Tedijequeno! presenta "Ya se va el sol" con fusión de sonidos en Casa Rock

La banda marplatense estrena nuevo disco, en una propuesta donde fluctúan entre sí elementos de esencias absolutamente minimalistas.

1 de Octubre de 2016 11:18

Por Redacción 0223

PARA 0223

Tedijequeno!, grupo musical marplatense, invita a toda la comunidad a presenciar el lanzamiento de su nuevo disco titulado "Ya se va el sol" este domingo 2 de octubre desde las 21 en Casa Rock (Córdoba 2580)

La propuesta, originada hace un año, está integrada por Rodrigo Frugoni (voz y piano), Ignacio Julián Gómez (voz y guitarra eléctrica), Belén Benavente (violín), Alequillén Gregorio (voz), Renzo Acacio (guitarra criolla), Nicolás Durán (bajo), Mauricio Arbizu (batería) y Daniel Gastibeltza (saxo).

El estilo de la banda está conformado por una considerable variedad de factores, lo que hace del sonido resultante una suerte de fusión entre varios géneros y estilos, tales como el folclore, ritmos latinos, música clásica, reggae y  rock. Fluctúan entre sí elementos de esencias absolutamente minimalistas, en donde prima la sencillez de una melodía, con la irrupción de ornamentos saturados de complejidad, generando así un discurso entre los subgrupos de la célula musical.

La formación es una usina de estados de ánimo provocados por un particular efectismo donde los protagonistas juegan constantemente a sorprender al espectador, haciendo, al mismo tiempo, una focalización en las lineas melódicas, quienes con su respectiva lírica, llevan la rienda que hilvana toda la conversación instrumental y vocal. Para apoyar este concepto de "ambivalencia estética" es pertinente destacar que "Tedijequeno!" cuenta con una subrayada pluralidad, en lo que a sus integrantes respecta.

Por un lado músicos de conservatorio, algunos especializados en música académica, mientras que otros en música popular. Por otra parte músicos autodidactas y personas formadas en el arte dramático. Todas estas personas se complotan entre sí para expresar, de manera directa, sensaciones y sentimientos, sin priorizar por sobre esto ningún tipo de solemnidad meramente performática. Con una atmósfera de humor, con la que se abordan todos los vaivenes del hecho artístico y con la niñez más ingenua como bandera, jóvenes y adultos pueden pasar un momento de intensidad, alegría y reflexión.

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