Kimberley sufrió, gozó y festejó

En un final para el infarto, el "dragón" se impuso 7 a 6 a River en la definición por penales y se quedó con el Torneo Clausura. En los 90' pasó de todo y terminaron igualando 1 a 1.

La fiesta albiverde en el "Juan Montoya". Kimberley llegó como candidato, le costó, pero terminó festejando. (Fotos: Diego Berrutti)

4 de Diciembre de 2016 19:18

Por Redacción 0223

PARA 0223

Dicen que las finales no se juegan, se ganan. Y Kimberley va a poder decir que la ganó, aún con dos hombres menos un largo rato del partido, sin brillar como se sabe que puede y como se esperaba en la previa. Y River otra vez se anotó una derrota en una definición, quizá sin merecerlo, con muchas cosas a favor en una tarde que se le presentó favorable y en la que hizo méritos para algo más. Pero no lo pudo ganar en los 90' (fue 1 a 1) y en la definición por penales, el dramatismo se hizo aún mayor, hasta que Goiburu marcó el último que desató la fiesta albiverde por 7-6 desde los doce pasos.  Ahora, el "dragón" se medirá con Banfield para conocer al campeonísimo de la temporada.

A un ritmo infernal se jugó la final del Torneo Clausura de la Liga Marplatense de Fútbol. Como era de esperar, Kimberley y River le aportaron dinámica, mucho ida y vuelta y la pelota, casi siempre, al ras del piso. Pero en el deporte menos lógico de todos, hay situaciones que cambian la historia por completo. Y el "dragón" sufrió una expulsión demasiado rápido, así y todo abrió la cuenta con Rondanina de penal y golpeó duro antes de irse al descanso. A la vuelta, lo pudo empatar el "tripero" pero Zapacosta le contuvo un penal a Castagnino. Enseguida, Barreiro se fue a las duchas antes de tiempo y, con dos hombres más, los de Ramajo tuvieron otra chance desde los once metros y Facundo De Martis no falló para sellar el 1 a 1. En el final, los dos se mostraron atados, con más miedo a perderlo que ganas de ganarlo y la definición se estiró a los penales.

Los 90 minutos fueron raros. Kimberley se adueñó del partido en el arranque, pero encontró un River bien parado al que le costó generarle ocasiones de gol. Dentro de un trámite equilibrado, la expulsión de Juan Cebada a la media hora, le dio aire a River que se animó un poco más, se adelantó en el terreno y trató de inquietar sobre todo por esa banda izquierda de la defensa a la que le faltaba un jugador. Pero cuando pasaba poco, a los 44', un centro de Barreiro dio en el brazo de Paraschuk, Pampín no dudó para sancionar el penal y Rondanina no dudó para ejecutarlo y llevar a su equipo 1 a 0 al vestuario.

En el complemento, no mostraba mucho River para poder llegar al empate, pero en una jugada aislada, De Martis recibió una infracción dentro del área y Castagnino tenía la gran chance de igualar. Pero Marcos Zapacosta empezó a agigantar su figura, adivinó la intención y mantuvo arriba a su equipo. Pero nada era fácil para el "dragón", que a los 24' se quedó con 9 por la expulsión de Barreiro y todo se hizo más cuesta arriba. Mucho más cuando Coppens falló en la salida, De Martis se la robó y Fares lo derribó para que Pampín vuelva a señalar con autoridad el punto penal. Esta vez el goleador se hizo cargo, superó la estirada del "uno" y marcó el 1 a 1, con 15' por jugar y el envión de los de Ramajo. Sin embargo, su rendimiento físico le permitió a Kimberley mantenerse en pie, que se note lo menos posible la desventaja numérica, atacó poco pero no le dio lugar al "tripero" de que lo lastime y el sueño de los dos se fue a los penales.

Para no ser menos que en el tiempo regular, ahí también pasó de todo. Maldonado y Fares arrancaron bien la primera serie. Zapacosta se vengó de De Martis y Cartalá adelantó al "dragón". Alves igualó provisoriamente para River y Budroni contuvo el de Lucero para dejar todo como al principio con tres remates por lado. Paraschuk, Solaberrieta, Castagnino y Baigorria cerraron la serie de cinco y fueron al uno por lado. Luna y García estiraron la definición. Budroni reventó al travesaño pero se redimió y ahogó el de Coppens que podía ser el de la consagración. Vijarra adelantó a River y en el otro duelo de arqueros, Zapacosta convirtió por debajo del cuerpo de su colega. bcon un remate cruzado, a la izquierda de Budroni que eligió el otro lado.

La alegría de Kimberley contrastaba con el desconsuelo de los chicos de River, que con el correr de los días le darán mucho más valor a lo conseguido que en este momento, cuando los aborda el dolor. Han hecho historia en el fútbol local, con mayoría de juveniles y tres o cuatro grandes que marcan el camino, llegando a la definición y poniendo contra las cuerdas al campeón. Del "dragón" no hay mucho para decir. Es siempre candidato, sus "pibes" ya no lo son tantos, son jugadores hechos, formados, con otra categoría encima y con el hambre para reponerse a una dura eliminación en el Federal B y venir varios de ellos a sumar en la Primera Local, para darle un salto de calidad al conjunto de Mariano Mignini y levantar una nueva copa para las vitrinas de Independencia 3030. Ahora, no se conforman, y el próximo sábado buscarán adueñarse de la temporada ante Banfield.