Se cumplen tres años del crimen de Gastón Bustamante

Fue asesinado el 21 de noviembre de 2011. Tenía sólo 12 años. Se realizará este viernes una misa en su memoria. Tras sobreseer a Julián Ramón, quien fuera su cuñado, la causa no tiene imputados.

Gastón Bustamante había cumplido 12 años poco antes de ser asesinado.

21 de Noviembre de 2014 12:50

Más allá de estar vinculada a varios atributos positivos, Miramar es una localidad que también ha quedado emparentada con terribles historias de vida. Una de ellas, de las más recientes, tuvo lugar exactamente hace tres años y conmocionó como pocas veces en su historia a la capital del distrito. La historia de Gastón Bustamante, el niño de 12 años asesinado en su casa, causó indignación y tristeza en un grado tal de envergadura, que las repercusiones se desplegaron por todo el país. El pesar continúa hoy y el dolor se tornó irreperable.

Este viernes, en su memoria, los padres del menor, Verónica y Carlos, encabezarán la realización de una misa en la parroquia San Andrés Apostol. Convocada a partir de las 16, intentarán con la unión social y desde la compañía de los presentes, dejar un poco más atrás el dantesco hecho acontecido en el interior de su propia vivienda, ubicada en la calle 27, entre 46 y 48.

Aquel día, Gastón se encontraba solo. Atacado en uno de los dormitorios por un hombre que aparentemente había ingresado con fines de robo, los investigadores creen que tuvo el infortunio de haber reconocido al asesino. Recibió golpes en el cráneo y terminó estrangulado con una media. Por último, el homicida le tapó la cabeza con una almohada. La situación se tornó caótica, hubo una congregación popular y altercados en la vía pública, tanto en la puerta de la comisaría como en el frente del municipio. La gente expresó su ira.

Dos semanas después, Julián Ramón, -novio de Rocío Bustamante, hermana de Gastón-, quedó detenido. Sus huellas fueron detectadas en un televisor que había sido cambiado de lugar por el matador, presuntamente para simular un intento de hurto. El joven había participado, para ese entonces, no solo en el funeral si no también en las marchas que se realizaron en la ciudad para pedir justicia en la causa. Los investigadores sostenían que Ramón podría haber sido el asesino ya que tenía un dato clave: la existencia de dinero en efectivo en la casa, un monto que la familia tenía decidido depositar en un plazo fijo.

En su indagatoria, el imputado explicó que había tocado ese televisor el día previo al crimen, cuando justamente la familia celebró el último cumpleaños del niño. Para la fiscalía, las pruebas dactilares eran compatibles con el traslado del aparato que hizo el homicida. El caso se volvió aún más traumático. Los padres de Gastón acusaban a Ramón. Su propia hija, lo defendía.

Mientras Julián pasaba los primeros y únicos tres meses en prisión, la hipótesis comenzaba a perder valor. Un primer estudio de ADN determinó que ninguno de los pelos hallados en el cuerpo del niño pertenecían a Ramón. Todos esos elementos capilares eran de sus familiares: habían quedado sobre el pequeño cuerpo cuando tuvo lugar un intento de auxilio. 

El abogado de Ramón, Alejandro Borawsky, consiguió el arresto domiciliario para su defendido y aseguró que no había elementos que lo vincularan al crimen. El 15 de marzo de 2012, la Sala 2 de la Cámara Penal de Mar del Plata, integrada por Marcelo Riquert y Esteban Viglia, ordenó su liberación por falta de pruebas y así el único detenido que hubo en todo el transcurso de la causa quedó en libertad. Un año después, el fiscal Rodolfo Moure clausuró la investigación y recién siete meses después, la jueza de Garantías Rosa Frende resolvió elevar a juicio la contienda tribunalicia

El camino judicial del caso tuvo más novedades un mes después, en diciembre de 2013, cuando la Cámara de Apelaciones sobreseyó a Ramón. Eso dejó sin efecto el pedido de Rosa Frende y confirmó la postura de Borawsky. En agosto de este 2014, finalmente, la Cámara de Casación confirmó el fallo que dejó a la causa sin acusadosLa decisión de la justicia implicó un nuevo paso atrás en la investigación de Moure, con lo que el Ministerio Público Fiscal ya no pudo apelar la medida.

Según confirmó Borawsky en diálogo con 0223, los que sí interpusieron un nuevo recurso extraordinario fueron el Fiscal de Casación Guillermo Carlos Altube y la letrada María Adelina Martorella, abogada de la familia de Gastón. Lo hicieron ante la Suprema Corte de Justicia provincial, como última alternativa para intentar esclarecer uno de los crimenes más aberrantes de los últimos tiempos. 

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