Gándara sigue esperando la largada

El Desafío Ruta 40 quedó envuelto en medio del temporal más intenso de los últimos 40 años en la provincia de Neuquén y gran parte del territorio argentino. Las lluvias extremas que azotaron la región, causando el anegamiento de varios sectores de la provincia y el corte de numerosas vías de acceso, afectaron también el normal desarrollo de la competencia y obligaron a una nueva cancelación de una especial, en este caso de la segunda etapa de carrera. El representante marplatense Omar Gándara, aguarda con ansiedad su momento para largar.

El parcial del martes contemplaba el cruce de algunos cauces de agua que crecieron considerablemente producto de las intensas lluvias que cayeron durante toda la madrugada. Si bien el clima mejoró notablemente en las primeras horas de la mañana, los vehículos de seguridad que abrían la ruta de carrera confirmaron que la altura y el caudal de los ríos hacían intransitable gran parte de la etapa. Tras recibir esta información la Dirección de la Carrera decidió, por motivos de seguridad, cancelar el tramo cronometrado del día. Los vehículos dejaron el Bivouac de Bariloche en enlace hacia Zapala, donde llegaron pasado el mediodía.

La mejora en las condiciones climáticas pronosticada por los servicios meteorológicos y la confirmación del estado de los caminos que recorrerá la tercera etapa, alientan a que finalmente  el miércoles, a partir de las 7.45, dará inicio la acción de esta quinta edición del Desafío Ruta 40.

La etapa del miércoles

El tercer compromiso del Desafío Ruta 40 2014 es una especial completamente nueva. El recorrido comienza sobre un terreno que permite acelerar. Faldeos, compresiones y saltos, serán los obstáculos a superar antes de llegar a un sector más trabado a la vera de un ancho río. Luego de cruzarlo, el camino transita por una extraña zona de mucha vegetación, casi selvática, que llevará a los protagonistas hasta un río seco sin huella donde el uso del GPS se convierte en imprescindible para encontrar la salida.

Promediando la etapa, la dificultad comienza a elevarse al al atravesar un camino de mucha complejidad que con el correr de los kilómetros comienza a mejorar.  El sector intermedio es una mezcla de pistas rápidas interrumpidas por faldeos que acompañan el curso de un importante río.

La exigencia de este parcial no cede ni siquiera en el final ya que tras una zona de senderos de montaña con retomes en bajada aparece un salar con vegetación y múltiples huellas que pondrá a prueba a los expertos en navegación.