Riquelme: "Argentinos nos necesitaba y queremos ayudar"

El máximo ídolo de la historia de Boca, fue presentado en el club que lo vio nacer y dijo que quiere colaborar para “volver a Primera”. Polémica respuesta sobre Carlos Bianchi.

Con la banda. La imagen de Riquelme con la camiseta de Argentinos es la gran noticia del fin de semana.

20 de Julio de 2014 20:45

Por Redacción 0223

PARA 0223

Como siempre que habla, Juan Román Riquelme, deja tela para cortar. Y su presentación como nuevo jugador de Argentinos Juniors, club que lo vio nacer pero no lo pudo disfrutar en Primera División, porque se fue con edad de sexta a Boca Juniors, no podía ser la excepción. Si bien el ambiente no era el indicado para hablar de la salida de su exequipo, el “10” dejó algunas frases en las que se nota que no se fue de la mejor manera, e incluso ante una consulta sobre Carlos Bianchi fue tajante: “De Bianchi no voy a opinar. Y a partir de ahora, el mejor técnico de la Argentina es el que tengo sentado al lado (por el “Bichi” Borghi)”.
 
El polideportivo “Islas Malvinas” de La Paternal se vistió de gala para recibir a tres hijos pródigos de la casa. Además de Riquelme, eran presentados oficialmente Cristian Ledesma y Matías Caruzzo, otros dos ex que volvían para darle una mano al “bicho” en este duro momento deportivo que lo tiene en la Primera B Nacional. Por eso, alrededor de 3500 personas le pusieron color y calor a la conferencia de prensa, aunque eso llevó a que pase de ovaciones y cánticos, a la desprolijidad.
 
Pero más allá de eso, todas las miradas estaban puestas en el “10”. Hace mucho que no habla y su salida de Boca fue uno de los únicos temas futbolísticos que se siguió tratando durante el Mundial y su palabra era muy requerida por el periodismo. Sin embargo, después de una pequeña presentación por parte del presidente Luis Segura y el entrenador Claudio Borghi, Riquelme tomó el micrófono y fue políticamente correcto al “agradecer a toda la gente de Argentinos por este recibimiento que nos brindaron, por tanto cariño. La verdad que no me lo esperaba. Vuelvo después de 18 años y es muy lindo encontrarme con tanta gente que conozco, con muchos que estuvieron al lado mío cuando yo empecé a jugar al fútbol”.
 
A la hora de las preguntas, apenas se mencionó la palabra Boca, el público del “bicho” expresó su descontento e hizo sonar una estruendosa silbatina. Ni hablar, cuando un periodista, en el mismo momento que estaba por preguntar, se enteró que el “Xeneize” había hecho un gol en Uruguay y se lo contó. Los abucheos, insultos y hasta algún intento de agresión no se hicieron esperar, pero todo volvió a la calma con la intervención de Borghi. Escueto y sin expresar demasiado, Riquelme dijo que “"Boca en mi vida va a ser importante y creo que para Boca yo también soy importante. He pensado mucho porque creo que Argentinos necesita que ayudemos. Estoy contento de estar acá y esperamos hacerlo bien". De manera indirecta, como suele hacerlo, tiró una daga a su exclub al afirmar que “si tengo para comer es gracias a Argentinos, que me enseñó a jugar de chiquito”.
 
Consultado directamente sobre la relación con Carlos Bianchi, de quién siempre había dicho que era el mejor director técnico del país y como un padre para él, y por quien había vuelto a Boca luego de irse en el período de Falcioni, Riquelme fue contundente y sorprendió a todos: “De Bianchi no voy a opinar. A partir de ahora, el mejor entrenador de la Argentina está al lado mío”. Si bien su elogio para Borghi es una buena forma de mostrarle su apoyo, sonó rara la forma y el tono con el que se refirió al técnico con el que brilló en Boca.
 
Antes de irse repitió que “gracias a Argentinos tengo para comer”. 100% Riquelme, diciendo y queriendo decir. A su salida de Boca no se refirió y estuvo bien porque no era el lugar indicado. Habrá que ver en la semana si habla en algún medio de por qué tomó la decisión de ir a Argentinos Juniors y no llegó a un acuerdo con la dirigencia encabezada por Daniel Angelici. Muchos hinchas del “xeneize”, adoradores del “10”, aún esperan una explicación, al menos para amortiguar el dolor que significó su partida.

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