Marín: "Nos sirvió de experiencia lo que nos pasó en otros clásicos"

Brazos en alto de Fede Marín, el hombre clave en el triunfo de Quilmes que lo adelantó 1 a 0 en los cuartos de final. (Foto: Diego Berrutti)

25 de Abril de 2014 16:06

Si hay algo que se destacó de Quilmes a lo largo de la temporada, es que podía jugar bien o mal, pero que tenía una identidad colectiva por sobre lo individual. Si bien el jugador más destacado, goleador y que más veces se “puso el equipo al hombro” fue Walter Baxley, hombre franquicia y “tricolor”, cuando el extranjero no apareció o tuvo una mala noche, siempre hubo alguien que pusiera la cara por el equipo. En el primer partido de la serie de cuartos de final ante Peñarol, el americano fue una de las figuras (24 puntos), pero todos los flashes se lo llevó Federico Marín, que marcó 26, bajó 13 rebotes y fue decisivo en los momentos calientes de la noche, sacando pecho y llevando al “cervecero” a un triunfo épico en el Polideportivo.

Después de un festejo extenso dentro del campo de juego, los jugadores se fueron al vestuario donde los esperaba Leandro Ramella para la clásica charla post partido. Cortitas y concretas fueron las palabras del entrenador, porque tres minutos después, ya sin público “milrayitas” que se retiró primero, el plantel de Quilmes volvió al parquet y tuvo su festejo íntimo con la gente, que le reconoció la entrega y agradeció que “los jugadores, le van a demostrar, que salen a ganar, quieren salir campeón, que lo llevan adentro, como lo llevo yo”.

Uno de los más efusivos, como siempre, era Federico Marín. El “Pájaro” vive de manera especial estos partidos, en gran parte de los clásicos de la temporada tuvo encontronazos con Martín Leiva y se fue cabizbajo con la derrota. Incluso en el último de la fase regular, no podía jugar por una lesión, pero igual se cambió y estuvo en el banco para sentirse cerca de sus compañeros. La figura de la noche, con una sonrisa que le cruzaba la cara, analizó con 0223 el triunfo, explicó el planteo que se llevó a cabo a la perfección e hizo hincapié en que ya hay que pensar en el sábado.

- ¿Había mejor forma de arrancar esta serie, con una victoria así, de esta manera y ponerse arriba 1 a 0?

- Este partido da mucho para creer. Es una recompensa al sacrificio, al trabajo que hacemos, que hicimos durante todo el año, y el gran trabajo que hizo el cuerpo técnico para motivarnos para hacernos creer que se podía lograr esto, así que me pone muy contento por toda la gente que está atrás de Quilmes y por la gente que merecía una alegría y me parece que llegó en un momento espectacular. Estoy muy feliz por todo lo que sucedió hoy (por el jueves).

- ¿Es especial ser determinante en un partido así, con los condimentos que tuvo, teniendo mucho protagonismo en los momentos calientes?

- La verdad que fue un partido importantísimo, pero hoy me tocó anotar puntos a mí, y otro día le toca a cualquiera del equipo. Siempre hubo una figura diferente, en un equipo humilde, que está predispuesto a que si el compañero tiene que ser protagonista no hay problema en resignar. Para este sabíamos que teníamos que jugar fuerte, y no permitir goles fáciles. A Diego (Romero) le tocó hacer tres foules seguidos y resignó minutos, pero siguió el planteo que teníamos. El que entró (Gallizi) también respetó eso y salieron muchos por faltas. Pero los que entraron dieron la cara para mantener el juego que estaba en un momento muy chivo, nos levantaron una ventaja importante y me pone muy feliz haber cerrado bien el partido.

- A diferencia de otros partidos, esta vez no se desesperaron pese a que le levantaron una ventaja de 20 puntos, pasaron ese aluvión de Peñarol en el tercer cuarto y llevaron al final cerrado que querían.

- Nos sirvió de experiencia lo que había pasado en otros partidos frente a ellos, en el segundo y tercero más que nada, que tuvieron una levantada y después cerramos mal el partido. Esta vez pese a la remontada nos tranquilizamos, bajamos un poco el culo, porque nos estaban penetrando muchísimo y Campazzo nos estaba haciendo mucho daño, y por suerte al final pudimos cerrar bien el partido.

- Es el primer partido de la serie, queda mucho, se festeja como una final pero a partir de ahora ¿hay que mentalizarse el doble para no quedarse con esto y salir igual el sábado?

- Seguro. Si nos conformamos con esto sería un pecado. Demostramos que podemos, más allá que Peñarol es un grandísimo equipo y va a salir a remontar esto, nosotros no queremos aflojar, no nos conformamos y después le vamos a dar hasta que nos dé. Cuando terminemos y veamos hasta acá llegamos, hasta acá seguimos, pero no vamos a dejar de entregar todo. Esa es la pauta que tenemos y la vamos a cumplir hasta el final. Esto sirve mucho para la confianza, para saber que se puede. Hay que estar tranquilo, se ganó sólo un partido, se festeja hasta llegar a casa y ya mañana a dejar atrás este partido y trabajar pensando en el que se viene. Si te quedás festejando este, el sábado ponés la cabeza y nosotros no queremos eso.