¿Qué hacemos con la basura electrónica?

Por año se producen toneladas de residuos electrónicos que son trasladado a basurales sin tratamiento previo. Un proyecto de ordenanza busca regular su disposición final.

En la actualidad, la basura electrónica termina en el predio de disposición final de residuos. Foto: archivo 0223

29 de Octubre de 2014 10:56

Por Redacción 0223

PARA 0223

¿Qué se hace con el CPU o la impresora que dejaron de funcionar? ¿Y con el viejo teléfono fijo que terminamos reemplazando por inalámbricos o celulares? En la mayoría de los casos, la respuesta será la misma: se lo saca a la vereda para que alguien se lo lleve.

Lo cierto es que si bien casi siempre alguien le encuentra utilidad a esos elementos que dejamos amontonados al lado del canasto de la basura; en otros casos terminan siendo llevados por los recolectores a pesar de que tienen un alto grado de toxicidad y, sin un correcto tratamiento, provocan severos daños al medio ambiente.

Es por eso que el concejal de la Agrupación Atlántica, Guillermo Sáenz Saralegui, presentó en los últimos días un proyecto de ordenanza que prevé la creación  de un programa municipal  de  recolección  de basura electrónica.

En diálogo con 0223, el edil explicó que la idea es que “se implemente un  sistema ágil de  recolección  de  residuos  electrónicos,  en   forma   diferenciada”. “Se podría armar un cronograma con días y zonas, igual que ocurre con los residuos reciclables y las bolsas verdes”, señaló.

En concreto, el legislador propone que el municipio contrate y articule con una empresa dedicada al tratamiento de este tipo de residuos para que se ocupe de clasificarlos y reciclarlos. De esta forma, los vecinos podrían deshacerse de computadoras,  CPU, monitores, impresoras, routers,  juegos  electrónicos,  cables,  fuentes  y  conectores, teléfonos, centrales telefónicas, decodificadores, celulares, baterías y accesorios de celulares, sin generar perjuicios al medio ambiente.

Para Sáenz Saralegui, es “necesario avanzar cuanto antes” en ese sentodo, sobre todo si se tiene en cuenta que “por año se generan 440 mil toneladas de chatarra y toda es contaminante”. “En el ranking de países que más chatarra producen, Argentina se encuentra tercera, detrás de Brasil y México”, advirtió.

“Hay empresas especializadas en recolección, desguace, reciclado y comercialización de este tipo de residuos que, aparte, son recuperables casi en un cien por ciento”, subrayó más adelante.

El propósito del proyecto de ordenanza –indica el texto de la norma- es informar y concientizar  a  la  población sobre la contaminación que generan estos residuos y evitar que terminen en lugares inapropiados o enterrados en rellenos sanitarios junto a los residuos domiciliarios, que tienen otro tipo de degradación.

También se plantea que la puesta en marcha del programa contemple la realización de convenios con diferentes empresas privadas o  estatales con experiencia en la materia; así como la apertura de un centro de reacondicionamiento de computadoras, que permitiría no sólo la  recuperación  del  material desechado, sino también la generación de fuentes de trabajo. Una vez reparadas, las máquinas serían destinadas a entidades de bien público, escuelas, bibliotecas,  centros comunitarios y organizaciones sociales.

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