Alemania, ejercicio de aprender siempre

Después del título mundial de los "teutones", la enseñanza más clara que marca es la continuidad de un proyecto, el mantener una línea. Alemania lo hizo y dio sus frutos. Argentina hace mucho no lo hace.

Coronación del proyecto. Joachim Low con una generación dorada alemana, que logró el título para el que tanto trabajó.

15 de Julio de 2014 13:04

Por Redacción 0223

PARA 0223

Por José Luis Ponsico (*)
Especial para 0223
 
Alemania perdió dos guerras en el siglo veinte, tuvieron más de 15 millones de muertos -45 millones, víctimas en Europa- varias divisiones, la ideología, dos Berlín y un Muro casi veinte años. Hoy, lidera la economía europea y el fútbol. Son 75 millones de habitantes, tienen la principal economía del Mercado Común Europeo, en tanto desde las distintas crisis del resto, se ocupan de los “salvatajes” a los países centrales hace tres años.
 
En España hoy más de 100 compañías alemanas, manejan el mercado, según se sabe. El ejercicio del "salvataje" alcanza a otros países. Como Grecia, uno de los más necesitados. En el fútbol, llevan once años con el mismo cuerpo técnico. Primero el exgoleador Jurgen Klinsmann y su alterno Joachim Low. Ellos tomaron la posta que dejó Rudi Voeller, DT en el Mundial Japón-Corea 2002. Juego con poco vuelo.
 
El fútbol aleman, desde su organismo máximo, ratificó a los sucesores tras la caída en el Mundial 06 organizado por la propia Alemania, como ahora Brasil, por segunda vez. Viviendo la frustración. No ganaron la Eurocopa ‘08  ni el Mundial de Sudáfrica 2010. Ciclo dominado por España primero con Luis Aragonés y más tarde Vicente Del Bosque. No obstante, el "foco" puesto en los juveniles le brindó nuevas chances.
 
Igual, los alemanes estuvieron cerca. Sin títulos mundiales desde 1990. Varias veces subcampeón. Finalistas en los mundiales del ’54 en Suiza, ganó en la post guerra. Subcampeón en Inglaterra´66. Campeones en Alemania ‘74, subcampeones en México ‘86, en la gran final con Argentina y la consagración de Diego Maradona, con el planteo táctico de Carlos Bilardo, ya con Franz Beckenbauer como DT.
 
La revancha llegó en Italia ‘90. Ganó Alemania uno a cero con un penal discutido faltando siete minutos por la infracción que "vio" el árbitro Edgardo Codesal. Cuatro minutos más tarde no "vio" otro a Gabriel Calderón.
 
La Argentina futbolera durante casi treinta años padeció debates tácticos, ideológicos y hasta culturales. Fuertes divisiones entre los “menottistas” y “bilardistas”. Líricos y tácticos. Los medios como sostén. Algo que concluye. En el medio, Alfio Basile, vozarrón y pragmatismo, después Marcelo Bielsa, otro estilo, algo más tarde José Néstor Pekerman, hasta llegar al mito de Diego Maradona DT.
 
Una línea y un proyecto por un lado. El que elaboró Alemania. Un camino errático por otro en dos décadas del fútbol argentino, líder en la exportación de futbolistas en veinte años. Alemania desde’09 ganó mundiales con Sub-17 y Sub-19
 
El gran mérito de Alejandro Sabella quizá haya sido hacer las cosas como un alemán en ciclo de casi tres años. Casi si le da. La selección nuestra jugó de igual a igual. Tuvo tres situaciones propicias. Algo poco común en un choque tan parejo. 
 
Entre los recuerdos de un goleador implacable, José Sanfilippo figura una consigna: "En un trámite parejo, el goleador sabe que sólo le quedará una. En el mejor de los casos, dos. No podés fallar", dice el popular "Nene", con 78 años. Goleador histórico de San Lorenzo. Casi 200 goles en seis años en los´50 y 60.
 
Messi, Higuaín y Rodrigo Palacio en ligas europeas en seis años, jugando en Barcelona, campeón; Real Madrid, campeón, Nápoli subcampeón e Inter de Italia -referencia a los tres, en el orden- hicieron más de 400 goles.
 
Los mano a mano con arquero rival es todo lo que el goleador espera. En la consulta con la almohada la noche anterior. Tuvieron los nuestros, tres mano a mano. Uno cada uno. Ellos, aprovecharon muy bien la propia con Mario Gotze, "crack" alemán que "traicionó" al Dortmund pasando al Bayer Munich y estaba en el banco de suplentes. Por eso ganaron en dos horas de partido.
 
El gol alemán llegó en el minuto 116, tiempo suplementario. Ellos, llegaron con menos cansancio. Y Alemania no quería ir a penales. Se supo.  Nada es una línea recta. Alemania ganó un Mundial después de casi un cuarto de siglo.
 
(*) Columnista de la Agencia Télam