Cómo trabaja la policía en la búsqueda de una persona

Jonathan Nahuel Benítez (21) fue visto por última vez hace exactamente un mes. El joven, que padece esquizofrenia, salió de su hogar, en la zona de las avenidas Polonia y Fortunato de la Plaza y jamás volvió a saberse algo de él. Su familia hizo la denuncia en la comisaría sexta y su madre participó de un programa de televisión en el que aseguraban haberlo visto merodeando en la zona norte de Mar del Plata. Sin embargo, aún no pudieron localizarlo.

“No tenemos muchos medios y la policía tampoco hace mucho: hay 150 patrulleros en toda Mar del Plata pero ninguno lo vio, como si se lo hubiese tragado la tierra”, dijo este martes Mailén, hermana de Jonathan, al ser consultada por 0223.

Desesperada, pidió que la búsqueda de su hermano se extienda a localidades vecinas y anticipó que tienen previsto pedir una audiencia al intendente Gustavo Pulti para tratar de agilizar los tiempos de la investigación. “Es lamentable pero nadie lo está buscando”, advirtió.

María Laura Gómez (16), también está desaparecida. Lo último que se supo de ella es que se subió hace un mes y medio a un remis en la zona de Estación Chapadmalal, Batán, con destino a la terminal de ómnibus. “No sabemos nada, por ahí se fue a la fuerza”, afirmó Miryam Gómez, tía de la menor.

En las últimas horas se sumó el caso de Roberto Lozano (86), un anciano que se retiró el viernes a la madruga de su vivienda ubicada en avenida Peralta Ramos y Fortunato de la Plaza. Según pudieron reconstruir sus familiares, tomó un taxi o remis, pero se desconoce a dónde pudo haber ido.  

Si bien estos tres son los casos que más tiempo llevan sin resolver, hubo otras denuncias por averiguación de paradero durante las últimas semanas. Pero, en concreto, ¿cómo actúa la policía una vez que toma conocimiento de la desaparición de una persona?

Según el protocolo de averiguación de paradero de la Jefatura Departamental de Mar del Plata, una vez radicada la denuncia, se confecciona un acta en la que se registra hora por hora cada detalle de la investigación,  ya sea en la fase judicial o administrativa. Al mismo tiempo, se confecciona un dossier cronológico en el que se especifican las diligencias, resultados obtenidos y las ubicaciones donde se llevaron adelante.

También se constata la presencia de la persona en hospitales, centros de salud y morgues de la ciudad, y se corroboran sus recorridos habituales a partir de la información que puedan aportar sus allegados. Para realizar estas tareas se pide la colaboración de Bomberos, Defensa Civil, Migraciones, Policía Federal y Prefectura, entre otras dependencias.

Si se realizan rastrillajes, se confeccionan registros en los que constan los lugares recorridos, qué personal intervino, si se utilizaron canes u otras fuerzas de seguridad apoyo aéreo.

El protocolo también indica que se debe trabajar con mapas de escala variable y documentar y judicializar cada una de las líneas investigativas seguidas. Además establece que aquellos casos que se prolonguen en el tiempo, deben ser evacuados a diario y a inicio de jornada, y deberá darse especial atención a toda comunicación recibida a través del 911.