Otra vez, un intendente de Pinamar en problemas

La investigación judicial abierta hace poco más de una semana por supuesta trata de personas en Pinamar tuvo un inmediato impacto político con el pedido de interpelación al intendente interino, Hernán Muriale, aprobado ayer por el Concejo Deliberante.

La causa (según publicó el diario La Nación) se basa en la denuncia de un particular a partir de la instalación en playas de al menos dos puestos de expendio de bebidas que no tenían habilitación y en cuyo interior habitaban, en condiciones de hacinamiento, los vendedores ambulantes que habrían sido reclutados con ese fin en distritos del conurbano bonaerense.

A este caso se sumó en las últimas horas la situación de dos jóvenes mujeres que habrían sido convocadas para trabajar en venta ambulante y luego fueron alentadas a ejercer la prostitución. Esta causa y las sospechas sobre responsabilidades por acción y/u omisión de funcionarios municipales vuelve a sacudir al Ejecutivo de esta comuna, que ya el año pasado afrontó un golpe durísimo con la destitución del intendente Blas Altieri, acusado de irregularidades en su gestión.

Cabe recordar que el actual concejal Roberto Porretti, ex intendente de Pinamar, fue destituido en 2008 por pedir dinero para no cerrar una discoteca; y Blas Altieri también ex intendente de Pinamar,  destituido en julio del año pasado por irregularidades en la entrega de viviendas sociales.