Qué dicen las pericias psiquiátricas el joven de 15 años con 39 causas penales

Afirman que no tiene patologías psiquiátricas. Si bien consume drogas no es considerado como un sujeto que deba ser internado. Estuvo en un instituto y lo echaron por “revolucionarlo”.

El joven de 15 años fue aprehendido la semana pasada y acumula un récord de conflictos con la ley penal. 

5 de Octubre de 2015 18:57

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los estudios psiquiátricos dicen que tiene dificultad para controlar sus impulsos y exhibe una frialdad afectiva que le impide sentir culpa. Sin embargo, también señalan que este chico, que a los 15 años ya tiene 39 causas penales, es lúcido y a pesar de consumir drogas no sufre afectaciones psicomotrices, por lo que la Justicia descartó internarlo de manera compulsiva.

“Es un caso para discutir, pero es una excepción. No encontramos casos con tantas causas en menores no punibles”, señalaron especialistas a 0223.

En los últimos tres años el Servicio Zonal de Promoción y Protección de los Derechos del Niño propuso todo el abanico de alternativas para abordar el caso de este joven: entrevistas, planes, programa de fortalecimiento, tratamiento por adicciones, compromiso familiar. Todo falló.

Por eso, desde el Servicio Zonal solicitaron a internación compulsiva del joven. Antes de resolver la cuestión, la jueza Amalia Dorado solicitó la realización de un nuevo informe psiquiátrico. Según los datos del mismo a los que tuvo acceso 0223, “no se evidencia alteración en la función psicomotriz u otra manifestación compatible por intoxicación de sustancias”.

El informe observó “un estado de conciencia vigil, libre de alteraciones sensoperceptivas cualitativas; atención y memoria conservada, con un pensamiento de curso normal sin manifestación de ideas de tinte delirante y/o suicida”.

Para los peritos se evidencian rasgos de personalidad donde predomina un dificultad para controlar sus impulsos, frialdad afectiva con clara dificultad para vivenciar sentimientos de culpa. “La tendiente emergencia de estos rasgos anormales facilitan la aparición de conductas disociales con la consecuente incurrencia en actos delictivos”, agregó.

Tras analizar este informe, la juez rechazó el pedido de internar al joven y volvió a solicitar el abordaje y la puesta en marcha de medidas para revertir la situación. Sin embargo, según confiaron operadores a 0223, el caso de este adolescente es tan inusual como complejo, por lo que la solución a través de esta vía parece difícil. .

 

Programas, inasistencia, internación y “revolución”

Desde la primera intervención del Servicio Zonal de Promoción y Protección de los Derechos del Niño en 2012, el menor atravesó por distintos programas municipales y provinciales. Todos, como reconocieron a este medio trabajadores del área, culminaron antes del tiempo estipulado.

El resultado de los tratamientos depende en gran parte de la voluntad de los chicos y de sus familias. Aunque sus padres lo acompañaron muchas veces, tienen una marcada dificultad para ponerle límites. A su vez, tal como indican los estudios sobre el joven, tiene una fuerte necesidad de desafiar esos límites. Y también ha otro factor que juega su rol: la necesidad de reconocimiento barrial entre sus pares. Todo eso conspiró para que el menor jamás termine un programa de abordaje.

Además del paso por los programas Envión y de Fortalecimiento Familiar y en la casa de abrigo San Francisco, el adolescente registró una internación en un establecimiento privado del Gran Buenos Aires. A finales de 2014 fue internado para un tratamiento de adicciones en la Clínica del Sur, una institución que hace tratamientos de un año de duración. Sin embargo, pocos meses después debió ser retirado del lugar por pedido de las autoridades. “Revolucionó todo”, admitieron.

La nueva aprehensión de la semana pasada y la decisión de la justicia de Familia derivaron en la formación de un nuevo expediente. Esta semana los operadores volverán a entrevistar a sus padres para buscar una alternativa que permita recuperar a un menor que “tiene conciencia plena de sus actos y no tiene culpas por los hechos”.

A finales de noviembre cumplirá 16 años y será un joven punible para el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Hasta ese momento los distintos efectores de salud y atención social plantearán alternativas para un joven que, según los informes previos, “no acepta las cosas que se le ofrecen y transgrede todo el tiempo”.