Leo Gutiérrez: “Se me cayeron las lágrimas con este equipo”

El histórico jugador del seleccionado y Peñarol dialogó con 0223 y analizó el rendimiento del equipo en el Preolímpico, y contó cómo vivió en la intimidad el partido decisivo: "cambié de silla y ganamos, je". 

Leonardo Gutiérrez, en la entrada de la sede de Peñarol, ante 0223.

14 de Septiembre de 2015 10:06

Habla con el entusiasmo y la felicidad de un nene. Leonardo Gutiérrez acaba de finalizar la sesión de gimnasio en la sede del Club Atlético Peñarol, y enseguida atiende a 0223 gentilmente para charlar en extenso sobre la magnífica clasificación de la Selección argentina de básquetbol a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la noche anterior, ante el local México. 

Feliz, emocionado, con lágrimas en los ojos. El medallista de oro en Atenas 2004 contó cómo vivió en la intimidad el partido del viernes por la noche: “Fue increíble. Lo viví sufriendo, como todos. Nervioso. Cambié de asiento y ganamos, je, imagínate hasta eso hice. Lo vi en mi casa, solo en el living, como loco malo, gritándole a la tele, y con la familia arriba. Me hicieron emocionar los chicos. Los huevos, la garra que pusieron.  La inteligencia con la que jugaron los últimos minutos. Realmente hicieron un partido extraordinario, con un segundo tiempo maravilloso. A pesar de no haber jugado bien el primer tiempo, siguieron remando y siempre estuvieron ahí. Muy feliz por ellos”, comenzó “Leo”, a quien se lo notaba anchísimo de felicidad, como si hubiera jugado él una de esas tantas finales.

-Fue una nueva gran muestra de carácter. Hubiese sido doloroso perder después del gran torneo que habían hecho…

-Sí, pero yo creo que ellos estaban bien tranquilos sobre lo que tenían que hacer. Fijate que nunca se fueron de libreto, siempre siguieron defendiendo de la misma forma. Pensando y analizando el juego, creo que buscaron llegar a un final cerrado. Lo consiguieron, y la presión la trasladaron hacia el rival. Fueron muy inteligentes a la hora de cerrar. Defendieron muy bien, le dieron los tiros a jugadores que no los querían tomar. Hernández, que había anotado cinco triples no quiso lanzar más. (Paul) Stoll que es un jugador revulsivo no pudo dañar, (Jorge) Gutiérrez que nos estaba haciendo daño, cuando salió lesionado nos dio un envión. Creo que ahí nos dio la tranquiliad para controlar el juego porque Stoll no estaba en la altura y (Gustavo) Ayón estuvo muy bien controlado todo el partido por Gallizzi, Delía, Mainoldi. Se hicieron las cosas al pie de la letra. Llegaron todos juntos al final que querían ellos. Y lo ganaron.

-Esa andanada de triples que comenzó con Selem Safar y siguió Laprovíttola fue el quiebre, ¿no?

-Creo que el triple y falta que le hacen a Selem fue un envión anímico porque nos puso de nuevo en juego. Después Nico (Laprovíttola), que no había hecho un buen juego hasta ese momento, metió dos bombas importantísimas que nos dieron más aire todavía.

-Scola y Nocioni se cargaron el equipo al hombro, pero ellos siempre remarcaron a los chicos. ¿Cómo los viste?

-Los vi muy bien. Luis y "Chapu" fueron los dos pilares. Después lo vi muy bien a Facu, no solo en la semifinal sino en todo el torneo. Creció mucho Laprovíttola, se nota la experiencia que adquirió en Brasil. Selem ni hablar, siempre listo para tomar. El trabajo que hacen los chicos de abajo, que a veces no es tan vistoso, o que es el que más críticas pueden llegar a tener, para mí han hecho un buen torneo.

-¿Te sorprendió el marplatense Patricio Garino?

-Iba a decir eso. Garino nos sorprendió a todos. Fue el defensor del equipo. Defendió a los bases, a los "2", a los "3", cuando quedaron algún miss match se lo bancaba al “4” o al “5”. Tiro de tres puntos a pie firme y espectacular, bandejas, rebotes. Un jugador completo, que realmente nadie lo conocía ni lo tenía en los planes, y nos sorprendió a todos para bien. Creo que han hecho un torneo extraordinario todos. Esperemos que sigan creciendo.

-Es un respaldo anímico y de temple, para muchos de ellos era la primera vez que jugaban con semejante presión deportiva y de contexto, con 20 mil personas…

-Jugaron con una tranquilidad de jugadores de años. Parecía que ya habían jugado con 20 mil personas y en una semifinal así 20 veces. La tranquilidad, la fuerza, lo que hicieron fue extraordinario. A mí me emocionaron. Al terminar el partido, cuando estaba en casa, se me caían las lágrimas. Vos veías que Chapu y Luis estaban muertos. Pero hicieron un torneo fantástico. Iba a ser feo que se quedaran sin ir a Río, porque fueron los mejores del torneo.

-¿Te mantenías en contacto a la distancia con ellos?

-A “Chapu” siempre le mando, antes y después de los partidos (los une una gran amistad). A “Facu” (Campazzo) también. Y anoche le mandé al capitán (Luis Scola), que antes no le había mandado porque se que a él no le gusta. Le mandé un mensaje porque fue emocionante lo que hicieron. Como jugador de básquet, como parte de muchos años de la Selección, me pone orgulloso tener compañeros que dejen el alma por el equipo dentro de la cancha, y que lleguen a los objetivos. Me pone orgulloso ser argentino, haber formado parte de tantas selecciones. Les mandé mensajes de agradecimiento. A todo el ambiente nos pone feliz.