Campazzo: "No pienso en que pudo ser mi último partido, ni quiero pensarlo"

Con el triunfo de Peñarol sobre Regatas por 95 a 91, el conjunto de Rivero irá a cerrar la serie a Corrientes. De ser así, pudo ser la última función de Campazzo en el Poli. La palabra del base, Gutiérrez y Fisher.

¿La última? Facundo Campazzo encabeza la entrada del equipo, quizá la última de él en el Poli. (Foto: Diego Berrutti)

30 de Mayo de 2014 16:00
Pocos adjetivos quedan para definir a Facundo Campazzo. Todos se han dicho desde el día que asomó como juvenil del plantel de Liga Nacional, se fue ganando el lugar como tercer base primero y detrás de “Tato” Rodríguez después, alternando con el histórico capitán de Peñarol. Cuando un problema cardíaco obligó a decir basta al eterno “8”, el que agarró el mando fue su heredero, el “7”, que otra vez tuvo una noche determinante para dejar al “milrayitas” con triple match points en la Liga Nacional. Cuando abrazó la pelota y escuchó sonar la chicharra con la naranja en sus manos, todos lo miraron a él, porque podría ser su última vez con la camiseta de Peñarol en el Polideportivo.
 
Él prefiere no pensarlo. Dice que ni siquiera se le pasó por la cabeza. Y habrá que creerle. Porque su espíritu ganador, lo hace pensar únicamente en el título colectivo, en la quinta estrella a nivel local para los de Garay y Santiago del Estero, más allá de que seguramente será MVP de las finales si todo termina como se espera y se irá a continuar su carrera a Europa (¿o la NBA?) de la mejor manera. Pero a todos los que estaban en el Polideportivo, la primera imagen que se le vino cuando terminó el partido, es que quizá ya no se lo volverá a ver a ese "chiquito" desfachatado" con la camiseta "milrayitas" por un buen tiempo. Con todos los micrófonos y las cámaras rodeándolo, el base analizó el partido y lo que viene.
 
La arremetida de Regatas en la final que puso a Peñarol contra las cuerdas y los 42 puntos de Paolo Quinteros molestaron, porque llevaron a un final cerrado que no coincidía con las diferencias que se habían dado durante el juego. Respecto a eso, Facundo Campazzo expresó que “sabíamos que estábamos jugando con el riesgo en el final de que nos anoten mucho de afuera, no hay defensa que no se pueda superar. Nos van a marcar puntos por algún lado, pero queremos que sea por donde queremos nosotros. Más allá que Paolo me tiró de ocho metros, después Ricky, por suerte con los libres lo pudimos cerrar”.
 
Campazzo siempre remarca que los puntos tienen que llegar donde ellos quieren. En este partido, el base cree que “por momentos nos salió y por momentos no. Tuvimos algunas lagunas en la que se nos venían, se pusieron a cinco, a cuatro, pero de nuevo le sacamos diez. Eso fue importante, al cachetazo de ellos levantar cabeza. Tenemos que estar tranquilos y saber que en algún momento vamos a defender y atacar para hacerlo sentir”.
 
En las tribunas no se hablaba de otra cosa que pudo ser el último partido de Campazzo ante su gente en el Polideportivo. Humilde, con hambre de más y pensando en el título por sobre su cuestión personal, el base fue contundente: “No pensé en que podía ser mi último partido, ni lo quiero pensar (risas). No está en mi cabeza, el partido más importante de todos es el del lunes y vamos a hacer lo imposible para ganar”.
 
La previa fue distinta. Por el show de luces que se brindó pero, principalmente, por la rotura del aro que hizo que el partido comenzará con más de una hora de retraso, cuando los jugadores ya habían terminado la preparación física y estaban listos para el salto inicial. El arreglo que no llegaba y la posibilidad que se pierda el punto sin jugarlo, no pasó por la cabeza de los hombres de Peñarol o, por lo menos, del cordobés: “son cosas que pasan. No tiene que pasar obviamente, pero por suerte se solucionó. Después estuvo mucho tiempo parado el partido y creo que a los dos equipos nos costó arrancar de nuevo, pero a la hora de jugar estábamos con la adrenalina a mil, la gente también hizo su partido y nos motivaba a nosotros por más. Todo fue un condimento que hizo que juguemos bien”.
 
De cara al lunes, aseguró que “tendríamos que jugar con la desesperación de ellos. Tenemos que ser inteligentes y jugar con eso, pero que a la vez ellos se preocupen por nosotros, estar fuertes de la cabeza y mostrar que queremos ganar el juego”.
 
Por último, hubo un párrafo aparte para lo que se vivió en los primeros dos juegos y el recibimiento caldeado que les espera en Corrientes, encima sin público visitante porque se tomó la determinación que no puedan ir hinchas de Peñarol. “No hace falta ni hablar de que tenemos que pensar sólo en lo que pase adentro de la cancha. Acá los jugadores somos los que tenemos que dar el espectáculo, el show, jugar al básquet y nada más, después que gane el mejor”.
 
Fisher: “No hay sexto juego, vamos a ganar el quinto”
 
- Otra victoria importante, queda sólo un pasito más.
 
- “Estamos muy emocionados ahora y sólo nos falta un pasito más, con un poquito de suerte vamos a sacar otra victoria allá en Corrientes y seremos campeones”.
 
- Dominaron casi todo el partido pero se les complicó al final. Lastimó mucho Paolo Quinteros, pero controlaron bien al resto.
 
- “Después de la primera mitad, el “tulo” (Rivero) nos dijo que no había problemas que Quinteros tome sus tiros, pero que no dejemos que nadie más nos anote. Nos salió bien y estamos muy emocionados, esto es para la gente”.
 
- Esto es una fiesta, la idea es cerrar la serie en Corrientes, pero sino imaginás cómo puede estar la cancha en un sexto punto.
 
- “No va a haber sexto punto, vamos a ganar el quinto y nos vamos a traer el título de Corrientes”