Uno por goleada, otro con lo justo y dos por penales

Salvo por el categórico 5 a 0 de River sobre Norte, en el resto de los cuartos hubo pocas diferencias. Nación golpeó en los momentos justos en un partido que terminó mal. Kimberley y Alvarado, festejaron desde los doce pasos.

19 de Noviembre de 2016 19:28

Por Redacción 0223

PARA 0223

Apasionantes, emotivos. Entre tantas críticas a la Liga Marplatense, el formato de definición es totalmente atractivo. 90 minutos en los que se define el futuro de cada uno de los equipos, le ponen dramatismo a cada encuentro. Y los cuartos de final del Torneo Clausura no fueron la excepción, con dos equipos (Kimberley y Alvarado) que tuvieron que esperar hasta los penales para el desahogo, Nación que sacó de carrera a un candidato como Atlético Mar del Plata que terminó desbordado por un gol convalidado por Rivero y que la pelota no se sabe con claridad si ingresó. El que no hubo dudas que ganó bien fue River, que aplastó con autoridad y un altísimo nivel a Deportivo Norte por 5 a 0 y no quiere quedar afuera de la pelea.

En cancha de San Lorenzo, Kimberley y Urquiza no se pudieron sacar ventaja en los 90'. El equipo de Di Fonso no pudo prevalecer aún con un hombre más durante un largo tiempo por la expulsión en la primera mitad de Galli. Los dos equipos tuvieron situaciones, pero no las concretaron y tuvieron que ir a la definición por penales. Y en algo que en los últimos años ha sido un karma para el "dagón", ya sea en la Liga Marplatense o los torneos federales, sacó el pasaporte a semifinales por 4 a 2, gracias al último penal de Leonel Parra (la picó), y tras el remate que Zapacosta le detuvo a Pirosanto y el que Muñoz tiró por encima del travesaño. Al "tricolor" no le alcanzó con el que Aquindo le atajó a Solaberrieta.

En el segundo turno, se jugó el único duelo en el que no quedaron dudas. River fue una aplanadora, marcó diferencias de entrada y se terminó luciendo, con autoridad, buen nivel y contundencia. Seguramente, el gol de De Martis a los 13' le haya facilitado la tarea a los de Ramajo. Y mucho más cuando Allamanda aprovechó un error de Balabui para sellar el 2 a 0 antes del descanso. Al regreso, Norte intentó resurgir pero no tuvo argumentos y una ráfaga del "tripero" terminó de liquidar la historia. Otra vez Allamanda, Maldonado y Junco le dieron forma a un 5 a 0 que habla por sí solo.
 

Por su parte, en el "José Alberto Valle", dos de los máximos candidatos no se dieron lugar a grandes cosas, se estudiaron demasiado y las situaciones de gol no abundaron. Una clara mano de Álvarez que no sancionó Aquino desató la bronca de Atlético Mar del Plata en la primera mitad, pero todo siguió igual en el complemento. Hasta que el ingresado Braian Ponce hizo una gran jugada con su hermano Franco, tiraron una pared y lo asistió para que "Chicho" defina cruzado y selle el 1 a 0, promediando el complemento. A partir de ahí, Nación se agolpó y buscó salir de contra con la velocidad de Ogas y Medina. El "decano" se nubló y sólo pudo poner una vez a Collantes cara a cara con Vecchiarelli, el exUnión la bajó de manera brillante pero el arquero salió rápido y se quedó con la pelota. A la carga barracas, en los últimos minutos, los defensores del "bicho azul" se cansaron de sacar lo que llegó por arriba. Hasta que en tiempo de descuento, Braian Ponce corrió una pelota larga, casi sobre la línea de fondo se acomodó, no llegaba nadie y probó al arco, la pelota se le escurrió a Acquisto que giró y llegó a agarrarla, pero cuando estaba sacando el línea Ricardo Rivero corría al medio de la cancha marcando el gol. Todos se fueron encima del asistente, jugadores y el entrenador Martín Quintas, eufóricos, pidiendo explicaciones ante una jugada que, según los que estaban más cerca, no entró. La prepotencia con la que se lo llevaron por delante y hasta intentaron agredirlo hizo que Aquino terminara automáticamente el encuentro, al que le quedaba algún minuto de adición y habrá que esperar a la semana para conocer el informe que eleven al Tribunal de Disciplina. 

En el último turno, San Isidro y Alvarado lejos estuvieron de ofrecer lo que se esperaba de ellos. Dos equipos bien parados, con la experiencia del "celeste" y la juventud del "torito", no abundaron las situaciones de gol, tuvieron dos los de Padilla que no supieron aprovechar en el arranque y la más clara de la tarde llegó con un acierto del árbitro Emiliano Cingolani que podía terminar en escándalo. El pelotazo largo de derecha a izquierda encontró a Petti en offside, Rivero levantó la bandera pero apareció de atrás Juan Buenahora llevándose la pelota de cara a Álvarez. Los de Alvarado se quedaron con la mano levantada pidiendo la sanción, el árquero hacía lo propio mientras caminaba para ejecutar el tiro libre y el árbitro le hacía gestos elocuentes al línea para que baje que el que venía de eatrás estaba habilitado. Cuando se dio cuenta, Álvarez se repuso y con la punta del pie alcanzó a tapar el remate del delantero que erró un gol increíble. En el complemento, no pasó mucho más. Entonces, llegaron a los penales y el arranque de la serie fue raro. Cáceres y Benítez la tiraron muy alta; Álvarez y Chiappa se quedaron con los siguientes; Gamarra acertó al travesaño y Nicolás Mollo rompió la sequía para darle la delantera al "torito"; Fittipaldi la enganchó muy abajo y Verón chocó con Chiappa cuando tenía la chance de definir la historia; el propio arquero dejó con chances a su equipo, pero el otro, Hernán Álvarez, héroe de la tarde, marcó el suyo y depositó a Alvarado entre los mejores cuatro.