Energía, no cambia

Sin dudas el área energética es el sector privilegiado, mientras el gobierno y los grandes operadores económicos aguardan con impaciencia la lluvia de inversiones extranjeras, el sector energético cuenta con esta “panacea” hace ya casi 20 años.

Sí hay un ejemplo más cabal de lo que significa la inversión extranjera, no hace falta más que repasar la historia de la privatización y extranjerización de los recursos energéticos, medios de generación y distribución de la energía.

Desde la entrega del patrimonio público del menemismo, las políticas concretas apuntaron siempre a favor de estas multinacionales, más aún, de tres decretos desregulatorios de Menem que se podían haber derogado con otros tres decretos, en el año 2015 se aprueba la Ley de Hidrocarburos que sirvió para consolidar el despojo de los recursos no renovables con plazos de concesión que le permitirán a las petroleras extranjeras secar nuestros yacimientos, con el único fin de hacer caja.

También en el año 2015 se aprueban en el presupuesto nacional, subsidios en el orden de los $11.000 millones a las petroleras extranjeras, por llevarse nuestro petróleo.

Ahora el macrismo ratificando las políticas de entrega de los gobiernos anteriores y luego de un tremendo tarifazo que no solo comprometió la economía de las familias, además elevó los costos del comercio y las industrias obligando a bajar una inmensa cantidad de persianas, a manera de subsidio en el Proyecto del Presupuesto 2017, que cuenta con media sanción de Diputados, en su artículo 15 especifica que condonará deudas por más de $19 mil millones a las empresas distribuidoras de energía eléctrica con Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico).

Claramente la sumatoria de hechos de esta índole, demuestra sin lugar a dudas el fracaso de las políticas de concesiones por las que se privatizaron y extranjerizaron las empresas públicas y deja más en claro que es imposible ninguna salida, si previamente no son recuperadas y controladas por Sociedades de Estado.