Un modelo exportador que no atrae inversiones

Después de 18 meses de haberse reanudado el servicio de porta contenedores más de la mitad de la producción local y regional sigue sin exportarse por Mar del Plata. Un movimiento que no seduce la llegada de nuevas inversiones.

Una tendencia que se mantiene. Contenedores arriba de camiones, lejos del puerto marplatense.

20 de Octubre de 2016 08:35

“Sacar la cabeza de los problemas locales y centrar la atención en cómo analizan su presente y planifican su futuro los puertos de América latina resulta clave”, dice Oscar Vecslir, en su último artículo publicado en el suplemento Exterior del diario La Nación.

Analista de temas portuarios, el autor traza un balance del Latin América Ports Forum que se realizó en Panamá el mes pasado donde se puso en foco la visión estratégica y las acciones tácticas que impulsan los líderes de la gestión portuaria para aumentar su participación en el mercado de cargas.

En Mar del Plata estamos a años luz de distancia de esos desafíos. Acá pasan cosas que infartarían a cualquier CEO portuario de los que participaron del foro caribeño.

El buque de porta contenedores “Setubal” de la naviera MSC fondeó en rada, frente a la costa marplatense, el lunes después del mediodía pero pensaba ingresar a puerto al cierre de esta columna, 72 horas más tarde, a la espera de incrementar la carga.

En la Terminal de Contenedores Dos (TC2) han reconvertido viejos contenedores refrigerados rotos para utilizarlos en la exportación de carga seca, como la harina de pescado. Todavía esperan que alguien los complete.

Uno de los que más exporta carga seca desde Mar del Plata es la Cooperativa Marplatense de Pesca. Casi en simultáneo con la llegada del “Setubal” a la costa, ese mismo lunes a la tarde, Coomarpes consolidaba varios contenedores de la propia MSC con harina de pescado. Lo hacía en su predio, dentro del espigón 2, para transportarlos 400 kilómetros por camión para exportarlo, con la misma MSC, pero por el puerto de Buenos Aires.

Unos metros más allá, en el scanner que Aduana posee en el acceso a la Terminal 2 y 3, un contenedor terminaba el trámite y también salía rumbo a la Autovía 2. Afuera de la zona primaria aduanera, varios camiones hacían fila para cumplir el control de la carga y calcar el itinerario.

El “Setubal” tiene lugar para enchufar unos 200 contenedores pero la vez que salió con más carga de Mar del Plata, ocupo apenas el 60% de su capacidad. Lo normal es zarpar con menos de la mitad. Les sirve a los exportadores pesqueros pero con este volumen en TC2 ya les avisaron que ajustarán el costo de las tarifas.

De mantenerse este nivel de actividad exportadora por el puerto local en los meses que restan para terminar el año, Mar del Plata habrá removido unos 4 mil contenedores durante este 2016.

La cifra puede generar entusiasmo si pensamos que venimos de un 2014, un 2013, el segundo semestre del 2012 donde la cantidad de contenedores exportados fue igual a 0 debido a la falta de profundidad en los canales de acceso que tacharon a Mar del Plata de la hoja de ruta de las navieras.

Hace casi año y medio que se ha reestablecido el servicio pero sigue siendo mucha más la carga que se va por camión hacia otros puertos que la que sale por Mar del Plata. Lo de Coomarpes es la prueba tangible del sin sentido. Porque consolida su carga a menos de 100 metros del muelle de ultramar donde amarra el buque para exportar. Pero elige hacerlo a 400 km.

Ahora se anunció la licitación para la obra de mantenimiento del dragado. Una intervención necesaria para poder garantizar la continuidad de la operatoria. Pero para dar el salto hacia la generación de puestos de empleo de calidad es necesario que se tomen decisiones políticas para “planificar el futuro”, como señala Vecslic.

Es hora de definir qué rol se le asigna al puerto marplatense. Sigue siendo la salida de carga refrigerada, la frutilla del postre del flete marítimo, o tiene un rol más protagónico y beneficioso para los sectores productivos de la ciudad y la región que originan carga y hasta ahora la sacan por otro lado.

Porque las navieras son una parte del problema pero no la fundamental. Podrían bajar línea a su clientela y priorizar la exportación por Mar del Plata. Pero su negocio tiene mayor rentabilidad transportando la carga hacia sus terminales en Buenos Aires. Los famosos costos adicionales que terminan saliendo muy caros.

Vicente Materia puede dar fe de esto. Fuera del puerto, el empresario es uno de los principales actores locales en el tablero de las exportaciones. El mes pasado debió pagar casi 100 mil pesos por el scanneo de 10 contenedores con oleoquímicos que salieron por la Terminal que Exolgan tiene en Dock Sud. Acá en Mar del Plata le saldría gratis.

Con los vaivenes del puerto en su política de mantener operativas las vías de acceso, Materia invirtió varios millones en un centro de almacenamiento de la carga que produce en Mar del Plata, para exportarla por Dock Sud.

En años de prosperidad como el 2011 y 2012 Materia exportó ácido esteárico, oleico, glicerina, etc, y completó cerca de 4 mil contenedores por año. El atraso cambiario motivó que el año pasado apenas exporte una cuarta parte. Todavía ninguno salió por Mar del Plata.

Debería ser el Estado quien decida cuidar las rutas y sacar los cientos de camiones cargados que viajan hacia otros puertos, teniendo Mar del Plata barcos y lugares disponibles en bodega para exportar. Si no le interesa la seguridad vial ni bajar los costos logísticos de la producción nacional, deberían intervenir por cuestiones medio ambientales y hasta por sentido común. No tiene lógica exportar por un puerto desde donde no se produce.

El debate por ahora no llega a subir las escaleras para colarse en el recinto de sesiones del Honorable Consejo Deliberante. Los ediles radicales están abocados a su interna partidaria de la que, parece, también participan algunos oficialistas. Los del Frente para la Victoria están inmiscuidos en otro tema de sumo interés comunitario: proponen legalizar la venta de cubanitos de dulce de leche en vía pública.

Joaquín de la Torre animó una de las tantas reuniones que en paralelo al Coloquio de IDEA se realizó en el Hotel Uthgra Sasso la semana pasada. Al Ministro de la Producción le pidieron un rol más protagónico del Estado, no solo desde lo discursivo sino en los hechos, para redireccionar la carga.

Es que hasta ahora tanto el Ministro como el subsecretario de Actividades Portuarias, Marcelo Lobbosco, pregonan que Mar del Plata se tiene que convertir en la puerta de salida de la producción local y regional, incluyendo en el hinterland a Balcarce y Tandil.

Pero por lo pronto la multinacional McCain exportó por Mar del Plata media docena de contenedores como prueba piloto. Y sigue con los camiones congestionando y deteriorando rutas.

María Eugenia Vidal también quiere plasmar en inversiones portuarias la preponderancia que Mar del Plata tiene en su agenda política. Ha pedido especialmente a empresas líderes que pongan un pie en el puerto.

Pero son muy escasas las posibilidades de encontrar interesados en generar proyectos de desarrollo en una terminal marítima que apenas mueve 4 mil contenedores al año.