Inundaciones y petróleo explican el declive de la corvina

Factores climáticos en la Provincia de Buenos Aires y la caída del precio del petróleo que afecta a países africanos tienen que ver con la merma de los desembarques del principal recurso del variado costero. Suben las Rayas.

1 de Octubre de 2015 09:24

El mundo es un pañuelo donde todo tiene que ver con todo. O casi. La bendita globalización enhebra al puerto pesquero marplatense con Abuya, la capital de Nigeria. En el medio, la corvina, el principal recurso pesquero dentro de lo que se denomina conjunto íctico Variado Costero, que vincula ambos lados del mundo.

El país africano es el principal comprador de corvina. O era, puesto que la crisis desatada por la baja del precio del petróleo, una de las principales fuentes de divisas en Nigeria, no les permite a los mayoristas lograr autorizaciones para comprar corvina marplatense.

Sin regalías petroleras no hay lugar para la corvina entera, con vísceras y todo, que se clasifica en algunos frigoríficos locales, a pedido de los clientes africanos. En cajas de hasta 300 gramos; entre 300 y medio kilo; entre medio y un kilo. Y las que superan ese peso.

Las restricciones impuestas en tiempos de Guillermo Moreno que se acentuaron en los últimos meses para no licuar las reservas, aplicadas a la africana. No solo Nigeria cumple con este manual; también Camerún y Angola, cada uno con características particulares. ”El pescado ha sido de buen tamaño pero quieren pagar precios irrisorios”, confió un industrial exportador.

El año pasado se exportaron 35 mil toneladas de corvina, que generaron 48 millones de dólares. Además de África, China es otro comprador que está cerca del podio. El panorama de este año, con la zafra ya terminada, marca un notorio descenso y los chinos, que la compran en Mar del Plata ni siquiera pueden colocarla en su país de origen luego de la devaluación del yuan.

Según el Informe de Coyuntura, entre enero y julio se exportaron 11.020 toneladas de corvina por 15,2 millones de dólares. El precio promedio fue 1387 dólares la tonelada. Las cifras representan una caída del 28,4% en volumen, 26,6% en divisas y una suba del 2,6% en precio promedio en relación al mismo período del año pasado. La cifra aumentará cuando se actualicen las ventas de agosto y septiembre, pero quedará lejos de lo hecho el año pasado.

Cuando se advierte una baja en el nivel de exportación esa merma primero queda reflejada en los muelles. La corvina arrastró para abajo a todo el variado costero. Los registros actuales del dicho conjunto íctico muestran un claro descenso respecto de los últimos dos años.

Las 55.873 toneladas desembarcadas en 2015 significan un 12,7% menos que en 2014 y un 25,4% menos que en 2013”, señala el informe elaborado por la Dirección de Gestión de Pesquerías de la Subsecretaría de Pesca de la Nación.

El informe contabiliza los desembarques entre el 1 de enero y el 16 de septiembre pasado. La baja en las descargas de corvina fue “del 38,5% y el 30,9% en comparación con 2013 y 2014 respectivamente”. Este año se llegaron a capturar 20.776 toneladas, cuando para igual período en 2013 se llevaban descargadas 10.000 toneladas más.

En realidad los desembarques de corvina no crecen por múltiples factores. A la poca demanda internacional que incentive su captura se acoplan factores como la apertura tardía (y sustentable) de la zafra en la zona de la Bahía de Samborombon y las limitaciones a la exportación de juveniles que fijaron las autoridades pesqueras el año pasado.

A todas estas causas probables se debe sumar una más: la climática. El invierno lluvioso que tuvo la llanura pampeana, con inundaciones y desbordes en los principales ríos bonaerenses que desembocan en el Río de la Plata influyó para que la corvina se aleje de la costa.

“Los investigadores del Inidep y los propios pescadores coincidimos en que el alto flujo de agua dulce que bajó del continente de la mano de la crecida de los ríos ha corrido el frente de agua dulce hacia la zona exterior de la Bahía y el pescado se ha alejado”, resumió Mariano Retrivi, gerente de la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, la flota que mayor actividad tiene sobre la pesquería.

No hay certezas de esta situación porque el Inidep sigue con la medida de fuerza de los gremios que representan a la tripulación de los buques de investigación. Hace más de un año y medio que no se realiza ninguna campaña a bordo de los barcos del organismo.

“Fue un invierno atípico porque no hizo frio. Y con días templados los peces tampoco se acercan a la costa”, confió un pescador con años sobre la corvina. “Este año no pescamos a la pareja porque implicaba mucho riesgo y consumo de combustible”, confesó.

No solo los barcos costeros se sirven de la corvina. También la pescan los artesanales de rada/ría que operan de puertos fluviales como Lavalle, Berisso y El Salado, y la flota fresquera de altura. La flota costera lejana desembarcó el 68% de las capturas del variado costero, mientras que la flota de rada o ría participó con el 20% y la flota fresquera de altura con el 12%.

En la flota de rada o ría se observan niveles decrecientes de captura más marcados a razón de un 40 y 30% respectivamente, lo que da sustento a la hipótesis del alejamiento del pescado de la costa. La flota menor fue la más castigada por los factores climáticos.

La flota fresquera de altura mostró una disminución del 16% y del 43% al compararla con los últimos dos años, revela el Informe. Como la corvina no resultó un plato atractivo, la flota emigró hacia otros recursos más rentables: magrú, algo de merluza al norte y langostino fueron las opciones elegidas.

El pez palo fue uno de los recursos del variado costero que mostró un claro incremento en los niveles de desembarque. La especie alcanzó 4.327 toneladas en el período analizado, que superan un 29% los desembarques de 2013 y un 27% los de 2014”, indica el informe.

“Es un recurso que antes casi no tenía valor y que este año comenzó a despertar interés a partir de algunos pedidos de filet a clientes de Australia. Pero ya se cortó porque los costos de producción nos sacan de cualquier mercado”, reconoció Retrivi.

Otra especie que registró subas fue el conjunto de Rayas. Se descargaron 5.496 toneladas (4,8% más que en 2013 y 8,6% más que en 2014), aunque la estadística no distingue si son rayas de altura, o costeras. Es que varios buques fresqueros capturaron raya como especie acompañante en la zona de La Barranca, entre 80 y 90 metros de profundidad.

El mercado asiático demanda todo tipo de rayas y acá pescan lo que pueden y más también. Aunque se trate de especies vulnerables a un esfuerzo pesquero sostenido. Hasta julio se exportaron 9116 toneladas. El número representa un 26% en volumen y un 39,3% en generación de divisas en comparación con el año pasado. El precio promedio se ubicó casi en los 2 mil dólares, un 10% por encima del logrado en 2014.

Del 10 al 12 de octubre, en Plaza del Agua, se llevará a cabo la 1º Expo Tiburón, promovida por el Programa de Pesquerías de Condrictios del Inidep para divulgar las acciones que se llevan adelante dentro del Plan de Acción Nacional para la Conservación y Manejo de Peces Cartilaginosos. Las rayas están dentro de este grupo y es una buena excusa para introducirse en su mundo e importancia.