Vecinos ponen manos a la obra y le dan color al barrio Centenario

Hace cuatro meses empezaron a pintar las fachadas y a hacer pequeñas reparaciones para mejorar la calidad de vida de quienes residen en el lugar.

De a poco, el Centenario va dejando atrás el color gris de las fachadas. Fotos: Romina Elvira

28 de Junio de 2015 12:26

Por Redacción 0223

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El complejo habitacional Centenario está ubicado en las 12 manzanas comprendidas entre las calles Alvarado, Peña, Bronzini y Chile; en pleno barrio Bernardino Rivadavia. Fue planificado durante el gobierno de Fabrizio y construido durante la dictadura cívico militar.

Allí, distribuidas en las 1600 viviendas, viven desde hace tres décadas más de 10 mil vecinos que lidian a diario con las consecuencias de la baja calidad de los materiales con que fueron levantados los departamentos. En muchos casos, las falencias originales de la obra, sumado a la falta de mantenimiento, se evidencia en los revoques sin terminar, filtraciones en techos y barandas de hierro oxidadas.

Al ver que el barrio se venía abajo, un grupo de vecinos decidió poner manos a la obra: desde hace poco más de cuatro meses, cuatro o cinco familias se propusieron reparar las herrerías dañadas y mejorar las fachadas grises de los monoblocks, que desde hace unas semanas lucen colores vivos. “La idea fue darle un poco de onda, ir mejorándolo de a poco porque desde que se construyó, acá no se hizo más nada”, explica Miguel, que lleva 15 años en el barrio y se convirtió en el referente del Centenario.

Además de las tareas de pintura -el material lo consiguen con el dinero que recaudan en kermeses que hacen allí-, arreglan o emparchan escaleras, rejas y ventanas. Para realizar estos trabajos, se conformaron brigadas de trabajo que son coordinadas por integrantes de la ONG Sol de Mayo (ver más info).

Según Miguel, que alterna su trabajo en el barrio con su actividad en una verdulería ubicada en la avenida Champagnat, “la gente es muy copada y cuando ve cómo va a quedando, se acerca a preguntar cómo puede participar para que su sector también quede lindo”. “Esto estaba muy abandonado, muy dejado”, admite.

El Centenario es quizás uno de los puntos más estigmatizados de Mar del Plata: una sucesión de hechos delictivos que tuvieron lugar en la zona o inmediaciones al barrio, lo convirtieron en una denominada “zona caliente”. “El 95% de la gente que trabaja y se gana el pan decentemente y otros que roban, igual que pasa como como en cualquier otro barrio”, aclaran en el lugar.

Por eso, la contención -sobre todo, de los más chicos- se convirtió en uno de los principales ejes de trabajo en la zona, que ya tiene sus representantes en la liga barrial de fútbol infantil y femenino. “Somos bastante buenas, eh”, promete Silvia, delegada del equipo “Las toritas del Centenario”, en el que juegan 25 chicas de 15 años en adelante.

Gustavo, el entrenador de los 120 nenes de entre 5 y 14 años que juegan en “Los toritos del Centenario”, tampoco se queda atrás. “A veces los vienen a ver de otros clubes y se los quieren llevar”, asegura.

Los dos equipos entrenan en un predio situado al lado de la escuela 30 (México y Roca), que fue desmalezado por ellos mismos y que, aseguran, en poco tiempo tendrá iluminación artificial para que los entrenamientos puedan extenderse más allá de las seis de la tarde.

Pero el fútbol no es todo: también se dictan talleres de murgas, ritmos latinos y hasta clases de trompeta. “Siempre fuimos muy discriminados y el barrio está muy estigmatizado, por eso queremos cambiarle la cara al Centenario. Acá todo se hace con mucho esfuerzo y confiamos en que tanto trabajo dará sus resultados”, dice Miguel por último.

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