Corrupción imprescriptible solo con jueces honestos

Un fallo de la Cámara Federal de La Plata  resolvió que los delitos cometidos contra la administración pública son imprescriptibles. Este fallo dictado en el caso “Miralles” se da en un caso de corrupción de un magistrado,  precisamente el Juez Miralles, quien no fue siquiera citado por el Consejo de la Magistratura, menos aún investigado su comportamiento delictivo.

Que la corrupción de los funcionarios públicos pueda investigarse siempre es, sin lugar a dudas la resolución judicial más trascendente del siglo en nuestro país.Se ha reconocido que robar al Estado está en un mismo nivel de perjuicio social que los delitos de lesa humanidad.

Este fallo se basa en el art. 26 de la Constitución Nacional, es decir que la corrupción es de ahora en más, una traición a la patria. 

No cabe duda que la corrupción es el delito que más consecuencias sociales conlleva, especialmente para los más vulnerables.

El bulo de Puerto Madero, los autos de alta gama, las valijas de dólares escondidos de los funcionarios corruptos, implican que los hospitales estén desabastecidos, las rutas sean caminos de la muerte, que las escuelas se caigan a pedazos, que los ancianos y niños estén virtualmente a su suerte, que no haya ambulancias para la gente, entre otras abandonos flagrantes del Estado.

Este fallo tan trascendente deberá ser acompañado por una investigación enorme sobre la corrupción judicial del mismo caso en que se dictó y en los futuros en los que se deberá juzgar a jueces multimillonarios  que solo han cobrando sueldos, como el  Camarista Eduardo Freiler o el ex Juez  Oyarbide,  explotadores de prostíbulos como Zaffaroni o relacionados con ellos como el Camarista local Ferro.

Son los Magistrados honestos y eficientes los que deberán juzgar a los corruptos, porque todos sabemos que entre bomberos, no se pisan la manguera.