Karen Bennet: la guitarrista trans que hace de la música un show de “pirotecnia”

Es la primera vez que hará un show en Mar del Plata. Aunque no gustan de las “etiquetas”, podría decirse que su estilo es Rock Fusion. “La música es un vehículo de expresión humana”, afirma.

27 de Noviembre de 2015 13:36

Por Redacción 0223

PARA 0223

Este viernes es la primera vez que Karen Bennet, una de las guitarristas trans más reconocidas en Latinoamérica, llega a Mar del Plata para subirse al escenario de la Sala Melany y hacer eso que la define: “pirotecnia con la guitarra”. Tiene 48 años, pero empezó a tocar desde los 10, cuando su mamá le regaló por primera vez el instrumento que nunca más abandonó.

Si se quiere buscar un nombre para puntualizar cuál es su estilo, podría decirse “Rock Fusion”, aunque ella aclara que, en su vida, le “encanta no definir un montón de cosas”. Música clásica, jazz y tango son algunas de las géneros que le sirven de inspiración y grandes músicos como Piazzolla, Los Beatles, Kiss o Pink Floyd han sido su mayor influencia.

“La música es un vehículo de expresión humana”, resume en diálogo con 0223. A través de ese lenguaje de comunicación no verbal, permite que “las personas se conecten desde otro lado, porque deja abierto un portal  a quien está escuchando desarrolle su propia historia”, asegura.

Bennet cuenta que cuando compone una melodía, piensa en imágenes. Se le vienen a la cabeza, por ejemplo, recuerdos o “meros paisajes”. Por eso, sostiene que cuando un espectador escucha sus canciones de alguna u otra forma ingresa en su mundo: “cada tema es un mundo mío hermético, al cual si querés entrar, tenés que decodificarlo”, dice.

Fue la música lo que le permitió no quedar encerrada en el closet y salir al mundo a gritar lo que le pasaba, para además poder ayudar a otr@s que sentían lo mismo. Por eso, muchos la definen como activista trans, sin embargo ella explica que no le simpatizan las etiquetas. No está alineada a ninguna asociación civil porque no le gusta “estar atada a nada”, entonces elige tener su “activismo absolutamente personal”.

“Soy una artista con una bocaza que opino abiertamente sobre muchas cosas”, se describe. Aunque aclara que no pertenece a ninguna organización, participa de marchas y manifestaciones por los derechos humanos. “Es una lucha contra el patriarcado, contra un sistema instaurado”, opinó sobre la marcha bajo de #NiUnaMenos que se realizó el miércoles pasado, y agregó: “Cuando todo el mundo, incluso los que sostienen ese modelo, se ponen el cartelito es lo mismo que invisibilizarla, pero de todos modos tenemos que seguir marchando”.

Bennet sostiene que sumarse a ese encuentro que busca terminar con la violencia de género, es muy importante, porque la comunidad trans también padece “sobre su cuerpo la estigmatización de la violencia del mundo patriarcal”. “La calle está manejada por varones, son ellos tus proxenetas”, cuenta sobre el único destino al cual llegan la mayoría de las mujeres trans.

“El sistema tiene reservado el lugar para las personas trans: la prostitución”, denuncia la guitarrista y agrega: “La obliga a volver a esa zona roja o a cambiar totalmente”. Y explica que en el caso de los hombres trans es todavía aún peor. “El hombre al hombre le hace padecer lo peor porque al no tener pene, no son considerados masculinos”, expone.

Otro de los ámbitos más dolorosos para la comunidad trans, cuenta Bennet es la medicina. “En los hospitales siguen estigmatizando tu cuerpo”, dice y continúa: “Como no lo entienden, no existe para ellos”. Así se refirió no sólo a los tratamientos quirúrgicos y hormonales sino también al trato en general. Justamente esa mala atención es lo que provoca la deserción.

“Por suerte”, dice, ella no tuvo la “necesidad ni la capacidad para caer en la prostitución”. Aunque tampoco le fue fácil. Una familia de clase media le permitió tener trabajo fijo y con ahorros conseguir la vida que hoy lleva adelante, pero su identidad en el mundo laboral jamás la pudo demostrar. “Trabajé en la industria petrolera y sin la indumentaria masculina que usaba no podría haver conseguido todo lo que tengo”, cuenta.

Desde 1994 Karen Bennet, esta guitarrista que se incluye dentro del grupo de los “desobedientes” de la sociedad, está casada con Alejandra. “En mis fotos de casamiento estoy en smocking”, cuenta y aclara: “Lo que no me convierte en un nombre”.

Fue la estigmatización de la sociedad y de la propia familia el mayor obstáculo que tuvieron que superar. Perdieron muchas amistades, pero ganaron otras. Sobrevivieron al mayor combate que se pueda imaginar. Por eso, sin dudarlo, afirman que ese largo recorrido es lo que les permite “estar construidas”. 

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