Brutal robo contra el titular de la Fiesta del Ternero

El escribano Pedro Abel Ilarregui, presidente de la comisión organizadora de la festividad, vivió horas de zozobra al recibir una golpiza de parte de tres ladrones que saquearon su vivienda.

El frente de la vivienda de avenida Miguens 1550. (Foto ayacuchoaldia.com.ar)

24 de Octubre de 2014 09:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

Domingo de primavera, madrugada de terror. Pedro Abel Ilarregui, que volvió hace poco a ocupar el cargo de presidente de la asociación que organiza cada año la famosa Fiesta del Ternero, pasó 180 minutos de congoja y dolor. Al menos tres ladrones, a cara descubierta, se metieron en su casa, lo despertaron a golpes, lo ataron, le robaron dinero de su propiedad y, por si fuera poco, luego sustrajeron dinero de su oficina, ubicada sobre calle Rivadavia.

En conversación con radio FM `La 95´, Ilarregui contó: “estaba durmiendo después de media noche en mi casa, cuando me despertaron con golpes de puño y me pusieron boca abajo, amenazándome con cuchillos y un arma. Fue muy largo y penoso ese momento. Estoy shockeado. Me ataron a una silla y recién cerca de las 3 de la mañana pude soltarme, salí del baño y desde la puerta principal, que había quedado abierta, le grite a una chica que pasaba para que me ayudará y llamara a la policía”.

Ilarregui tiene las rejas delanteras de su casa con candados, aunque los ladrones igual decidieron entrar por la puerta principal: “No pude verlos, pero creo que eran 3 o 4 por las voces. Eran muy violentos, me dieron varios culatazos en la cabeza y pedían dinero y joyas todo el tiempo” relató el directivo.

En su relato, el escribano detalló: “me lastimaron la cara de los golpes. Me amenazaban de muerte todo el tiempo. Tuve que ir al hospital para que me atendieran ya que a la casa no se podía entrar porque todo quedó revuelto y la policía tenía que hacer su trabajo. Ahora estoy más relajado, y acompañado de mucha gente que es lo que me mantiene en pie. Tengo muy inflamado un ojo, pero no hay lesión, me hice estudios y me dieron bien” aclaró.

La horrible odisea no terminó allí. Después de robar su casa, los ladrones se dirigieron a la escribanía: “Me pidieron todos los pasos a seguir para retirar dinero, fui después y no habían desordenado nada, sólo se llevaron lo que buscaban” comentó.