Sigue el drama de los caballos sueltos en el sur: cuentan de a 20 y llegan a Mario Bravo

En los últimos días, residentes del barrio Santa Celina denunciaron una vez más lo que sufren desde hace varios meses: equinos que se trasladan por la zona en todo momento y que incluso llegan a cruzar la avenida más austral de la ciudad. Peligro con antecedentes.

Cruzando las calles.
Sobre avenida Mario Bravo.
En las puertas de las casas.
Los caballos por las veredas de una avenida muy transitada.
30 de Noviembre de 2016 11:05

Por Redacción 0223

PARA 0223

Diego anda preocupado. Meses después de chocar con un caballo suelto en las calles del barrio Santa Celina, siente que otra vez puede volver a vivir la misma pesadilla. Destrozos para su automóvil y un animal que debió ser sacrificado. Una problemática que lejos de terminar, se incrementó en los últimos tiempos, al punto de que los equinos llegan a cruzar la avenida Mario Bravo, una arteria de tránsito cada vez más utilizada y que en verano suele reunir a miles de vehículos.

En diálogo con 0223, el residente de la zona aseguró que “fueron muchísimas las veces que hemos presentado denuncias en el municipio, de manera reiterada”. “He llegado incluso personalmente hasta la Secretaría Privada del Intendente, donde sólo recibí una contestación de palabra. Hemos hecho reclamos vía la Sociedad de Fomento. Después no tuvimos ninguna respuesta. Lo último a lo que recurrimos es a la Defensoría del Pueblo”, detalló.

Vecinos de la jurisdicción que se extiende desde avenida Mario Bravo y Talcahuano hacia el sur, en continuación por la calle 10 de febrero, le han hecho llegar a este medio varias imágenes de lo sucedido durante el último fin de semana. “Los caballos están sueltos, vemos grupos de 4 o 5 todos los días, hemos llegado a contar 20” se sinceró Diego al respecto.

“Sabemos que acá hay gente que se dedica directamente a la cría de equinos dentro del propio barrio. Y lo que sucede es que no tienen ningún lote para contenerlos. Los atan por los terrenos baldíos o las parcelas que están desocupadas, pero algunos llegan a soltarse”, relató.

La situación se ha reiterado este año en varios barrios del sur marplatense. En julio pasado, otros equinos también debieron ser sacrificados en Acantilados y algunos otros ejemplares aparecieron muertos en el Alfar, donde sus vecinos denunciaron envenenamiento. Los animales, sin un responsable a cargo, no sólo ponen en riesgo la vida de la población, también sin saberlo, su propia existencia.