A 2 años de la caída que produjo una amputación de piernas, demuelen las garitas

La negligencia y la inoperancia generaron una situación irrisoria en el último par de años en Villa Gesell. Un déficit arquitectónico gravoso invadió la ciudad por varias de sus veredas. La peor parte se la llevó un joven, Ramón Amarilla, quién en la noche del 25 de diciembre de 2012 vio como un refugio para el transporte urbano de pasajeros se le vino encima de su humanidad.

Además de sufrir múltiples fracturas debido al desplome de la estructura, a Ramón le debieron apuntar las dos piernas. La garita se había construido sólo un año atrás. En el transcurso de esos primeros 365 días luego de haber sido inauguradas, otra de las cabinas de colectivos también se cayó. Por ambos terribles sucesos, la comuna mantiene litigios de causas penales en su contra.

En virtud de la deficiencia estructural y la falta de seguridad, el intendente Barrera tomó la decisión de ordenar la demolición de estas paradas de colectivo, “como única forma de garantizar la integridad de los vecinos y visitantes de Villa Gesell”.

Con ese objetivo, el jefe comunal presentó un plan de demolición que comenzó a ejecutarse esta semana, casi dos años después del primer incidente. A través de la Dirección de Obras Públicas, el inicio de los trabajos tuvo lugar sobre la estructura que estaba ubicada en paseo 101 y avenida 16 y posteriormente sobre otro refugio ubicado en diagonal al mencionado en primera instancia.

Nicolás Valdez, Subdirector de Coordinación, explicó que “si bien se estimó demoler una garita por día, en la práctica se podrán demoler dos por jornada”. Respecto a los futuros reemplazos en el servicio, el intendente había anticipado que no estaba decidido aún el nuevo estilo de las futuras cabinas.