Círculo adelantó la "fiesta de la papa"

Las finales no se juegan, se ganan. Esa frase que parece hecha y que los que estamos del otro lado del alambrado la sufrimos, se volvió a dar en la final del Torneo Apertura que organiza la Liga Marplatense de Fútbol. Poco le importará a Círculo Deportivo no haber podido brindar un gran espectáculo, no haber mostrado un juego vistoso. El conjunto de Damián García hizo lo que tenía que hacer, aprovechó un quedo en la defensa de Deportivo Norte a 15 minutos del cierre del partido y empezó a encaminar una coronación que se le venía negando hace diez años y con mayor fuerza en los últimos, con planteles llenos de nombres de jerarquía que por uno u otro motivo se quedaban con las manos vacías en los playoffs. De la mano del extécnico de Kimberley, no se le escapó. Selló el triunfo por 2 a 0 ante el "aurinegro" y desató una fiesta en la cancha de San Lorenzo.

 

Las ilusiones de ver un partido entretenido y bien jugado, se desmoronaron rápidamente. Porque ninguno de los dos mostró virtudes en ofensivas e ideas para lastimar al rival y el trámite fue parejo. La primera aproximación fue para Norte, con un centro que conectó de sobrepique Leonardo Montecchia y se fue por encima del travesaño. Por la misma vía, lo tuvo Círculo, ejecutó Alejandroff, ganó Tomás Frola en las alturas, la respuesta de Balabui fue perfecta, pero cayó en el cuerpo de Gabarain que se metía con pelota y todo, aunque fue invalidado por offside.

 

En esa etapa inicial,no pasó más nada. Deportivo Norte fue el que más intentó pero le costó mucho acercarse a Del Curto, mientras que Círculo no lograba imponer su estilo, Alejandroff no agarraba la pelota, Enzo Vértiz no pesaba tan tirado sobre la derecha y el trámite fue discreto, para irse al vestuario con el marcador en blanco. 

 

El arranque del complemento pareció empezar con otro ritmo, de entrada tuvo que salir Del Curto del área para ganarle a la diagonal de Manzanares y, enseguida, Enzo Vértiz intentó con el uno contra uno pero se le fue demasiado larga.El encuentro volvió a tornarse luchado y con pocas situaciones, pero Círculo empezó a tomar el protagonismo. Alejandroff se retrasó, el menor de los Vertiz se adelantó y eso le dio mejores resultados al "Papero", que estuvo cerca con una llegada a fondo de Alejandroff que se le perdió por el fondo y luego con un centro de Muñoz que Astiz, en total libertad, cabeceó desviado. 

 

Círculo tenía la iniciativa y Norte esperaba agazapado para salir rápido con la conducción de Rimoldi. Las chances no abundaban, pero las que había eran de los de Damián García, con Astiz que tenía la mira torcida y no podía aprovechar las habilitaciones de sus compañeros. Manzanares, de cabeza, también dejó pasar una chance clara al no acertar al arco. El quiebre llegó a los 31'. Porque Atlante había entrado bien y le dio mayor potencia al ataque, recibió de Prado, la aguantó y asistió a Astiz que se sacó la mufa, la empalmó ante la salida de Balabui y sentenció el 1 a 0 para Círculo Deportivo. En su mejor momento, el "papero" logró su objetivo y tomó ventaja a poco del cierre del partido.

 

García reforzó la recuperación y trató de frenar los avances de Norte, que no tenía ideas pero buscaba meter la pelota cerca del arco del seguro Del Curto. Pero no inquietó. No tuvo tiempo ni fuerzas para ir por el empate el equipo de Raúl Burgos, que incluso mostró a Lucas Balabui buscando la heroica en el área rival. Para la estadística, en el cierre Leandro Montecchia fue con los pies para adelante y le cometió falta a Matías Atlante y el "novillo", que le cambió la cara a Círculo con su ingreso, lo canjeó por gol con un remate cruzado y selló el 2 a 0.

 

Juan Cruz Pampín sacó la pelota del arco y pitó el final, para que empiece la fiesta rojiverde. Después de 10 años, Círculo Deportivo vuelve a estar en lo más alto del fútbol de Mar del Plata y un pueblo se alineó atrás del sueño de todos, de la mano de Damián García, que agarró el equipo en el último lugar, le agregó algunas cosas, no le pudo imponer su estilo, pero lo llevó al título, con esfuerzo, algo de fútbol y muchas ganas de sacarse una espina que venía pesando cada vez más.