Tocan a uno, tocan a todos

Por Carolina Selicki Acevedo desde Ciudad de Buenos Aires, especial para 0223 

Parque Centenario, dentro de los parques públicos de la ciudad de Buenos Aires, se caracteriza por un público heterogéneo, familiar y donde el arte o el reclamo social siempre tienen lugar. Un refugio a cielo abierto en medio de tanto cemento y smog.  No parece casual su elección. 20.000 personas entre las 14 y las 22 se acercaron a apoyar a los trabajadores de prensa de la ciudad y el interior del país de medios pertenecientes al Grupo 23, de  los empresarios Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Darío Richarte. 

Artistas como Liliana Herrero, el “Chango” Spasiuk, Las manos de Filippi - celebrada por sus letras de denuncia- y la Bersuit, que realizó el cierre al ritmo de “Se viene el estallido…”, entre otros músicos, acompañaron con sus canciones y palabras de aliento  el reclamo a cambio de un alimento no perecedero para donar a los trabajadores despedidos o con sueldos adeudados y futuro incierto. También lo hizo el periodista Víctor Hugo Morales quien destacó que lo convocaba no sólo el justo reclamo sino también “el orgullo de ser parte de Tiempo Argentino”. También se leyeron las circulares de apoyo de delegados de medios como La Nación, Clarín, TN o Telefe como así también de medios alternativos. Entre artista y artista se escucharon mensajes de apoyo de actores, periodistas, músicos y referentes sociales. Más atrás un bufet atendido por los mismos trabajadores de prensa invitaba a colaborar con la compra de una hamburguesa o un choripán o una bebida. Y durante toda la jornada se pudo ver a colegas con pecheras de Sipreba, el único sindicato que se puso codo a codo en esta lucha, con cajas con la leyenda “Fondo de lucha”, destinado a aquellos compañeros con familias o futuras madres, factor que es además monitoreado por la comisión de género, velando por sus derechos. 

El Grupo 23 anunció la semana pasada la venta de Tiempo Argentino y radio América AM 1190 a otro empresario, el correntino Mariano Martínez Rojas. Al día de la fecha no ha pagado los salarios adeudados por los anteriores propietarios, compromiso que había asumido al momento de concretar la operación.

“Hemos puesto en el centro de la agenda pública el conflicto de prensa –la TV Pública transmitió en directo algunas partes del festival también- originado por el vaciamiento de un grupo de medios que demuestra la debilidad de ser sostenidos  solamente en el flujo de la pauta oficial. Los trabajadores no somos responsables del modo en que operan los medios en Argentina que a su vez están dejando a un montón de compañeros en la calle –cinco en Radio Continental, 10 en Infojus, decenas en DeporTV, por mencionar algunos- que están luchando por cobrar su salario y por sus puestos”, aclara Mariano Suárez, delegado gremial de la agencia Télam, y agrega: “Por esa razón es que varios diarios no están saliendo a la calle –el sábado Tiempo Argentino  hizo paro frente a la falta de pagos desde hace dos meses-  y hay otros que están en proceso de venta pero no hay ninguna claridad sobre el futuro de esos compañeros”. 

Frente al cambio de autoridades nacionales y las del mismo medio se le consultó al delegado por la posible presión en la línea editorial, a lo que él afirmó: “Por el momento no tenemos presiones. Hoy estamos cubriendo este reclamo, hecho que un mes atrás hubiese sido imposible. Velamos por transmitir la información más allá de las autoridades de turno. Este perído de bastante libertad es inusual y no sabemos cuánto durará. Télam tuvo dos momentos históricos de apertura: uno fue con la Alianza y otro con el primer gobierno de Néstor Kirchner”. 

Por su parte, Jimena Fuentes, de Tiempo Argentino y prensa de Sipreba, afirmó: “Si bien estamos todavía en el medio del río este apoyo es impresionante y un puntapié para la prensa argentina. Y no lo digo sólo por el Festival y el reclamo de pago de sueldos a los trabajadores del grupo 23 sino por la lucha para que continúen medios como Tiempo Argentino o Página/12, que también ha tenido que vender parte de sus acciones para mantenerse, entre otros, que abren a otra mirada en el mercado editorial, no sólo la hegemónica. Desde hace meses que venimos alertando a colegas a cuidar sus puestos de trabajo pero defendiendo la libertad de expresión”.

Por una mirada popular e inclusiva en los zonales

Apenas pasaron unas horas del masivo Festival en solidaridad con los trabajadores de prensa en lucha y Lorena Tapia sigue colmada de emoción y orgullo. “Subir al escenario y ver a tanta gente que conoce nuestro trabajo fue una gran alegría. En mi caso, trabajo en la edición de zona norte de El Argentino donde desde diciembre no se imprime ni nos han pagado los sueldos y aguinaldos a siete trabajadores. La semana pasada logramos una reunión con Szpolski quien nos dio un panorama negro en cuanto a posibilidades de pago pero no bajamos los brazos  y estamos en permanente contacto con funcionarios de la zona y organizaciones sociales que nos valoran porque por primera vez  se les dio lugar en los medios donde sólo reinaba una voz. Logramos una agenda propia, que incluía a los barrios más humildes y repercusión en los medios nacionales y eso no lo queremos abandonar. Como  también lo hacen nuestros compañeros de zona sur. Hemos unificado los zonales en la web y es nuestro modo de sostener la visibilidad y el medio más allá de no estar saliendo en papel”, cuenta. 

Pero los colegas no se olvidan de sus compañeros del interior (Córdoba, Rosario y Mar del Plata) que no cobran desde noviembre ni sueldos ni aguinaldos y peligran las redacciones: “A los dos primeros les ofrecieron seis sueldos a cambio de su renuncia”, comenta indignada Tapia, y aclara: “En Mar del Plata no se ha acercado ninguna autoridad. En esta situación también se encuentran los colegas de la revista 7 Días y Cielos argentinos”. Al multimedio también pertenecen la FM Rock & Pop 95.9, Splendid AM 990, Infonews, con sueldos pagados fuera de término, El Gráfico y CN23. 

De no intervenir en lo inmediato el Ministerio de Trabajo se instará a una marcha masiva ante sus puertas. Para otros sectores tal vez éste sea un reclamo más, pero los que pertenecemos a la prensa argentina bien sabemos de las precaridades desde los inicios de una pasantía, o lo difícil que es ingresar a un medio de comunicación sin contactos y mantenerse sin tirar la toalla. Este reclamo esconde aún uno más profundo, el de darle fin a la precarización, que incluye la efectivización  de los mal denominados colaboradores, que siendo más de la mitad del porcentaje de trabajadores en varios medios nacionales no cuentan con ningún respaldo más que cobrar por su nota como monotributistas. Es apenas el comienzo.