¿Pagará Dios o el Municipio? El obispado espera $600.000 prometidos por Pulti

Hace cuatro meses, mediante un comunicado, el obispo Antonio Marino informaba que la Catedral cerraría sus puertas “por tiempo indeterminado” para evitar accidentes dentro del templo. La caída de mampostería, por la falta de mantenimiento del edificio, obligaba a la Diócesis a clausurar la iglesia más emblemática de Mar del Plata, en pos de no tener que sufrir “una desgracia”.

Sin embargo, el cierre duró menos de lo esperado. No sólo porque los fieles desembolsaron sus monedas y ahorros para aportar a la obra, sino porque -como no suele ocurrir con otras urgencias sociales- funcionarios municipales y provinciales comprometieron sus recursos y herramientas para resolver la demanda de las autoridades eclesiásticas.

Y en ese marco fue que el Municipio, tras una reunión entre Pulti y Marino, acordó la entrega de $800.000 para “colocar una malla protectora hasta que se realicen los trabajadores de fondo”. De ese monto, hasta el momento, la Diócesis cobró $200.000. Los $600.000 restantes todavía los esperan, porque se lo deben a una empresa constructora que ya ejecutó los trabajos.

Gabriel Mestre, vicario de la Diócesis, dijo que ya le recordaron a las autoridades municipales que les deben el dinero y por eso “esperaremos un poco más”. “No estamos pidiendo más plata, sino que estamos hablando de recursos comprometidos para poder poner en marcha los trabajos en un templo emblemático de la ciudad”, justificó el cura, que indicó que las tareas estructurales dentro del templo no arrancaron “porque falta todavía el estudio técnico específico”.