Arroyo: “A mí no me van a quemar neumáticos en la vía pública”

En una entrevista con 0223, el candidato a intendente de Cambiemos habla de sus medidas en una eventual gestión al frente de General Pueyrredon. Responde a las polémicas que surgieron en la campaña. "Necesitaba trabajar porque era recién casado", dijo sobre su paso por el gobierno de Russak en dictadura.

20 de Octubre de 2015 08:54

Faltan seis días para que los marplatenses y batanenses vuelvan a las urnas, esta vez sí, para definir quién será su intendente por los próximos cuatro años. Carlos Fernando Arroyo (Cambiemos) está seguro que a partir del 10 de diciembre será el próximo intendente y así se lo asegura a 0223. Acepta hablar de todo: su relación con la dictadura militar, por qué no participó de los debates televisivos, sus proyectos para la ciudad y cómo imagina que será una eventual gestión de Cambiemos en la ciudad.

Cierra rápidamente la polémica por su ausencia a los debates y señala que el argumento “más egoísta y que no es menor” por el cual decidió no ir es que “cada candidato diseña la campaña como quiere”.

Afirma que la Argentina tiene un problema en todos los ámbitos que es la corrupción y anticipa que en su gobierno no admitirá ningún funcionario que esté sospechado de haber cometido un acto de estas características. También advierte que será inflexible en otro aspecto: “A mí no me van a quemar neumáticos en la vía pública”.

Cuando se le pregunta por la dictadura, cuenta con lujo de detalles la historia del hábeas corpus que interpuso como abogado y que, señala, le salvó la vida a un hombre, hoy empresario de Mar del Plata. Prefiere guardar su identidad, pero señala que hace pocos días estuvo con él. Asegura que haber vivido ese episodio, que incluyó una amenaza de muerte hacia su persona, no impidió que luego trabajara con Mario Russak, por entonces comisionado de la dictadura a cargo de General Pueyrredon. “Necesitaba trabajar porque era recién casado y no tenía otro recurso”, dice Arroyo.  

También confirma cuál será su postura sobre la policía local si llega a la Intendencia y cuenta su proyecto sobre el hospital municipal.

-¿Cómo vive esta campaña?

-El proceso de la larga campaña lo viví bien por los amigos y por los partidos que forman el frente. Trabajamos muy intensamente y en una relación de primerísima clase, he encontrado amigos en realidad. Aunamos criterios, capacidad de trabajo, gente muy inteligente. Todos los partidos han aportado algo.

Lamentablemente hemos tenido que enfrentar una campaña sucia de gente desesperada por el poder. Yo no individualizo, pero objetivamente la población ha asistido a esto. Es lamentable porque no es bueno para la democracia, para la República, las campañas debieran ser simplemente un intercambio de argumentos e ideas y nada más que eso. Pero a veces hay intereses subalternos que se mezclan en todo esto. Nosotros consideramos que lo que primeramente necesita la política es un baño de ética y que las leyes se cumplan. Argentina tiene un problema, más que el problema económico, y se llama anomia, que se traduce en otra palabra que es muy conocida, que es corrupción. Ni siquiera tenemos un artículo en el Código Penal que castigue la corrupción.

-¿Eso se traslada a Mar del Plata?

-En todos lados es igual. Argentina es un solo país y es todo igual. Cada lugar tiene sus características. Cuando usted lo recorre, yo lo he hecho, se da cuenta que puede haber distintos niveles, pero la noma general es el incumplimiento de ley. Hemos hecho casi un deporte de esto. Todos los argentinos, en pequeño o en grande. No es sólo el gran delito del Código Penal. El que se adelanta en la cola de un banco perjudicando a los otros que están esperando es una forma de corrupción.

-A su entender, atraviesa partidos políticos, ideologías y clases sociales. Es un tema cultural. ¿Se puede solucionar?

-Se puede solucionar con muchísima educación en primerísimo lugar. Educación, educación y más educación, que es la base para la solución de todos los problemas. Pero además es fundamental que la clase dirigente, por una vez en la vida, dé el ejemplo. Yo ya no le digo que peino canas, porque estoy pelado, pero tengo años y he vivido y he visto pasar gobernantes y gobernantes. Y realmente, por un motivo o por otro, no han cumplido con lo que yo esperaba de ellos, que es patriotismo, amor a la nación, a la gente.

-¿En qué se traduce en hechos concretos ese patriotismo, amor a la gente?

-Vamos a suponer: en lugar de dar planes, dar trabajo. En vez de hacer golpes de Estado, haber argumentado y ganar elecciones. Hubo políticos que mintieron, hubo militares que deshonraron el uniforme que vestían. Es gravísimo. Por eso estamos como estamos. Ninguno se tomó el trabajo de leer un libro, que yo le voy a aconsejar: la autobiografía del general Belgrano. Lean ese librito, no es muy grande. Realmente cuando lee lo que escribió Belgrano hace 250 años y compara, se da cuenta por qué estamos así. Si hubieran leído la carta de despedida de Washington al pueblo de los Estados Unidos de 1796, que es una pieza genial de cultura política, los políticos argentinos hubieran hecho una historia distinta.

“La política necesita un baño de ética y que las leyes se cumplan. Tiene un problema que se llama corrupción”.

-Gane quien gane, va a terminar un proceso porque Cristina Kirchner va a abandonar la presidencia. En la ciudad se podría dar algo similar después de 8 años de gestión. ¿Qué es lo que puede cambiar a partir de ahora?

-Si no lo toma a mal le voy a corregir el potencial. Usted usó el “podría”. No, será, ocurrirá, es seguro. Futuro perfecto. Esta gestión se acabó. Como dicen los chicos, esto ya fue. Viene un cambio de hoja, una nueva concepción de la política y de la vida, afortunadamente, con gente más joven, que hace falta. Por eso estamos en Cambiemos.

Creo que va a empezar una época mucho mejor para la Argentina. Es una suerte que podamos llegar democráticamente y cambiar la historia. Y es lo que va a pasar.

 -¿También en la ciudad?

-Va a pasar en la ciudad y va a pasar en la Provincia, en donde no tengo dudas que va a ganar María Eugenia Vidal porque conozco gran parte de la Provincia y los bonaerenses somos tipos cuerdos todos, no he visto mucha gente mal de la cabeza. He visto gente que en general razona, piensa, mejor, peor, sabe más, menos, pero son todos bastante inteligentes. Y por eso maría Eugenia Vidal va a ser la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires.

Y después se va a dirimir lo nacional, seguro en un ballotage, pero cuando llegue el momento el 60% de los argentinos ya dijo claramente en las Paso que de este relato no quiere más. Lo cual significa que eso irá traducido en que Macri va a ser el nuevo presidente.

-¿No se imagina el escenario con Scioli presidente, Aníbal Fernández gobernador y usted intendente?

-No, no me lo imagino. Le aclaro que no tengo ningún problema con el señor que nombró como posible gobernador. Pero realmente creo que va a ser Vidal.

 

 

Dictadura: “Tenía que trabajar y ése era un trabajo”

-Habló de una campaña sucia. Usted fue blanco de varias acusaciones. Una de ellas fue por no asistir a los debates, especialmente, a los televisivos. ¿Por qué no fue?

-Porque no veía la conveniencia. Hay un montón de motivos. Uno de ellos, yo diría el más egoísta y que no es menor, es que cada candidato diseña la campaña como quiere. Y fíjese que el candidato oficialista a presidente no fue. Y nadie le pude decir nada porque estaba en todo su derecho. Generalmente la ciencia política -y yo de esto conozco- dice que el que gana no debate. Y yo gané en las Paso.

Hasta el 9 de agosto yo era un profesor exitoso, reconocido en la provincia. Le recuerdo que Oporto fue personalmente a mi escuela a felicitarme, acompañado por dirigentes justicialistas, por el nivel que tenía el servicio educativo a mi cargo, después de 27 años de gestión ininterrumpida. A partir del 9 de agosto que gané las Paso, comenzó un ataque desmesurado, único en la historia política del país, que va más allá de la lógica, de la coherencia y que se manifestó a través de distintos aspectos, personajes, medios. Todos unidos por el mismo guión. El argumento es igual.

“Uno de los motivos por los que no fui al debate, el más egoísta, es porque cada candidato diseña la campaña como quiere”.

-¿Cuál?

-Le podría dar ejemplos a montones. Cuando hablaron por ejemplo de la intervención del sindicato de taxis, ya mentían. En esa época no había ningún sindicato de taxis. Había una asociación civil de propietarios de licencias, que era otra historia. Y qué había pasado: era una persona jurídica y no había cumplido con elementales deberes como son elaborar una memoria anual, hacer el cuadro de ganancias y pérdidas por años, hacer el inventario y balance anual, ni tampoco la designación de autoridades. No habían cumplido con la cantidad de obligaciones de acuerdo a su estatuto, autorizado por Personas Jurídicas. A eso se unía que la entidad se había metido en un plan de viviendas que había cobrado cuotas a muchos taxistas, pero no había comenzado ni a hacer un pocito. Entonces muchos taxistas hicieron una denuncia. Dónde, en personas jurídicas. ¿Qué hace personas jurídicas? Pide tres profesionales contadores o abogados que pudieran intervenir para regularizar la situación jurídica de la entidad. ¿A quién nombran? A mí. Yo fui propuesto por Taxicoop. En definitiva hice mi trabajo y lo hice bien. Los edificios están hechos.

-La denuncia, más allá del formalismo de si era un sindicato o una asociación civil, apuntaba a vincularlo a usted con el gobierno militar. ¿Cuál fue su relación con la dictadura?

-Ninguna. Ninguna no. Tuve una relación. Porque en un momento determinado (yo ya ejercía la profesión de abogado) una clienta mía que vivía a una cuadra y media de mi casa, que había tenido un problema de autorización judicial para el casamiento de un menor, entra a los gritos a mi estudio y le pregunto qué le pasa. Me dice que le habían secuestrado al hijo. ¿Quién le secuestró el hijo? El Ejército. ¿Cómo el ejército? Sí, rodearon toda la manzana, con los camiones.

-¿En qué año fue eso?

-En el 77, si mal no recuerdo.

-¿Y qué pasó?

-Entonces me pidió que hiciera algo. Estaba desesperada la mujer. Era una clienta mía. Entonces decidí hacer lo que haría cualquier abogado: un hábeas corpus. Lo realizo, lo firmo y me lo llevo a los tribunales. El habeas tramitó, pero pasaron 48, 72, 96 horas y no me contestaban, produciéndome un desgaste tremendo porque me pasaba toda la mañana ahí. Hasta que a los 10 días me contestan. Leo el expediente y la respuesta era negativa. Ninguna dependencia tenía detenida a esa persona. De ahí, ante la situación, seguía igual que al principio. Estaba, entre comillas, desaparecido y no tenía ninguna respuesta de la Justicia.

Entonces fui a la Base Naval, no me atendieron. Me fui a mi estudio, escribí una carta, la firmé y le puse mi sello profesional y se la llevé en persona al Gada. Como estaban todos rodeados de bolsa de arena, no me dejaron ni cruzar la ruta. Me hicieron cruzar la ruta con la carta en la mano, me la agarraron con dos dedos y me dijeron que me retirara. Así fue la cosa. Por supuesto nunca me contestaron la carta.

-¿La carta llegó?

-Sé que llegó la carta. Pasaron dos meses y estaba dando clases y fui retirado del mismo mediante métodos poco amistosos y llevado a la calle y fui amenazado de muerte si continuaba investigando y molestando. Acto seguido me tiraron contra un auto y siguieron.

Al año estaba yo en mi estudio, siento sonar el teléfono, atiendo, y una voz metálica del otro lado dice que mi defendido está en la comisaría segunda. Fui y me lo encuentro al tipo encerrado. Se imagina la alegría que tenía de verlo, de recuperarlo vivo. Hablé con el comisario, no me lo dejaban llevar porque había sido puesto a disposición del Poder Ejecutivo por el Estado de Sitio. Después lo llevaron a Sierra Chica, después a otro lugar y después lo dejaron en libertad. En definitiva, esa persona hoy existe, está viva. A mi jefe de campaña sí lo llevé en campaña para que tuviera el exacto conocimiento de que yo decía la verdad.

Después de 35 años me reencuentro con esta persona, que es empresaria.

-¿Por qué habiendo vivido eso y sabiendo lo que pasaba después aceptó formar parte del Gobierno de Mario Russak durante la dictadura?

-Necesitaba trabajar porque era recién casado y no tenía otro recurso. Y necesitaba trabajar y no era  fácil en esa época, porque había una inflación tremenda, porque había muchos abogados, porque ganábamos muy poco. Yo no era de una familia tradicional de abogados, no vine al estudio de papá, que no era ni abogado, ni escribano, había muerto. Tenía que trabajar y ése era un trabajo.

Me ofrecieron primero un contrato para reparar los semáforos de Colón que no funcionaban. Lo logré hacer, cosa que otros no pudieron. Como el trabajo había sido eficaz, me ofrecieron ser director de Transporte para arreglar otros problemas, como el de los colectivos. Para mí eso era un sueldo. No tenía donde caerme muerto. Acepté el trabajo y lo demostré: si usted estudia la historia, el transporte en esa época aumentó un 40% su recorrido. Yo llevé el colectivo a las Brusquitas, al barrio San Carlos, a Constitución.

“Necesitaba trabajar porque era recién casado y no tenía otro recurso. Para mí eso era un sueldo”.

-¿Usted puede separar el trabajo que hizo de lo que se vivía?

-Yo soy un técnico, hago un trabajo. Y uno cuando trabaja, trabaja. También trabajé de profesor en la época de Menem y siempre fue un gobierno al que aborrecí porque estoy en contra de la barbaridad que hizo al vender todas las empresas del Estado. Esos criterios para mí son vomitivos. Sin embargo, lo tuve que bancar. Qué iba a hacer. Era lo único que sabía hacer y tengo una familia.

 

El triunfo, la responsabilidad y la educación

-¿Cómo se imagina el domingo a la noche?

-Yo imagino que voy a ganar. No tengo ninguna duda de eso. Pero también siento un poquito de miedo por la gran responsabilidad que significa. Yo esto lo vivo con mucha responsabilidad. Cuando uno gana asume un terrible compromiso con la población que confió, que lo votó y también con la que no lo votó, porque son las reglas de juego.

Vamos a tratar de cumplir en todo lo que hemos dicho. No quiero denuncias por corrupción, el que las tenga va a ser inmediatamente separado del cargo. No quiero que la gente no se sienta atendida. Por eso vamos a mantener las puertas de la Municipalidad abierta, de par en par. Tampoco voy a permitir el incumplimiento de la ley. Eso lo quiero aclarar antes. A mí no me van a quemar neumáticos en la vía pública, porque mi derecho termina donde empieza el suyo. Entonces si yo tengo que hacer una protesta, tengo mil formas de hacerla, sin necesidad de contaminar el oxígeno que respiran todos. Atentar contra la salud de los otros, tampoco.

Yo voy a atender a todo el mundo, pero dentro de las normas de la democracia y de forma civilizada.

-Sabe que es una metodología bastante habitual…

-Sí, pero conmigo no va a ser habitual. Ahora hacen eso porque no los atienden. Si usted va  y pide una audiencia con equis porque quiere tratar tal tema y equis no lo atiende, usted termina explotando y haciendo algo para que lo escuchen. Ahora, si el gobernante lo escucha y le da una respuesta, usted, salvo que esté loco, va a tener que aceptar la respuesta y la solución. Si así todo insiste querer una respuesta que viola la ley, aplicaré la ley y usaré la fuerza de la justicia. No tenga ninguna duda.

-¿Sobre qué ejes entiende que tendría que trabajar inmediatamente si le toca ser intendente?

-Lo primera que vamos a tener que hacer es tratar de equilibrar el presupuesto, tratar de poder pagar los sueldos. Así se lo digo, porque en este momento hay un desequilibrio  de casi 500 millones de pesos en las cuentas municipales, que no es un dato menor.

Por otra parte, si me veo obligad a solicitar créditos bancarios para poder cumplir con eso, lo haré, pero no sin autorización del Concejo Deliberante, porque no quiero violar la ley. Al revés, quiero que se cumpla.

Tengo una forma de pensar el poder y el gobierno muy distinta de la que se ha visto hasta ahora. Yo creo en el sistema horizontal, por lo tanto voy a invitar a los concejales que quieran a concurrir a reuniones de gabinete y las decisiones las voy a tomar con reuniones de gabinete, no individualmente.

“Tengo una forma de pensar el poder muy distinta de la que se ha visto hasta ahora. Yo creo en el sistema horizontal”.

-¿Tiene pensado su eventual gabinete?

-Sí, tengo pensado una parte importante de mi gabinete, pero por el momento no voy a dar nombres hasta después de las elecciones.

-Sin dar nombres, ¿se podrán ver representados distintos sectores, incluso por fuera de la estructura de Cambiemos?

-Yo busco la capacidad. No hay ningún miembro en cambiemos del Partido Comunista. Pero si aparece alguno del Partido Comunista que a la ciudad le convenga, por su conocimiento, su experiencia, ése va a ser el que tenga un cargo.

Yo no le tengo miedo a las ideas ni a las ideologías. Ni a las opiniones divergentes. Nunca me creí que fuera el dueño de la verdad. Pero sí sé que de los consensos mayoritarios siempre surgen las mejores soluciones. Vamos a poner en cada lugar a la persona que mejor consideremos. Lo único que le voy a anticipar, y espero no cometer una infidencia, es que a cargo de la Secretaría de Seguridad va a haber un hombre de la Justicia

-Se habla de Juan Manuel Pettigiani.

-No le digo más. No es policía.

-Después de lo que fue esta campaña, ¿cómo se imagina la convivencia en caso de que llegue al gobierno?

-La convivencia va a ser muy buena. Nosotros tenemos nuestro propio caudal. Con Agrupación Atlátnica tenemos una importante cantidad de votos. El otro caudal importante es el radicalismo, porque la UCR está conmigo en su inmensa mayoría. Tenemos una ligazón muy íntima. Diría que hoy por hoy somos lo mismo. El Pro, ni hablar. No sólo mi jefe de campaña es del PRO, sino que además he hecho convenios expresos, firmados, con el jefe de Gobierno de Caba. Para cambio de información, de tecnología, para lo que sea necesario para garantizar el funcionamiento adecuado, de Mar del Plata.

Tengo la colaboración absoluta de Turismo y Cultura de Capital. La colaboración del experto de transporte en la capital. Tengo el apoyo de la candidata a gobernadora, María Eugenia Vidal, que me prometió toda la ayuda que yo pedí en materia educativa. Yo quiero reformular todo el sistema escolar en Mar del Plata para que esto funcione. Acá hay que hacer jardines maternales para las señoras que tienen criaturas y no pueden perder el trabajo. Hay que hacer jardines de infantes para darles contención a los más chicos, sobre todos a los de las clases más necesitadas. Hay que empezar a llevar las escuelas primarias a la jornada completa.

-¿Esto lo va a hacer desde el ámbito municipal?

-Lo voy a hacer desde el ámbito municipal, en todo lo que pueda. Y voy a instar a la provincia a que haga lo mismo. No se va a poder hacer en un año, porque esto implica una inversión multimillonaria. Pero lo vamos a hacer. Salud y educación tiene prioridad absoluta en el nuevo planteo de gobierno. Yo he hablado con el futuro contador y en el nuevo presupuesto le vamos a dar absoluta mayoría, orientación, a los gastos de contenido social. Yo quiero incursionar en otros aspectos sociales como son planes de vivienda, educación a los trabajadores y la alimentación de las criaturas, que es lo que más me preocupa de todo. La alimentación de los chicos empieza desde que la mujer queda embarazada hasta que el chico tiene seis años. Ahí el Estado se va a meter con manos, patas y todo.

-¿No reconoce ahí un porte del modelo kirchnerista con la asignación universal por hijo, el plan Qunita?

-Sí, pero el aporte no es kirchnerista, sino que es original de la Coalición Cívica. No fue un invento de la presidenta, sino de otra persona. Pero está bien, ellos lo aplicaron. Nosotros queremos universalizarlo. Macri lo quiere universalizar. Porque así nos aseguramos que le llegue a todos.

Pero yo quiero dar pasos adicionales. Ya he conversado con Hector “Toti” Flores y le he pedido que venga a Mar del Plata y veremos cómo podemos hacer para tenerlo conmigo un tiempo porque quiero que nos ayude con el tema de las cooperativas, porque en Buenos Aires él tuvo un éxito bárbaro. Tengo que lograr igualar a la población en Mar del Plata, que todos tengan las mismas posibilidades.

Los otros días lo dijo Macri en la reunión con los empresarios: el primer renglón que tiene Cambiemos es pobreza cero. El segundo es combatir la droga y el tercero es terminar con la división de los argentinos. Son las tres cosas que tenemos que lograr. Esta grieta que hizo el kircherismo va a ser tapada rápidamente.

 

Policía Local: “Son policías bonaerenses sin experiencia”

-Se habló mucho de su postura sobre la policía local, que no la votó a favor, que la va a desarmar. ¿Cuál es su posición?

-Nosotros votamos en contra de esa policía, pero no fue porque no tuviéramos un proyecto. Cuando el intendente actual dijo que iba a hacer una policía dijo que cualquiera que tuviera otro proyecto lo podía presentar. Yo fui el único concejal que no durmió durante muchas horas e hice otro proyecto. Ese proyecto por supuesto no fue considerado.

-Fue muy cuestionado por esa idea de armar a placeros y gaurdavidas.

-Esas son mentiras. El mismo mentor de esta policía había creado la maldita policía, la de Duhalde, el que había trabajado con Arslanian: Binder. Entonces dije que no, que eso no servía. Y me puse a escribir por eso.

El día anterior tenía la palabra de todos los radicales que iban a votar en contra. Nosotros íbamos a votar en contra y el Frente Renovar también. Como desempataba el concejal Maiorano, que era presidente del Concejo, el proyecto no salía. Cuando era el momento, el señor Faroni vino, lo entrevistó a Pulti y le dieron la orden al grupo de que votaran a favor de Pulti. Por eso salió la policía municipal. Pero esa policía no es ni municipal, ni local. Es una división más de la policía de la provincia de Buenos Aires. Lean la legislación. Son Bonaerense sin la experiencia de esa policía. Esta es la realidad.

Estamos en contra, no porque no creamos en la necesidad de una policía, sino porque no pueden largar a una persona con chapa y pistola, con seis meses de formación

-No es un problema de Mar del Plata, sino una regla general en la Provincia.

-Y yo no estoy de acuerdo con eso. Quiero una policía con formación universitaria, quiero una policía que confíe más en la presencia y la capacidad y en la investigación, que en el uso de las armas. Creo más en la policía francesa, inglesa, alemana. Creo que la policía tiene que ser más científica, de inteligencia, que sea más preventiva. El gran éxito es evitar el delito, no matar un tipo.

“Quiero una policía que confíe más en la presencia y la capacidad y en la investigación, que en el uso de las armas”.

-Entonces, ¿qué va a hacer con esa Policía Local?

-Me lo vinieron a preguntar los policías. No la voy a disolver. Pero la voy a reeducar con gente preparada que realmente sabe del tema de policía. La vamos a reeducar para que sea una policía segura, también para los propios policías.

Sinceramente, póngase una mano en el corazón: una chica o chico de 18 años con tan poca instrucción, están corriendo riesgo ellos mismos. Entonces, la carga que voy a tener es doble: voy a tener que cuidar a la ciudadanía de Mar del Plata, pero además a los policías.

-¿Va a reemplazar a todos los directores?

-Voy a tratar, cuando llegue el momento, de hablar con la Policía más experta y con otras fuerzas para ver cómo podemos hacer un trabajo de conjunto, donde esta policía vaya aprendiendo en la práctica sin correr riegos. Hoy por hoy, me preocupa la seguridad de los policías.

-Putli anunció que acordó con Scioli la permanencia de Prefectura todo el año en Mar del Plata. ¿Está de acuerdo?

-Yo no me voy a oponer a que esté la Prefectura, pero quiere mejor demostración del fracaso de la Policía. Ellos lo están confesando. Habían dicho que iba a estar hasta los primeros días de septiembre, cuando saliera la policía, la Prefectura quedaba liberada. Ahora el intendente dice que ha logrado que se quede. ¿Qué está diciendo? ¿Que lo que él creó no sirve para nada?

Usted aplique la teoría de la manta corta. Tenemos a la Prefectura cuidando a Mar del Plata, pero el río Paraná descubierto. Tenemos al Gendarmería cuidando Fuerte Apache, pero el norte descubierto. El contrabando y la droga entran y salen como quieren.

La Gendarmería tendría que estar en la frontera. Prefectura, navegando. A la actual gestión la pone muy nerviosa cuando algún contador que es compañero mío la acusa de malversación de fondos. Entonces cuando se pone como locos, les aclara que es darle un destino distinto para el que fue creado. Bueno, acá hay una malversación de elementos de seguridad. Porque lo que fue creado para un destino, se lo destina a otra cosa.

Fíjese el detalle. Yo sé de seguridad y no voy a ser modesto. Usted tiene la Prefectura en la calle con armas largas. Si yo fuera el jefe no la tendría nunca con armas largas en la calle, sobre todo por el alcance de esas armas, porque son de guerra. A uno se le escapa un tiro y mata a un tipo a 900 metros. No es un tema menor.

-Otro de los proyectos que habló mucho en su campaña, y ahora también lo anunció el oficialismo, es el hospital municipal. ¿Cuál es su idea?

-El hospital municipal es una idea que yo traje en 2009. Mi primer punto de la plataforma era la creación de un hospital municipal con 100 camas de internación. Ni lo analizaron. Lo archivaron. Ese proyecto sabía que era necesario. Estaban faltando camas y quirófanos en el hospital. Daban turnos a muy largo plazo. Todo lo que ellos hicieron después no sirvió para resolver ese problema. Entonces seguí con la idea.

Fíjense qué ridículo. Hace tres meses atrás el concejal médico que ellos tienen dijo que yo era un esquizofrénico porque insistía con la creación del hospital municipal. Pasó el 9 de agosto, vieron que gané, y ahora sale el intendente a decir apresuradamente que va a crear un hospital municipal. ¿En qué tiempo lo va a hacer? Ya no le queda más tiempo. Se le acabó, ya fue. No tiene tiempo. Nosotros sí y vamos a hacer un hospital municipal. Vamos a tener que ajustarnos el cinturón. Pero la salud no tiene precio y es lo primero que tenemos que proteger.

Yo recorro los barrios y me he encontrado que muchas mujeres van a las cuatro de la mañana para poder llevar a los nenes que tienen 40 grados de fiebre al pediatra. Otras personas van al Cema y le dan un turno para dentro de dos meses, para hacerse un estudio. Y cuando al tipo le dan el estudio, después tiene que esperar otros dos o tres meses para un quirófano. Entonces, ¿cuál es el negocio? Hay que buscar un sistema para que la persona tenga una salud de primera clase.

Lo mismo pasa con la educación. Si al pibe que va el Estado no le puede garantizar todos los días de clase con los mejores docentes, estoy convirtiendo a la escuela en un factor de nivelación, en un factor de desnivelación. Estoy fomentando la desigualdad.