Ave María: la Catedral abrirá para el 12 de diciembre con doble malla de seguridad

El cierre del principal templo católico de Mar del Plata se definió a la fuerza. Lo tuvo que decidir sin más preámbulos el Obispado, luego de que en los últimos días de noviembre se desprendieran varios trozos de mampostería de considerable importancia. El deterioro de los ornamentos no sólo puso en alerta a monseñor Marino, rápidamente tanto el gobierno de la provincia de Buenos Aires como el municipio de General Pueyrredon se pusieron a disposición de la Iglesia y la ayuda estatal no tardó en ponerse en marcha.

Mientras la Asociación Civil Ateos Mar del Plata discrepa con el aporte económico y logístico que a tal efecto harán las áreas gubernamentales, la diócesis de Mar del Plata se reunió con varias autoridades. A San Martín y Mitre, para tener un reunión de campo, llegaron la arquitecta Muriel Figueroa, de la Dirección Provincial de Arquitectura dependiente del Ministerio de Infraestructura bonaerense; el Arquitecto José Luis Castorina, Secretario de Planeamiento Urbano de la Municipalidad de General Pueyrredon; Pablo García, Secretario de Gobierno del municipio y el Arquitecto Roberto Caron y el Ingeniero Rodolfo Justiniano, ambos también representantes de la mencionada Dirección Provincial de Arquitectura.

En diálogo con 0223, Castorina confirmó que “durante la reunión se decidió instalar un nuevo mallado que permita garantizar la seguridad de quienes visitan la Catedral. Justo este mes, ya se sabe, habrá múltiples eventos, por lo que el templo debe estar abierto para el próximo 12 de diciembre”. En esa línea, el funcionario municipal confirmó que el resto de los trabajos “se realizarán probablemente a lo largo de los próximos meses”.

“El informe técnico de la Provincia llegaría en paralelo a la compra y colocación de la malla” especificó el Secretario de Planeamiento, que no supo dar fechas concretas de la finalización global de las obras ante la magnitud de las restauraciones que habrá que realizar. “Hay que armar andamios, porque los trabajos tendrán que hacerse en su mayoría sobre las partes altes de los ventanales, allí hay fisuras, entra agua y por los hierros oxidados es que ocurrieron estos desprendimientos, con lo que también habrá que retirar lo que ya está roto” detalló Castorina.

Tras la reunión con el obispado, en esa línea también se expresó la funcionaria provincial, Muriel Figueroa: “Definimos cuáles serían los pasos para dar una solución definitiva para que el templo vuelva a su estado inicial. Hoy por hoy vamos a reforzar toda la estructura de prevención que hay, para de esa manera poder tomar los datos que necesitamos y poder realizar el proceso legislativo, legal y económico que se requiere para poder llevar a cabo la intervención en el futuro”.

Por su parte, Pablo García, Secretario de Gobierno de General Pueyrredon, confirmó la ayuda financiera que brindará el estado municipal: “ante un acontecimiento de semejante importancia y entendiendo que la Catedral no puede estar cerrada, tenemos que buscar soluciones que tienen que salir de todos los estamentos comprometidos con esto. El intendente Pulti encomendó la participación del municipio con el apoyo económico”.