Santamarina se quedó sin nada en los penales

El equipo de Tandil no pudo mantener la diferencia que había conseguido como local, perdió 2 a 0 con Patronato y, en la definición, erró el marplatense Juan Gáspari. Los de Paraná son de Primera. 

6 de Diciembre de 2015 22:18

Por Redacción 0223

PARA 0223

El 3 a 1 que había conseguido en la ida en el General San Martín, parecía una diferencia más que interesante para Santamarina de Tandil, que se jugaba el ascenso a Primera División en la final del reducido. Sin embargo, Patronato fue una tromba y, en el complemento, se lo llevó por delante, le ganó 2 a 0, erigió en figura al arquero Requena y en la definición por penales, Sebastián Bertoli le detuvo el sexto penal al marplatense Juan Gáspari y desató la fiesta rojinegra en Paraná. 

En una final para el infarto, el equipo de Gustavo Coleoni se quedó con las manos vacías, pero terminó redondeando una temporada sensacional, que lo tuvo como protagonista y peleando hasta último momento su llegada a Primera División. Pero los de Paraná no fueron la excepción, lideraron hasta último momento el campeonato y perdieron el mano a mano con Atlético Tucumán por el primer ascenso.

La muy buena ventaja que sacó Santamarina en la ida no la pudo sostener en un "Bautista Grella" que explotaba y que fue fundamental para el aluvión que fue el local en la segunda mitad, en la que marcó los dos goles y pudo haberlo cerrado en los 90 minutos, de no ser por una excelente actuación del arquero Requena.

De esta manera los rojinegros de la capital entrerriana llegaron por primera vez en la historia a la máxima categoría del fútbol argentino, de la que habían tomado parte, pero no por este sistema de ascenso, allá por 1978, cuando se jugaban los viejos campeonatos nacionales. El planteo cauteloso, de enfriar el partido y tratar de jugar lejos de su arquero no le dio resultado a Coleoni, porque Patronato fue dominador y convirtió en figura a Requena. En algunos momentos, Santamarina emparejó las acciones, pudo tener la pelota, pero fueron pocos y otra vez el local inclinando la cancha, aunque sin poder concretar en esa primera mitad.

A la vuelta del regreso, la intensidad y la presión del "Patrón" fue más grande y tuvo su premio a los 10', cuando Matías Garrido se hizo cargo de un tiro libre en la medialuna del área y la colgó del ángulo derecho, para achicar la distancia y levantar a la gente que fue un jugador más.  Los minutos corrían y la profundidad ya no era la misma, pero siempre en campo tandilense. Ese dominio no lo pudo plasmar en el resultado a través del juego, pero sí de las pelotas paradas, porque otra vez por esa vía vulneró a Requena. Un centro de Garrido desde la derecha encontró un cabezazo perfecto de Marcos Minetti que le ganó a Tucker y la puso lejos del arquero que sólo pudo mirar.

Quedaban poco más de 15' y Santamarina ya se había quedado sin Telechea y "Pitu" González por decisión de Coleoni, y era todo aguantar. Apenas una buena contra que Curuchet terminó con un centro para la cabeza de Michel que no le dio dirección y la entregó a las manos de Bértoli, fue lo de la visita. Requena se encargó de desactivar los intentos finales de Patronato y la definición se estiró a los penales.

La serie de cinco de cada lado fue impecable de los dos lados, con remates no sólo convertidos sino muy bien ejecutados, con autoridad, para vencer las intenciones de los arqueros. Cuando llegó el turno del uno y uno, Diego Martínez aventajó al "rojinegro" con un disparo cruzado al palo derecho y el marplatense Juan Gáspari fue con la obligación de convertir para dejar a su equipo con vida. Sin embargo, Bertoli adivinó la intención, se arrojó a su derecha, puso las manos y se convirtió en el ídolo de Patronato, que pasó de taxista a arquero de Primera División y terminó con la ilusión de un Santamarina que llegó con mucha esperanza a Paraná.

De esta manera los rojinegros de la capital entrerriana llegaron por primera vez en la historia a la máxima categoría del fútbol argentino, de la que habían tomado parte, pero no por este sistema de ascenso, allá por 1978, cuando se jugaban los viejos campeonatos nacionales.