Cambiemos: celos, internas y peleas, en un armado cada vez más fragmentado

28 de Diciembre de 2016 20:35

Mauricio Macri es el presidente de la Nación y María Eugenia Vidal, la dirigente con mejor imagen de la Argentina. De ahí para abajo, en el mundo Cambiemos, todo está en discusión. Y mientras más se baja, más se discute, por eso no sorprende que en Mar del Plata el clima de la alianza que gobierna la ciudad sea intenso.

Carlos Arroyo es el intendente oficialista con más problemas en toda la provincia de Buenos Aires, reconocido por la propia Vidal. Y es uno de los tres con peor imagen en el territorio bonaerense. Dicho esto, desde hace algunas semanas, el jefe comunal muestra una actitud un tanto más relajada y se lo ve menos a la defensiva. Tanto la gobernadora como el presidente le ratificaron su apoyo para sostener la gestión, en el momento en que muchos especulaban con un fin de ciclo anticipado.

En medio de ese clima de –aparente- calma política, distintas facciones de Cambiemos en General Pueyrredon comenzaron a hacer sus jugadas. Este miércoles, por caso, el concejal Juan Aicega, uno de los referentes del Pro en Mar del Plata, decidió presentar en sociedad su agrupación Gestión 2020.

El único concejal puro del Pro en la ciudad encabeza este grupo en el cual hay varios integrantes del Gabinete de Arroyo: Silvana Rojas (Cultura), Gustavo Blanco (Salud), Ricardo De Rosa (Producción) y Guillermo Volponi (Emder). Además, hay otros dirigentes como el subsecretario de Actividades Portuarias de la Provincia, Marcelo Lobbosco; el presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, Martín Merlini; el titular del Parque Industrial Savio, Ignacio Mesa.

La jugada hace pública la distancia entre este sector del Pro y la gestión del intendente Arroyo. Sin embargo, esa distancia es recíproca: ninguno de estos funcionarios goza de la confianza del intendente, por el contrario cada vez que puede les marca la cancha. Eso hizo este miércoles con Rojas, de floja gestión en Cultura. A través de un comunicado oficial, el municipio difundió el acuerdo con los propietarios del Teatro Colón para que siga bajo la órbita comunal. La gacetilla mencionó la presencia de Gustavo Gil de Muro (Legal y Técnica), Guillermo de Paz (Planeamiento) y Gustavo Schroeder (Hacienda). Llamativamente no apareció nombrada Rojas, que sí apareció en la foto que acompañó el texto.

Se habrán olvidado…”, dijo con ironía un hombre del Pro en la ciudad. La omisión sirvió, además, para incrementar los rumores de salida de Rojas que corrieron este miércoles por la mañana. La versión fue desmentida por la propia secretaria, aunque prefirió no referirse al “ninguneo”.

Este lanzamiento también parece no solo estar dirigido a dirigentes de Cambiemos que no son del Pro. También a dirigentes de Cambiemos que son del Pro. A un dirigente, puntualmente: Emiliano Giri. Desde que fue sobreseído por la justicia en la causa que investigaba presuntos hechos de corrupción en el manejo de contratos del Astillero Río Santiago, el expresidente del Emtur comenzó dar algunos pasos para enarbolar su retorno a la política, siempre con un caballito de batalla: “No pienso en cargos”.

Giri salió abruptamente de la vida pública. Y ahora, aunque no lo diga abiertamente, quiere volver. Parece difícil que un político, cuya foto esposado recorrió los medios de todo el país, logre recomponerse, más allá del fallo judicial que lo dejó libre de culpa y cargo. “Es muy difícil que pueda volver, porque además no tiene el apoyo de arriba”, confió una fuente provincial hace algunas semanas.

Más allá de esa apreciación, no confirmada, Giri comenzó a intensificar su agenda política, con recorridas por los barrios, actos y en las últimas horas una campaña viral denominada “Amo MDP”, en medio de la polémica desatada por la campaña “anti Mar del Plata”, que denuncian desde distintos sectores.

Es cierto que Giri siempre fue resistido por algunos sectores del Pro, especialmente el encabezado por Emilio Monzó. Sin embargo, el hombre que fuera jefe de campaña de Arroyo podría tener un guiño del destino. A algunos hombres de confianza de Vidal no les habría caído bien la jugada del diputado Maximiliano Abad respecto a la denuncia contra la Aduana de Mar del Plata. Sumó más rechazos de los esperados y tensó su relación con la gobernadora.

Arroyo, mientras tanto, se sigue apoyando en el sector radical que le es más fiel, encabezados por Alejandro Vicente y Vilma Baragiola. También ganaron mucho peso Schroeder y De Paz, pero en este caso, más que confianza, es necesidad: se trata de dos figuras clave para su gestión.

Mientras más se acerca a este sector, más se aleja de la nueva conducción de la Unión Cívica Radical, encabezada por el concejal Mario Rodríguez y con Abad como principal figura sin cargo en lo local. Y con ese escenario y sin hombres fuertes dentro de Agrupación Atlántica, Baragiola gana terreno. Desde hace tiempo se habla de su vuelta al Concejo Deliberante (pidió licencia de su banca para asumir en Desarrollo Social) y el año próximo podría convertirse en candidata si las cosas siguen así.

De todos modos, Arroyo no quiere –ni puede- imponer demasiadas condiciones. Días atrás, cuando se juntó la mesa de Cambiemos sin la participación de ninguno de los radicales que le son afines tuvieron que advertirle que si no se revertía esa situación, le retirarían el apoyo a proyectos clave en el Concejo Deliberante. “Al final, se encaminó todo”, contaron fuentes radicales a este medio.

El intendente, días atrás, se definió como un “soldado de Vidal” y dijo que aceptará las indicaciones de la gobernadora el año entrante. Si llevar determinado candidato le puede traer problemas con la Gobernación, Baragiola deberá olvidarse de contar con el apoyo del jefe comunal, que no tiene previsto ejercer una resistencia furiosa a sus planes.

Por si faltaba algún condimento, el hombre de confianza de Elisa Carrió en Mar del Plata, Guillermo Castello, hizo saber que la Coalición Cívica quiere presentar candidatos propios el año próximo. De todos modos, es el menor de los problemas para el jefe comunal. Más allá de que Carrió individualmente es una figura de peso, la Coalición Cívica no tiene un armado fuerte en Mar del Plata como para presionar por lugares propios. 

El futuro de Cambiemos en Mar del Plata es una incógnita. Salvo una orden muy fuerte de lo más alto del poder parece imposible imaginar que el año que viene se arme una lista de unidad. En sí, dirimir quién será el candidato en una Paso no es grave, pero el camino hasta llegar al día de la elección suele dejar heridas importantes. Y en un gobierno que no tiene las defensas altas, una herida importante puede ser mortal.