Alvarado-Aldosivi, una fiesta en inferiores

Una vez más, los chicos son los que dan el ejemplo y dejaron una gran imagen en la jornada de fútbol infanto-juvenil que se desarrolló en la Villa Deportiva del "Torito" en la ruta 88.

10 de Octubre de 2016 18:58

Por Redacción 0223

PARA 0223

Compañerismo, caballerosidad deportiva, espectáculo, color. Alvarado y Aldosivi le pusieron todo eso a la Villa Deportiva de la ruta 88 y vivieron una gran jornada con la realización de la fecha del Torneo Oficial Infanto--Juvenil de la Liga Marplatense que estaba pendiente. Más allá de los resultados, lo más valioso es el comportamiento dentro y fuera de las canchas, el tercer tiempo que compartieron las predécimas y el saludo al final de cada partido, sin importar el marcador final. 

Desde bien temprano, el predio de la ruta 88 empezó a vestirse con los colores azul y blanco de un lado y verde y amarillo del otro. Todos mezclados, sin ningún tipo de problemas, alentando a los chicos y sabiendo cada padre, de cualquiera de los dos clubes, que no hay fantasmas, que lo único que los diferencia a unos y a otros son las camisetas que usan, que como se dice siempre son rivales deportivos, en el tiempo que dura un partido, pero no son enemigos. Al contrario, chicos de uno y otro que se conocen de la escuela, primos que se enfrentaron, hasta el hijo de Pablo Mirón y el nieto de José Moscuzza, jugaron entre sí en la categoría 2005.

Los dos presidentes fueron los primeros que dieron el ejemplo. Charlaron durante un buen rato en diferentes sectores de la Villa Deportiva. El de Alvarado le mostraba las instalaciones y ambos intercambiaban opiniones de la actualidad del fútbol argentino y sus clubes en particular. Además de elogiar el comportamiento de la gente, disfrutar una hermosa jornada y hasta terminar mirando uno al lado del otro gran parte del encuentro que animaron su hijo y su nietó, respectivamente. 

Uno de los momentos más emotivos, se vivió con las predécimas. Las categorías más chiquitas son lo más sano que tiene el fútbol y es a los que hay que enseñarle más que a ninguno eso de rivales, no enemigos. Y lo entienden mejor que nadie. Foto todos juntos antes de cada partido, saludo una vez finalizado y un tercer tiempo compartido minutos después, con una hamburguesa y gaseosa para todos los chicos, uno al lado del otro. Así como Aldosivi lo hizo cuando Alvarado visitó el predio de Punta Mogotes, esta vez fue el "torito" el que tuvo la reciprocidad y ofreció la comida a los dos equipos.

En lo deportivo, el "Tiburón" mostró una superioridad lógica, sobretodo con sus categorías de AFA, que al ya no estar jugando el certamen nacional disputan el torneo local. Además, Alvarado pagó el desgaste realizado en la jornada del domingo frente a Once Unidos y tener que jugar dos días seguidos con los mismos jugadores. Así y todo, se estuvo a la altura, se dio pelea y se afrontaron con seriedad y entrega hasta el último minuto, sin importar el resultado. En las predécimas, todo fue más equilibrado y hubo dos victorias por lado.

Los chicos enseñan y los grandes tenemos que aprender. La inocencia, las ganas de jugar y divertirse de los niños vuelven a dejar una enseñanza; las ganas de mejorar y de seguir creciendo de los grandes, profesores, dirigentes y padres, nos muestran que nada está perdido y el fútbol se puede vivir como corresponde, con una verdadera fiesta.