Crimen del “Pata”: solicitaron 14 años de prisión y la absolución del imputado

Fueron los pedidos de la fiscalía y la defensa tras escuchar los últimos testigos. La próxima semana se conocerá el fallo en el juicio que se le siguió a Germán Villarreal.

26 de Noviembre de 2015 19:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

En sintonía con las líneas de trabajo planteadas en la primera audiencia, el Ministerio Público Fiscal y la defensa de Germán Villarreal plantearon sus alegatos antes los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal 3. Mientras que el fiscal Juan Pablo Lódola solicitó que se lo condene a 14 años de prisión, su defensor reclamó la absolución y de manera subsidiaria que el homicidio sea considerado culposo.

Al igual que en la primera audiencia, las partes desistieron de varios testimonios, por lo que solamente dos testigos se presentaron ante los jueces Eduardo Alemano, Juan Manuel Sueyro y Fabián Riquert. La primera en hacerlo –Patricia Morales Salazar- sostuvo que vio al “Pata” Loiza y al imputado hablando normalmente, reja de por medio, en la puerta de la casa del segundo. “Yo cuidaba a mi hija, así que miraba esporádicamente para afuera y vi que Germán saltó la reja y se fue corriendo, pero no me di cuenta hasta que vino una persona corriendo que el otro chico estaba tirado en el piso”, recordó.

La última testimonial prevista en el debate fue la de Micaela Anabalón, una joven que estaba en la esquina de Padre Dutto al 2900 y que dio una versión inculpatoria de Villarreal. El abogado defensor, Alejandro Borawsky, cuestionó duramente sus palabras y las comparó con la declaración exactamente opuesta que brindó en sede policial.

Anabalón dijo que vio a las dos personas hablando hasta que el imputado “se trepó a una reja, sacó un arma y le dio un tiro”. Borawsky calificó de imposible esa sucesión de hecho, ya que la joven no podía observar –por varias construcciones que se lo impedían- el lugar de los hechos desde su casa.A continuación recordó la declaración opuesta que la joven había brindado en sede policial. En su defensa, la testigo dijo que tenía miedo por su familia ya que todos sabían que eran ‘transas’, pero que ahora podía decir la verdad. “Que vaya preso, es un asesino, se lo digo en la cara y no le tengo miedo”, concluyó.

 

El turno de los alegatos

En una breve exposición en la que por expreso pedido del presidente del Tribunal se dirigió al público presente en la sala, el fiscal Juan Pablo Lódola reiteró que la mecánica del hecho no estuvo en ningún momento en discusión. A su entender, todos los testimonios confirmaron que en el marco de una discusión por venta de drogas, el imputado disparó y se fue corriendo de la vivienda del barrio Juramento.

Para el fiscal, esa mañana Loiza pateó la casa del imputado pidiendo drogas antes de irse a dormir. Ese acción tuvo como respuesta el tiroteo a su vivienda pocos después que generó que regresara al domicilio de calle Padre Dutto a la tarde. “Fue a hacer las paces, a pedir perdón por lo de la madrugada y lo mataron de un tiro”, señaló.

Al considerar que la coartada del imputado estaba descartada por completo, Lódola pidió que Villarreal sea condenado a 14 años de prisión como autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. El fiscal no encontró circunstancias atenuantes o eximentes y consideró como agravantes los antecedentes penales, la modalidad del hecho y el mal concepto vecinal del imputado.

A continuación Borawsky fundamentó su pedido de absolución en cierta endeblez de los testimonios y en la pericia balística del plomo que extrajeron del cuerpo de la víctima. “Todos los testimonios se basan en la declaración de Molina que estaba en un punto ciego a casi media cuadra del lugar y no pudo haber visto la situación que relata”, indicó.

Tal como adelantó 0223, el abogado hizo foco en la deformación que tuvo el plomo y que se constató en el achatamiento de una de las caras. Explicó que ese cambio se dio por un rebote contra una superficie dura y no contra una costilla de la víctima como planteó la fiscalía. “No hay huesos quebrados y no hubo orificio de salida, por lo que el plomo llegó con menos fuerza producto del desvío”, agregó.

Luego de cuestionar el cambio de declaración de la última testigo, Borawsky pidió de manera subsidiaria que se califique al delito como homicidio culposo. También agregó que si en la sentencia del próximo jueves se lo halla culpable, no tome como agravante la modalidad del hecho y el concepto vecinal que fue animoso y contradictorio.