Arrancó la demolición de Villa Valentina

En febrero de 2014, el Concejo Deliberante aprobó la ordenanza que permitió desafectar del Código de Preservación Patrimonial al inmueble denominado “Villa Valentina”, ubicado en Alberti 1311. Hubo escenas de pugilato en el recinto. 

Sucedió que a diferencia de lo ocurrido con “Villa Valentina”, los ediles archivaron en ese mismo día la desafectación del patrimonio histórico marplatense del chalet del Sindicato de Camioneros, ubicado en Falucho y Santa Fe. Ante esta decisión, integrantes del gremio saltaron al recinto y agredieron a concejales, lo que provocó la suspensión de la sesión. 

A casi 20 meses de producirse la polémica, arrancó hace pocos días la demolición del chalet de Alberti y Güemes. Desde el Ejecutivo local se explicó que con el nuevo emprendimiento inmobiliario se mejorará “la vinculación físico-funcional, desde la calle Alberti, con el espacio comercial-cultural existente propiedad de la firma Cabrales SA, mediante una comunicación peatonal ubicada entre dos de los tres locales que componen la planta baja, inclusiva incorporando en su recorrido el acceso al núcleo vertical de ingreso a las tres planta superiores y al nivel de subsuelo que conforman el conjunto edilicio en cuestión”.

En declaraciones a 0223, el arquitecto Homero González Sangorrín explicó que el inmueble presentaba un deterioro muy importante y los elementos por los cuales se lo consideró un bien patrimonial prácticamente no existían. El profesional, a cargo del proyecto que planea instalarse en ese terreno, señaló además que el objetivo es llevar adelante un emprendimiento superador. “No siempre demoler es mala palabra, cuando la nueva obra es superadora y tiene un sentido comunitario y cultural”, sostuvo.

Homero se definió como “preservacionista”. Sin embargo, remarcó que tras hablar con los vecinos de “Villa Valentina” y revisar las instalaciones entendió que el valor patrimonial del inmueble es prácticamente nulo. “Hay una reja y un banco de piedra. El resto se echó todo a perder”, indicó, al tiempo que aclaró que la idea es que esos dos elementos formen parte del nuevo proyecto.

¿En qué consiste? Será un edificio de locales comerciales que “respetará todos los indicadores urbanísticos” que establece el COT para la zona. Sin embargo, más allá de lo comercial, el proyecto también tendrá un fuerte contenido “cultural”. El medio del edificio estará atravesado por un pasaje que desembocará en un jardín ubicado en el pulmón de manzana. Ese jardín pertenece parte a Villa Valentina y –en mayor medida- a la familia Cabrales. “El jardín se va a unificar. Además vamos a proponer un escenario para que en los días soleados puedan tocar músicos de la ciudad. En definitiva, la idea es darle a la ciudad un proyecto superador y con espacio público”, remarcó.

También manifestó que en la fachada habrá una “metáfora de dos árboles, inspirados en los árboles que están en el jardín” e indicó que se tratará de una “obra arquitectónica y escultórica a la vez”. Las oficinas se levantarán escalonadas y habrá terrazas con vegetación.

El arquitecto, además, destacó que la iniciativa fue consensuada con los vecinos del inmueble y que también fue bien recibido por los actores políticos de Mar del Plata. “El proyecto fue muy consensuado, todo el proceso fue muy transparente”, finalizó.