Estela de Carlotto con Callejeros: "Si estos chicos van presos, voy con ellos"
La titular de Abuelas expresó su apoyo a Patricio Fontanet y a los músicos de la banda a poco de conocerse el fallo por Cromañón.
Por Redacción 0223
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La presidente de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, expresó su apoyo incondicional a Patricio Fontanet y a los músicos de la banda Callejeros a pocos días de conocerse el fallo del juicio por los hechos ocurridos en el boliche Cromañón el 30 de diciembre de 2004. La titular, dialogó con el colega Adrián Subelza para Diario Show y destacó: "Si estos chicos van presos, yo voy con ellos".
“Siempre acompañé a los chicos en todo momento. Este encuentro se realizó acá (Casa de las Abuelas) porque estoy más en este lugar que en mi propia casa. Este encuentro fue muy deseado, muy querido y muy lindo. Sobre todo en esta casa, donde se trabaja mucho en los jóvenes y se lucha mucho por la verdad”,contó la abuela y agregó: “si los chicos van presos, yo voy con ellos. Los visité en la cárcel, como lo hice durante toda mi vida con muchos presos. Pero en este caso, siempre tuve muy en claro la gran injusticia que existe, y contra la injusticia hay que arremeter. Uno puede tolerar la incomprensión y las diferencias, pero la injusticia, no”.
“Verlo a él (en referencia a Pato), un chico que es una víctima, a mi me nacía el querer ir a verlo y darle mi palabra si de algo le servía”, agregó. Además Carlotto no tiene dudas en quienes fueron los verdaderos responsables de aquella trágica noche en Cromañón. “Los que tienen que pagar son aquellos que permitieron hacer un acto de esa envergadura en un espacio no apto para tanta gente y además cerrar con candado para que nadie entre sin pagar. Los chicos fueron a tocar y los que fueron a escucharlos, simplemente fueron a disfrutar del show”.
Por su parte, Fontanet contó cómo se siente hoy. “Estoy bien. Sobretodo levantado. Estaba en un momento complicado a nivel personal, más allá de lo judicial. Había que remontar una historia difícil. El año pasado me sacaron la medicación, pero sigo un tratamiento. Me tomo el trabajo de estar bien. Con mi hijo todas las cosas se van nutriendo desde otro lado”, cuenta en referencia a Homero, de 2 años. “Hay una paciencia que no tenía y con él la recuperé. Me renacieron las ganas de tocar, de cantar. Trato de hacer las cosas que me hagan bien, porque sé que él me va a necesitar. Trato de no ser un padre ausente y eso es lo que más me preocupa, porque va de la mano con lo que pase con la causa”.
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