El cero les quedó pintado

Kimberley y Villa Mitre jugaron un muy pobre partido en el José Alberto Valle, friccionado, hablado y con pocas situaciones de gol. Por eso el 0 a 0 estuvo bien y el "Dragón" sumó su cuarto partido sin conocer la victoria.

Imagen repetida. Sin Vico, De Hoyos tuvo que lidiar con los centrales y perdió injerencia en el ataque. (Fotos: Diego Berrutti)

2 de Agosto de 2015 13:50

Por Redacción 0223

PARA 0223

Generalmente los partidos de  Kimberley los puede ganar, empatar o perder, pero casi siempre son entretenidos. Porque maneja bien la pelota, ataca con mucha gente y genera muchas situaciones de gol. El de la décima fecha del Federal B, ante Villa Mitre, fue la excepción. El conjunto de Mariano Mignini no pudo contra los bahienses que le plantearon un encuentro duro, luchado y extrañó a Lucas Vico que estuvo afuera por lesión y quedó demasiado solo Damián De Hoyos. Entonces, dentro de un trámite chato y aburrido, el 0 a 0 fue el resultado que mejor le sentó a los pobres 90 minutos en el José Alberto Valle. El "dragón" acumula cuatro partidos sin ganar y cada vez le queda más lejos la cima de la tabla. 

Cuando en el aranque del partido, Damián De Hoyos se llevó a la rastra un defensor visitante, enganchó con el taco hacia dentro y sacó el derechazo contra el primer palo que alcanzó a rechazar el arquero Diego Luque, todo hizo suponer que se podía ver el partido que se esperaba en el Valle. Porque Kimberley iba a querer recuperarse de la caída ante Sansinena y Villa Mitre ratificar el poderío ofensivo tras el 8 a 0 sobre Tres Algarrobos. Sin embargo, eso terminó siendo lo único del "dragón" en la primera mitad, porque después no tuvo claridad, la "Garza", como punta solitario quedó demasiado aislado, Francisco Grande no podía pesar por la derecha y Diego Ramírez no terminaba de ser ni un enganche ni un mediapunta.
 
De la visita tampoco hubo mucho para destacar. Un juego prolijo en mitad de cancha, la conducción de Nicolás Manchado y la búsqueda permanente de sus dos hombres de ataque. Pero la defensa marplatense no pasó mayores sobresaltos, estuvo firme y los 45' iniciales se fueron diluyendo lejos de los arcos, apostando únicamente a los pelotazos y centros, sin efectividad. Mientras, el nerviosismo de los dos lados hizo que todo fuera friccionado, luchado, más hablado que jugado.
 
Parecía que Mariano Mignini podía poner otro delantero  retrasar a Ramírez para que enlace, pero prefirió seguir con los mismos once. La primera sensación fue buena, porque apenas la agarró Grande se sacó dos tipos de encima y sacó un derechazo que se perdió apenas desviado. El exCírculo no encontraba su lugar, aparecía en alguna, pero rápidamente se perdía otra vez y no tenía participación.
 
Una corrida de De Hoyos que Servera no pudo conectar por el medio y que Ramírez en el rebote remató sin fuerza a las manos de Luque, fue el atisbo de ir hacia delante de Kimberley. Villa Mitre inquietó con un tiro lbre de Cocciarini que se le cerró a Morata y cayó apenas al lado del ángulo izquierdo. La mejor acción colectiva del local la armó el volante central más retrasado que se soltó, abrió para Diego Ramírez que amagó el centro y buscó el primer palo de Luque que adivinó y sacó al córner.
 
El cero le quedaba bien al desarrollo y los cambios del local llegaron tarde y los de la visita fueron puesto por puesto para mantener el trámite. De contra, tras una pelota parada mal ejecutada, Kimberley casi se queda sin nada, porque Juan Pablo Zárate le ganó a Cebada que no lo quiso cortar porque estaba amonestado, Servera no llegó al cruce, pero lo llegó a desacomodar y definió mal, de punta, por encima de Morate, sin dirección.
 
El 0 a 0 no admitió discusiones, ninguno de los dos equipos hizo los méritos para ganar el partido y Villa Mitre pareció más conforme con el punto en el José Alberto Valle, mientras qe las caras de los jugadores de Kimberley era de derrota, no sólo por el resultado, sino por no haber podido mostrar el nivel de otros partidos y sumar cuatro sin conocer la victoria.