Su expareja le dio una brutal golpiza: “Sentí que me moría”

Andrea sospechaba que Leandro, su pareja, la engañaba. Entonces, cansada de los rumores, decidió ir hasta su departamento, en la zona del microcentro de Mar del Plata, para hablar con él. Pero el hombre, no quiso dar explicaciones y la golpeó hasta desfigurarle la cara; le arrancó la ropa, la amenazó con cortarle el abdomen con una cuchilla e intentó asfixiarla. Diez policías que se hicieron presentes en el edificio lograron rescatarla, luego de que ella misma hiciera un llamado al 911 desde el celular del agresor.

Andrea García Lorenzo -40 años, dos hijos de 13 y 9- sufrió el lunes a la mañana una brutal golpiza de parte de Leandro Ahumada (40), un empleado de un bar de la zona de Yrigoyen con el que salía desde hacía 9 meses. No era la primera vez que le pegaba pero, como dice el refrán, la tercera fue la vencida y decidió hacerla pública. Desesperada y al igual que hizo en su momento Victoria Montenegro, Andrea subió las fotos de su rostro lastimado a su cuenta de Facebook y contó la historia de violencia de la que es víctima. “Sentí que me moría”, dijo.

Según relató, Ahumada la golpeó tres veces en menos de un año y en cada ocasión ella radicó una denuncia en la Comisaría de la Mujer. Incluso, tramitó una orden de restricción de acercamiento por temor a que el agresor atacara a sus hijos, a quienes ya no pudo ocultarles lo que ocurría. No obstante, poco después, su ahora exnovio volvió, le pidió perdón y se reconciliaron. 

Sin embargo -como suele ocurrir en estas situaciones de violencia-, las promesas de cambio nunca se concretaron y Ahumada la agredió una vez más. Este jueves, aún recuperándose de las lesiones que sufrió en todo el cuerpo, Andrea dijo estar “destrozada por dentro y por fuera”. “Es la tercera denuncia que le hice, y tiene otras más de parejas anteriores, pero todo se archiva y no pasa nada”, lamentó en diálogo con 0223.

La mujer aseguró que el hecho de que no haya testigos de las golpizas lo beneficia. “A eso se suma que los vecinos, que sí escucharon gritos y golpes, no se quieren meter”, advirtió.

Además, contó que consultó a un abogado y le pidió 40 mil pesos para “poder hacer algo”. “Soy una trabajadora, no tengo ese dinero pero necesito que la Justicia haga algo con esta persona”, reclamó, y remarcó: “Lamentablemente, si no te matan no pasa nada, pero yo no quiero llegar a eso”.