Zerillo: “Asumimos la posición de abstenernos”

A través de una nota presentada ante el Presidente del Concejo Deliberante, Nicolás Maiorano, el concejal de la UCR, Mario Rodríguez, pidió que el titular de la Dirección General para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos del municipio, José Luis Zerillo, se exprese ante los dichos agraviantes del periodista del diario La Capital de Florencio Aldrey Iglesias, Gerardo Gómez Muñoz, quien tildó de “mogólicos” a ediles de la oposición. Dichas palabras provocaron una lluvia de repudios de distintas entidades y concejales. 

Este viernes, el funcionario de Gustavo Pulti respondió la requisitoria del concejal Rodríguez.  “Desde los fatídicos episodios desatados por Joseph McCarthy, cuya metodología hoy se la identifica como macartismo, no podemos ser inocentes o ingenuos sobre el poder de utilizar los instrumentos que garantizan la libertad de expresión (o como en el caso la defensa de los Derechos Humanos a nivel general), para realizar una utilización tendenciosa o que tienda de alguna forma a condicionar la libertad del medio y/o de los y las periodistas que allí se desempeñan”, afirmó Zerillo.

Además, el titular de la Dirección de DD. HH municipal remarcó que “asumimos la posición de abstenernos como Dirección General para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos de convertirnos en el censor de la libertad de expresión del Partido de General Pueyrredon”. Ante las “disculpas públicas” de Gómez Muñoz, el dirigente de Nuevo Encuentro resolvió dar por finalizada su intervención en este caso. 

Cabe recordar que la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra) le pidió al periodista de Aldrey Iglesias  que se rectifique y le recordaron que “utilizar la palabra ‘mogólico’ o referencias similares a modo de insulto constituye un claro acto de discriminación contra las personas con Síndrome de Down”.

“La palabra mogólico suele usarse para insultar haciendo referencia a la falta de inteligencia de la persona a la cual se dirige. Es decir, sitúa a los individuos en parámetros de normalidad-anormalidad y entiende a la discapacidad intelectual como algo fuera de lo normal, incorrecto u objeto de burla”, puntualizaron desde Asdra.