Epílogo de una gris intervención

Serían los últimos días de Machinandiarena en el puerto marplatense. en dos años no volvieron los portacontenedores, los cruceros ni se terminó el dragado.  Lo reemplazaría un bancario. 

11 de Septiembre de 2014 08:31
El decreto 301, firmado por el gobernador Daniel Scioli, prorrogó por última vez la vigencia de la intervención que ejerce Matías Machinandiarena en el Consorcio Portuario de Mar del Plata. El plazo vence el próximo 3 de octubre.
 
El exgerente de Ripsa y administrador del balneario Guillermo asumió hace 23 meses con objetivos urgentes: dragar el puerto, mejorar las prestaciones a la flota pesquera y transformar a la terminal en una plataforma de desarrollo de múltiples actividades anexas.
 
Todo indica que Matías Silvestre Machinandiarena se iría el mes que viene del Consorcio, pero no por los motivos que hicieron circular sus enemigos más cercanos: que lo habían descubierto coqueteando con dirigentes/empresarios allegados a Sergio Massa, en prolongadas sobremesas, bien regadas, en Rumencó.
 
El massismo en el puerto marplatense corre por calles diversas que no parecen ir a ningún lado. Difícil que un hombre cauteloso como Machinandiarena corra semejantes riesgos. “Lo quieren ensuciar para despegarlo de Manino”, confesó un colaborador.

En realidad el Interventor no llegó al cargo por influencia del diputado bonaerense. Fue el Jefe de Gabinete, Alberto Pérez, quien se lo recomendó a Iriart, quien no tenía idea a quien poner en el cargo tras el fallecimiento del ex presidente del Consorcio, Eduardo Pezzati.

Ser un conocedor en el manejo de puertos, está visto, no es una condición indispensable para ocupar el cargo. Pasaron casi dos años y ahora Manino parece haberse preparado para estar a la altura: habría elegido a “Beto” Colombato, un amigo –obvio-, empleado del Banco Provincia en su pago chico, Benito Juárez. Primero un administrador de balnearios y ahora un empleado de banco. La ola naranja sube de nivel en el puerto y amenaza con taparlo todo.
 
Demostrando que no hay cortocircuitos entre Machinandiarena y sus mentores, los amigos del Interventor cuentan que deja el puerto para asumir un cargo directivo de mediano nivel en Afip. Otros, y suena más lógico, advierten que Arba será su próximo destino.
 
Donde sea,  Matías Silvestre se va del puerto dejando asfalto nuevo, luz en los muelles y un plan estratégico a años luz de la realidad que vive hoy el puerto, que no expone sus miserias solo porque la pesca ha reducido su actividad a la mínima expresión. Machinandiarena se va ayuno de logros trascendentes: siquiera firmar la rúbrica del final de obra con la UTE que dragó (emparchó) la boca de acceso a la terminal marítima.
 
Desde que asumió en el cargo hasta que se levanta del sillón principal del Consorcio, la cantidad de buques portacontenedores que ingresaron al puerto es similar a las toneladas que se exportaron desde estas playas: cero. 
 
Para colmo Florencio Randazzo, en su última visita a la ciudad, se descolgó con una declaración inesperada. “Faltan 90 días para terminar con la obra de dragado”, dijo el Ministro cuando desde la empresa adjudicada ya suman 75 días efectivos de trabajo de los 90 previstos originalmente.

Nadie está en condiciones de distinguir el objetivo del Ministro con su testimonio. Si no tiene la más mínima idea de la marcha de la obra o busca erosionar aún más la figura de su subalterno, el Ingeniero Tettamanti, titular de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y pieza fundamental en el operativo dragado.
 
Otros ponen en duda la inmediatez de la salida del Interventor. Creen que el gobernador al menos buscará el decoro de la conclusión de la obra de dragado. Aunque sea que ingrese un portacontenedor a dejar contenedores vacios, algo de humo como para  romper la modorra gris de la intrascendencia.
 
Pero si los dichos de Randazzo son ciertos, el alivio de Machinandiarena por abandonar el puerto llegará sin el premio consuelo de siquiera haber podido terminar la obra prioridad de su gestión.
 
Con el fin de la intervención brota una figura licuada durante este proceso: el directorio asesor de la Presidencia: 10 sillones que deben ocuparse con actores de la actividad pesquera, portuaria, comercial e industrial de la ciudad. Hasta la Municipalidad local y las comunas de la región tienen un cargo reservado.
 
Así como el último Presidente que tuvo el Consorcio sentó a quién quiso en el Directorio y violó los reglamentos para designar a gente amiga o que, en teoría no le acarraría problemas, parece que la historia vuelve a repetirse. “Renovar el fracaso”, dicen en los muelles.
 
Un sillón estaría reservado para Miguel Sánchez, presidente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (Abin) y empleado de SPI Astilleros, la empresa de Tettamanti. Terrena, otra empresa del grupo SPI, logró renovar el permiso de uso de la parcela en el muelle 7, pagando mucho menos de lo que correspondía por no cumplir con su proyecto de inversión ni remover un par de barcos hundidos en las inmediaciones. Algunas cosas en la gestión Machinandiarena marcharon sobre ruedas…

Abin no tiene ni más socios ni más representación que la Cámara de la Industria Naval, la cual ya fue postergada por Pezzati en la composición del último directorio. Pero las influencias dominan la escena una vez más. Ventajas de conseguir empresa dragadora para dragar el puerto.

La estrategia de un Directorio permeable a los intereses y negocios –no olvidar el proyecto de construcción del muelle 8 y 9 en las inmediaciones de los dominios de Terrena,  se completa con la designación de un hombre del Sindicato de Obreros Navales (Saon) en representación de los gremios vinculados con la actividad marítima y pesquera.

El Saon era número puesto para ese sillón que no renovaría el Simape, pero en los últimos días le salió al cruce un competidor de peso. Omar Suárez, secretario General del SOMU, ya mandó un mensaje de que le reserven el lugar. Pondría a Rubén Manno, el delegado de la Seccional local. Hasta dicen que ya se entrevistaron con Alberto Pérez. El Caballo es de saltar “referentes” locales.

Otro que estuvo y es difícil que repita mandato es el Supa, el sindicato de estibadores. Juan Carlos Ferreyra, su exsecretario general, llegó como amigo de la gestión y no dejó caos por desatar. Carlos Mezzamico, el nuevo referente, se anotó en la carrera, avalado por haber calmado a sus monotributistas/afiliados.
 
Desde las huestes de “Manino” tienen otro candidato para reemplazar a  Alberto Rosa, de la Federación de Cooperativas. Se trata de Carlos Sepúlveda, presidente la Cámara de Estibaje y Servicios Afines de la Actividad Portuaria (Cesap), de buenas migas con Daniel Sosa, el asesor del Plan Estratégico.
 
Sepúlveda es visto con recelo por parte del resto de los estibadores. Al punto que el martes pasado un grupo de eventuales del Centro de Contrataciones ocuparon por unas horas las instalaciones del Consorcio, descontentos porque la cooperativa de Sepúlveda no respetaba la designación de eventuales. “Hace lo que quiere porque lo bancan desde adentro”, aseguró un estibador.
 
Emilio Bustamante, otro referente de la estiba desde la Terminal de Contenedores y cercano a “Manino”, buscará repetir mandato. Iría a contra mano del sentido común porque ya fue el representante de los permisionarios del puerto, dejando a un lado a los empresarios reunidos en el Centro Comercial, uno de los sectores que más aporta a las cuentas del Consorcio por el pago de canon.
 
El lugar para las cámaras pesqueras parece garantizado: Fernando Rivera, el presidente de CaIPA, Mariano Retrivi, de la Asociación de Pesca Costera, y Diego García Luchetti, de los armadores de altura, son números puestos. Ya no habrá más tarifazos; beneficios de la intervención.
 
La Cámara de Frigoríficos Exportadores (Cafrexpoort) ya pidió por nota que le reservan un lugar. Suena más lógico que cuenten con un sillón, antes que la Bolsa de Comercio, cuyo representante fue Ricardo Polverino, otro amigo de la anterior gestión.
 
Hay dos lugares reservados para hombres con cargos públicos. Como representante de la Municipalidad, estuvo Carlos Theiler -hombre de Tettamanti- de la Secretaría de Desarrollo Productivo, quien podría repetir su intrascendencia.
 
El otro sillón queda reservado para un representante de los municipios de la región. Tras su pase al massismo no será Patricio Hogan el hombre designado. Una buena para Walter Sivina, pieza clave en las sombras del Consorcio, que ya no tendrá que mandar las actas a Miramar para que las firme, y así salvar el quórum. Eso hizo en las últimas reuniones del anterior Directorio. Porque ante todo, la transparencia.