Argentina afronta un partido que puede ser bisagra ante Colombia

En su peor momento de los últimos años, la Selección argentina necesita como el aire un triunfo hoy martes frente a Colombia en San Juan, para revivir en las Eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018 tras el cachetazo del líder Brasil.

El partido se disputará a partir de las 20:30 en un estadio "Bicentenario" de la capital sanjuanina con entradas agotadas, contará con el arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano, asistido en las bandas por Byron Romero y Christian Lescano. La TV Pública y TyC Sports televisarán el duelo.

Argentina está sexta en la tabla de posiciones, con 16 puntos, y viene de caer sin atenuantes frente al puntero Brasil por 3-0 en Belo Horizonte, que profundizó las críticas contra un equipo que no logra cerrar la herida con sus hinchas.

Pero, en todo este contexto caótico, el conjunto de Edgardo Bauza sabe que consiguiendo un triunfo este martes volverá a posición de clasificación, ya que superará a Colombia (18), a la espera de lo que ocurra con Chile y Ecuador (ambos con 17).

El problema es el cómo poder superar a un rival con rodaje, con un trabajo sostenido de la mano del argentino José Pekerman en el banco de suplentes, que viene de igualar sin goles ante los chilenos.

Un triunfo, entonces, sacaría a la Argentina del exilio y le daría oxígeno a Bauza, que desde que asumió a mitad de año ganó sólo uno de los cinco partidos que dirigió, empató dos y perdió otro par.

Con tres cambios.
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Ante la urgencia del momento, Bauza parece dispuesto al bisturí dentro de un equipo que no muestra reacción ante la adversidad.

Así lo demostró en la práctica del domingo donde puso a Lucas Pratto en el ataque, en lugar de un Gonzalo Higuain que parece haber perdido el crédito que tenía, ante las constantes críticas de los hinchas, que no le perdonan las claras opciones erradas en las tres finales que perdió la Argentina.

También probó a Gabriel Mercado por Pablo Zabaleta y a Éver Banega por Enzo Pérez.

Colombia, bajo la dirección del argentino José Pekerman, llega aferrada al tercer lugar que consiguió a duras penas, con más empates que victorias, pero con la holgura de depender de sí misma. Sabe que la bipolar Argentina puede despabilarse en San Juan y jugar con la furia de un león herido de muerte.