La tormenta perfecta

El granizo tuvo el tamaño de pelotas de tenis y provocó daños millonarios.

30 de Diciembre de 2013 20:45

Por Redacción 0223

PARA 0223

La tarde del domingo 24 de febrero el cielo se cerró por completo y dio lugar a una lluvia torrencial que expulsó de las playas a miles de personas que habían ido a buscar un alivio en medio de las altas temperaturas. Sin embargo, el agua pronto se transformó en granizo y luego, en grandes esferas de hielo que caían incesantemente.

Todo duró apenas 15 minutos pero fue suficiente para que resultaran destruidos autos, ventanas, techos y se produjeran caídas de árboles y postes de alumbrado público. Las zonas más afectadas fueron las del centro y La Perla. En total, cayeron 17 milímetros y hubo ráfagas de viento que alcanzaron los 40 kilómetros por hora.

Una de las escenas más llamativas de aquella jornada la protagonizó el propietario de un auto cero kilómetro que, al percatarse de lo que sucedía, no dudó en tirarse sobre el techo de su vehículo para evitar que las piedras blancas dañaran la pintura.

Los trabajos de limpieza de ramas, reparación de tendidos y las colas de gente en vidrierías y aseguradoras fue una postal permanente a lo largo de la semana siguiente.