Paciencia infinita por una entrada para ver Boca-River

Hinchas desde la mañana del miércoles, o desde anoche. Reposeras, mates, cerveza, vendedores. Seis cuadras de fila. Los "Xeneizes" y "Millonarios" esperaron hasta 16 horas hasta llegar a la boletería.

Reposera y larga fila por avenida Independencia para los hinchas de River (Fotos: Romina Elvira).

22 de Enero de 2015 15:56

Por Redacción 0223

PARA 0223

Todo sea por el amor a los colores. O por el deseo de ver un partido especial, especialmente para aquellos que están veraneando en la ciudad y provienen de latitudes lejanas. El fervor por obtener una entrada para el Boca-River de este sábado a las 22.10, en el estadio José María Minella, todo lo pudo, como sucede año a año. Bajo una organización que nuevamente tuvo sus puntos flacos, pasado el mediodía continuaban las largas filas para obtener el ansiado ticket. Cerca de las 14,30, ya se habían agotado las plateas descubiertas de ambas parcialidades.

En una recorrida de 0223 por las boleterías de la Liga Marplatense de Fútbol (para los hinchas de River) y el jardín del Club Atlético Kimberley (para los de Boca), las historias de paciencia infinita se repetían ante cada consultado. Jonatan, de Mendoza, llegó a la Diagonal Alvarez con su amigo Fabián, y a la salida de la boletería su sonrisa -y rastros de cansancio- lo decían todo: "Estamos desde las diez menos veinte de la noche. Comenzamos por la calle Salta la fila. La verdad que no damos más", expresó el hincha a este sitio a las 13,30 del mediodía. Dieciséis horas de cola. 

En tanto, Viviana, una marplatense hincha de River, acudió con su marido, y se quejó: "Solamente tienen tres ventanillas disponibles de venta. Por eso se demora tanto. La verdad que no entiendo por qué lo organizan así". En algunos momentos de la mañana, sucedieron unas pequeñas corridas con los "vivos" de siempre que lograron colarse...

En los dos lugares de expendio la venta comenzó a las 8 de la mañana, dos horas antes de lo pautado, debido a la cantidad de gente acumulada. En cada boletería, se dispuso de un operativo policial de unos 30 efectivos. También personal de tránsito en el club Kimberley, para cortar las calles desde Avellaneda y La Rioja, y en Alvarado y Catamarca.

Según comentó un efectivo policial a 0223, en el caso de los hinchas de River, la extensa fila comenzó anoche en Belgrano e Independenciaa. De allí hasta Salta, continuó hasta Colón, y dio la vuelta por Independencia hasta Bolívar y la Diagonal Alvarez. Casi seis cuadras. Impresionante.

"Vamos amigos, las últimas tres milanesas, hechas por la abuela, 30 pesitos cada una", gritaba un muchacho vendedor ambulante en pleno mediodía, con el sol rajando el asfalto. En las colas, fueron comunes las reposeras o sillitas plegables. Bolsos con mate, y también alcohol.

Pasado el mediodía, el ritmo fue más tranquilo en Kimberley. Los hinchas de Boca tenían una fila desde Catamarca y Avellaneda, apenas dos cuadras. Es que muchos partieron al enterarse que se habían agotado las plateas descubiertas de $ 400. 

Las quejas de los vecinos no se hicieron esperar. Muchos comerciantes estuvieron tapados de gente al pasar las filas por las puertas de sus negocios, como sucedió en multitud sobre las mueblerías de avenida Independencia. Muchos se quejaron porque no pudieron dormir de noche, ya que los hinchas -en su desvelo- se dedicaron a cantar y gritar. También se observó una importante acumulación de basura sobre los cordones (botellas, papeles, etcétera).

Todavía resulta increíble que esto se repita año a año: una venta multitudinaria de entradas en pleno centro, en día hábil y laboral. ¿No sería bueno utilizar las boleterías del estadio José María Minella, por ejemplo, un lugar abierto y sin comercios?

Lo cierto es que la pasión futbolera pudo más, como siempre. El sábado el José María Minella lucirá repleto, esperándose una nueva gran fiesta de verano.