"El abrazo de la serpiente", la naturaleza en estado puro

El film de Ciro Guerra será proyectado dentro de la competencia internacional. Este domingo a las 19, y mañana repite, en el Teatro Auditorium. 

1 de Noviembre de 2015 16:54

Por Redacción 0223

PARA 0223

Dentro de la competencia internacional de este Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, este domingo a las 19 y el lunes 2 de noviembre a las 16:30, en el Teatro Auditorium, se proyectará "El abrazo de la serpiente".

Nunca he soñado. Ni dormido, ni despierto. Solo la yakruna puede ayudarme. La selva amazónica en todo su esplendor sirve de escenario natural para narrar la historia de los primeros exploradores, aquellos que fueron capaces de asombrarse y desvelarse con la inmensidad de un mundo virgen, lejos de elementos asfixiantes como el dinero o las armas. Su búsqueda de una planta sagrada los adentrará en un universo en el que las leyes preconcebidas de poco les servirán.

El encuentro -con 40 años de diferencia- del etnólogo alemán Theodor Koch-Grunberg (1872-1924) y el biólogo estadounidense Richard Evans (1915-2001), con el chamán Karamakate, el último sobreviviente de su tribu, es un relato zigzagueante y apasionado sobre la irrupción del hombre blanco en tierras ajenas, y el influjo bidireccional de dos mundos opuestos en sus formas, pero con puntos coincidentes en su base.

El guión que Ciro Guerra pone a rodar, con una fotografía impecable -como ya nos tiene bien acostumbrados- impresiona por su complejidad y sus vaivenes temáticos, por el entrecruzamiento de planos de significación y la profunda reflexión sobre los orígenes, las identidades y la soberbia humana.

La adoración de la tierra, el respeto por sus ciclos vitales y la naturaleza como orden original y magnánimo, se van perturbando con la introducción del concepto de vergüenza, la importancia de las posesiones materiales y las armas como peligro latente de muerte. Así, con cuatro décadas de distancia, los dos relatos confluyen en una evolución temporal, paralela a la progresión de la penetración de culturas diferentes con solo un objetivo: imponer su idiosincrasia, absurda y dolorosamente avasallante.

El abrazo de la serpiente es el grito sordo de culturas que han sido silenciadas, aniquiladas y olvidadas. El inmenso poder de la memoria, del respeto de los orígenes y la necesidad mutua entre el hombre y la naturaleza se despliegan en una producción de factura extraordinaria, en un sensible blanco y negro.