Luciano Mateo regresó de su experiencia en el TNA

El escolta surgido de Kimberley, brindó una entrevista a la Revista “Onda Verde”, en la que contó cómo fue su año en Sarmiento de Chaco, en la segunda categoría del básquet nacional. 

Luciano Mateo tuvo una gran experiencia en el TNA y quiere seguir en ese nivel.

17 de Abril de 2015 12:56

Por Redacción 0223

PARA 0223

Luciano Mateo, quien disputó la presente temporada del Torneo Nacional de Ascenso con Sarmiento de Chaco, dialogó acerca de su primera experiencia como profesional con la Revista "Onda Verde". El exjugador de Kimberley y Peñarol, regresó a Mar del Plata para disfrutar de unas merecidas vacaciones y reencontrarse con sus afectos.
 
La cita era a las 18 en el Buffet del Club Kimberley. "Lucho" llega con lo justo, y rápidamente se excusa: "Tengo compromisos e invitaciones hasta el lunes. No paro de comer asado desde que volví (entre risas)". Al escolta se lo ve relajado y feliz, lo ratifica cuando se le pide un balance de su primera temporada como profesional. "Fue una experiencia inolvidable. Lo que siempre soñé fue ser jugador de básquet, irme a vivir solo. Una experiencia única, estar tan lejos de mi casa. El balance fue totalmente positivo, aprendí muchas cosas del profesionalismo. Súper positivo", dice Mateo.
 
Antes de encender el grabador, Luciano deja fluir la conversación y cuenta intimidades. Como si tuviera la necesidad de expresar lo que vivió en estos últimos 7 meses, comienza por el principio de su aventura chaqueña. "Arribé a Resistencia al mediodía, para firmar con un equipo que jugaba el Federal; a la noche nos llamaron para avisarnos que íbamos a participar del TNA. Era buenísimo para todos". Claro, el mismo día que Mateo llegó a Chaco, Sarmiento sellaba la compra de plaza en la segunda categoría del básquet nacional. Si bien desde la dirigencia "habían armado un plantel para el Federal, la oportunidad era única", cuenta el tirador. Él como los demás jugadores que llegaban, ascendieron en cuestión de horas.
 
Mateo repite que su sueño era jugar al básquet, pero también pone en la balanza la adaptación a una nueva vida: "Me costó al principio. Vivía con un compañero, un año más grande que yo. Igual me costó, es diferente. Salís de un partido que jugaste mal, llegás a tu casa y estás solo. No está tu familia ni tus amigos. Eso me costó al principio, después lo pude llevar". Y acerca del día a día en Resistencia, su ciudad durante los últimos 7 meses, cuenta: "Me levantaba, desayunaba. Iba al club, que estaba a dos cuadras de mi departamento, y hacíamos pesas. Después tirábamos, nos duchábamos y comíamos ahí. Luego, siesta. De 2 a 6 de la tarde y con el aire a full, no se podía hacer otra cosa con 40 grados a la sombra. A la 'tardecita' entrenábamos más fuerte y cenábamos en el club".
 
Sarmiento finalizó su participación en el TNA en los Octavos de Final de la Conferencia Norte, siendo eliminados por Villa Angela Basket. En lo individual, Mateo promedió 9,6 minutos, aunque le quedó un sabor agridulce por no ver acción en los PlayOffs. "Podría haber estado mejor, creo que no demostré todo mi potencial. Pero lo más importante es que dejé todo. Toda la actitud la puse en la cancha, por eso estoy contento. Siempre traté de hacer lo que me pedía el técnico. Tuve que ocupar roles que no eran los míos, o diferentes a los que acostumbraba. Tenía que defender más, 'rasparme'. Pero bueno, eso también me sirvió mucho", añade. 
 
El escolta surgido del  "Dragón", está de regreso y, al pertenecer a Peñarol (último club por el que pasó en Mar del Plata), tendrá la chance de jugar en la Primera Local. Acerca de su futuro, analiza: "Voy a ver qué club se interesa en mí. Tuve una muy buena experiencia, quiero entrenar en el receso para seguir en este nivel. Tengo que mejorar muchas cosas que, este año, me di cuenta que me faltan. Adentro y afuera de la cancha". También comenta que en la cena de despedida, organizada por la directiva de Sarmiento, les reconocieron a los jugadores el deseo de continuar con la base del actual plantel.
 
"Lucho" comenzó a picar la pelota en la sede de Independencia 3030, desde prácticamente antes que aprender a caminar. Tal es su relación con Kimberley, que la entrevista estaba calculada para tener media hora de duración, pero las interrupciones llevaron a tomar un café de 2 horas. Entrenadores, padres, ex compañeros, dirigentes. Todos se sorprenden y alegran al verlo de regreso. Y la última pregunta, le revuelve el sentimiento. 
 
-¿Cómo viviste, a la distancia, el título de Kimberley en el Torneo Oficial?
-Uy, ¡qué pregunta me hacés, eh! Con bronca, estaban todos ahí y yo no. Bastante enojado, la verdad (risas). No, muy contento por los chicos. Por el "Toro" Bonfiglio que volvió, el grupo que se armó. Pero espero estar en la próxima... Recuerdo cuando festejaron en el 2003, todos en la pileta. Este me lo perdí. Igual estaba feliz por los chicos. Ojalá pueda vivir lo mismo adentro de la cancha".