Riquelme y el "poder" de Daniel Angelici

Historia de una relación insostenible entre el presidente "Xeneize" y el ídolo más grande de la historia de Boca. Los motivos de la partida de Juan Román Riquelme.

20 de Julio de 2014 13:53

Por Redacción 0223

PARA 0223

Por José Luis Ponsico (*) 

Especial para 0223 Mar del Plata

Todo indica que el presidente de Boca nunca "digirió" el "renunciamiento" de Juan Román Riquelme previo a segunda final de Boca con Corinthians, en San Pablo. Algo que tiene dos años. "Lo fueron llevando a la salida", dicen del lado del "10". Aunque Riquelme se mantuvo en silencio desde el final del torneo ocurrido un mes y medio antes del Mundial de Brasil. Sabiendo, el 30 de junio, como "la hora señalada"

El famoso "bombonerazo", diciembre 2012, cayó como "otra bomba" para el titular del club de la Ribera. Tres días antes Angelici en cena en Puerto Madero y de palabra había arreglado con Julio Falcioni, la renovación. El pueblo xeneize dijo "no".

Angelici a los suyos, se cuenta, les dijo: "Si el partido entre Boca y Godoy Cruz se jugaba en Mendoza, no hubiera ocurrido nada. Tengo cosas que aprender", dijo en medio del impacto por los insultos recibidos en el palco de honor.

La vuelta de Carlos Bianchi a Boca por tercera vez, una como "mánager" en 2010 fortaleció el eje con el cerebral jugador que entre 1998 y 1999 alcanzó gran dimensión en el bicampeón bajo la conducción del "Virrey".

Boca, con la doble vuelta, no ganó títulos como se esperaba. En la semifinal de Copa Libertadores, cayó ante el fuerte equipo de Newell´s que dirigía Gerardo Martino, tras una dramática definición por penales hace un año y tres meses.

Entre lesiones y muchos cambios -se fueron doce jugadores y llegaron otros doce- Boca tuvo un mal torneo en el primer semestre 2013 y mejoró en el otro. Ganó San Lorenzo en "bandera verde" pero el equipo de Bianchi estuvo mejor.

Riquelme en un año y medio jugó el 50% de los partidos. Y Boca obtuvo (Bianchi) la mitad de los puntos en juego. No resolvieron tampoco los dos equipos -idas, vueltas, cambios de todo tipo- vaivenes.

El "10" con sus "pincelazos", fue uno de los pocos que brindó alegría. El golazo contra River de tiro libre -al cabo, no alcanzó-, el "misil" contra Tigre en una noche de mucho frío en Victoria. Algunos pases.

La hinchada boquense lo veneró todo el tiempo. Más, cuando el resto no funcionaba. Juan Sánchez Miño bajó su nivel -igual en toda la temporada tuvo el mayor porcentaje de "pases gol"- y Juan Manuel Martínez tampoco hizo "la diferencia" con su gambeta.

No obstante, el "Tano" Angelici tenía un tema "indigerible": el Poder en Boca no lo ejercía la comisión directiva, pertenecía al celebrado "10" y "enganche";  mimado, asimimo, por buena parte de la prensa

Así, el final sólo lo hubiera modificado Carlos Bianchi con su "poder" propio. Ahora, menguado con relación a la etapa previa al regreso. El "Virrey" desde hace un mes y medio, optó por no presionar

Hasta se puede inferir que "algo se rompió" entre el "10" y el DT que quedó "del lado" de la dirigencia. Por algún motivo, Riquelme se reunió con Claudio Borghi -encuentro, más de dos horas- pensando en Argentinos Júniors y un "romance de barrio".

Boca, en un mes, invirtió nueve millones de dólares en cuatro "refuerzos" (Jonatan Calleri, Gonzalo Castellani, Federico Carrizo y Andrés Chávez), Riquelme firmó por el 35% menos de sus "tironeos" con Angelici.

Nada es una línea recta. Menos en el fútbol "criollo".
    
(*) Columnista de la Agencia Télam.

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