El niño había hecho un pozo con una profundidad igual a su altura

El menor de 13 años excavó durante horas un orificio de 1,5 metros de ancho. Lo hallaron cubierto por unos 50 centímetros de arena, sentado, con su cabeza boca abajo y sin signos vitales.

El pozo fatal ubicado en la playa lindante al Paseo 110. (Foto minutog.com)

15 de Diciembre de 2014 16:26

Por Redacción 0223

PARA 0223

Las arenas de Villa Gesell cierran un 2014 para el olvido. Luego de lo acontecido a principios de año con las cuatro víctimas de una tormenta eléctrica nefasta, la fatalidad volvió a apoderarse de las playas de una de las localidades turísticas más importantes del país.

Este domingo, jugando desde temprano a metros de la orilla, en un entretenimiento habitual para cualquier otra persona en el mundo, un niño de tan solo 13 años cavó con sus propias manos un pozo que, varias horas después, terminó por sepultarlo. Según señaló el informe preliminar de la autopsia realizada poco tiempo después del tremendo suceso, la muerte se produjo por paro cardio-respiratorio a raíz de asfixia.

El fiscal que entiende en la causa, -caratulada bajoaveriguación de causales de muerte”-, Eduardo Elizarraga, aclaró que “los primeros datos quedarán a referéndum de los resultados de las pericias” pero se animó en paralelo a definir que se está “ante una muerte accidental”.

Pablo Stocco, bombero, fue uno de los primeros en llegar al lugar de la tragedia. Ante la hipótesis más clara, que indica que el pozo en el que el niño se cayó se desmoronó y tapó por completo su cuerpo, indicó que podrían haberle “caído encima hasta unos 100 kilos de arena”. En ese sentido, Stocco aclaró que “ante los cambios en la consistencia de la arena según la profundidad, por más que le hubieron caído menos kilos, igual hubiera quedado aplastado”.

La madre, al advertir que el niño necesitaba ayuda, pidió auxilio y recibió la asistencia de varios presentes en la zona. Una vez que lograron rescatarlo de la arena, guardavidas y bañistas le practicaron reanimación cardio pulmonar hasta el arribo de la ambulancia. Llegados al Hospital Municipal, poco quedaba por hacer.

En diálogo con 0223, María Zuloaga, directora del centro de salud, confirmó que recibieron el cuerpo del menor “a las 14,35 ya sin signos vitales” y que constataron su muerte luego de efectuar un “electrocardiograma”. La profesional confirmó que el fallecimiento se produjo por “asfixia, al cerrarse las vías de ingreso de oxígeno, una situación similar a los casos de inmersión” y descartó las versiones que indicaban que los pulmones tendrían arena en su interior.

Por su parte, Juan Manuel Martínez,  encargado de la seguridad en playas del municipio, le confirmó a 0223 que no hubo ningún tipo de movimiento de arena en la zona ni obras de ninguna clase” y entendió a la fatalidad como una “suma de hechos inéditos”. “Todavía nos intriga no poder saber ¿cuánto tiempo pasó?. La familia me contó que estaba al tanto de lo que el chico venía haciendo, que no fueron muchos minutos, ellos mismos me representaron la situación con una frase: fue una travesura que le costó la vida” detalló el funcionario. En esa línea, confirmó lo que le informaron los guardavidas una vez rescatado el cuerpo del niño: “ya no tenía reacción alguna”.

El niño había llegado a Villa Gesell el sábado, junto a su madre, su hermana mayor y su sobrino desde Glew, localidad situada en Partido de Almirante Brown, ubicado en la zona sur del Gran Buenos Aires. Iban a quedarse una semana, hasta el próximo domingo. Alojados en un hotel céntrico, este 14 de diciembre se dirigieron de inmediato a una de las playas ubicadas a la altura del Paseo 110. Sobre las 14,00 horas, todo les cambió para siempre.