Marcelo Fernández, se expresó a favor del trabajador. No obstante a ello, el hombre que había denunciado que dos empresarios de la Peatonal pretendían erradicarlo porque les “tapaba la visión” de sus comercios, aseguró a este medio que continuaba siendo acosado por los agentes que día por medio lo multaban por ubicarse en esa intersección. Lo ocurrido en las últimas horas es una muestra más de las presiones y agobios con las que convive el trabajador. La diferencia es que, esta vez, la indignación de la gente pudo sobreponerse al atropello de un grupo de empleados que responden a las órdenes arbitrarias de un funcionario municipal.

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