Las gaviotas cangrejeras en riesgo de conservación

Así lo difunde un informe premiado de un investigador del Conicet que estudió la situación de esa especie de las costas del sur sudamericano. Mientras la población mundial ronda los 15 mil ejemplares, en el distrito se censaron tan sólo 110.

14 de Diciembre de 2016 14:11

Por Redacción 0223

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Germán García, investigador adjunto del Conicet en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras recibió el Premio Estímulo otorgado por el Banco Galicia para financiar su investigación sobre la situación de la gaviota de Olrog en la laguna de Mar Chiquita. Su proyecto, enmarcado en una investigación sobre la percepción social de la comunidad del distrito acerca de esa especie, confirmó su delicada situación.

La gaviota de Olrog o más conocida como Cangrejera (Larus atlanticus), es una especie endémica de la costa atlántica del sur de Sudamérica, actualmente listada como Cercana a la Amenaza, según la Unión International para la Conservación de la Naturaleza (Uicn), debido a su acotada distribución geográfica y el reducido número de individuos reproductores.

A través del Fondo para la Conservación Ambiental (Foca) se otorgó el premio al trabajo de García, titulado “El rol de las comunidades locales en la conservación de especies amenazadas: la gaviota de Olrog como caso de estudio”. Se estima que la población mundial de ese ave ronda entre los 15 mil individuos. En Mar Chiquita, el máximo que se logró censar en 2015 fueron 110 ejemplares.

“Empecé a trabajar con aves desde el 2003 pero comenzamos con esta especie en el 2015. Esta es una de las pocas especies de láridos que tiene problemas de conservación y nuestro objetivo inicial fue estudiar su comportamiento enfocados en su preservación”, contó al respecto el autor del proyecto.

El espacio geográfico de la Reserva Mar Chiquita es uno de los sitios elegidos por esta especie para la realización de su invernada. Actualmente, la interacción que existe entre la especie y las prácticas de los pescadores de la zona ha generado muchas veces la mutilación e incluso la muerte de algunos de los individuos. Esto es causado por los residuos y descartes que los pescadores utilizan frecuentemente y arrojan al medio ambiente, donde las gaviotas van a alimentarse.

“Lo que buscamos es un estudio de percepción social porque queremos ver cómo la comunidad percibe la especie, si la conoce o no, ver cómo es la convivencia. Y el objetivo final es disponer unos colectores de descarte, que serían unos cestos especiales para que los pescadores arrojen ahí sus materiales de descarte. Esto implica un compromiso de toda la comunidad y previamente un trabajo de concientización y sensibilización con murales, folletería y otras acciones interdisciplinarias”, relató García.

“Estamos estudiando cuán flexible es su comportamiento en cuanto a diferentes cuestiones, principalmente respecto a su alimentación. Es una especie que consume básicamente cangrejos, pero en la zona de Mar Chiquita notamos que además consume restos de pescados. Y allí es donde radica el problema en el cual centramos nuestra investigación”, detalló el miembro del Conicet.

Se realizaron capturas de individuos con anillamiento y clasificación por sexo para luego hacer estaciones de cebada donde las aves van a alimentarse y se realizan experimentos para observar su adaptabilidad a diferentes situaciones relacionadas con su alimentación.

“Comenzamos a notar que en la captura de algunos individuos estaban lastimados o tenían restos de líneas de pesca, o tenían patas amputadas. Ese dato no es menor porque el macho no puede “pisar” a la hembra para la reproducción y allí hay una merma en el posible crecimiento y supervivencia de la especie”, describió García.