La vuelta del Capanga

Casi como un giño perverso de la Historia, durante los corsos de carnaval, el “Momo” ríe con ganas.

Y es que este personaje tan deleznable, Gerónimo Venegas,  se hizo con el Renatea (gracias a Lorenzetti y Macri) para desarticularlo y volver a ocuparse sólo del seguro de desempleo.

El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) llevó durante años la tarea del control y fiscalización en el territorio, la registración, y las denuncias por casos de trata y explotación laboral.

Según detalla el diario Página/12 “Entre 2013 y 2015, el Renatea realizó denuncias penales que involucraron a más de 1000 víctimas de casos de trata laboral. También registraron como peones rurales a más de 120.000 trabajadores e inscribieron a 9500 nuevos empleadores. El dato más impactante que da cuenta de lo que hizo el Renatea y no hacía Venegas es que del total de peones que figuraban en el Renatre hacia fines de 2011, sólo el 42 por ciento tenía aportes registrados por la Afip. Actualmente, la ecuación es del 84 por ciento.”

Otro dato terrible es que además, dejarán de prestar colaboración con el Ministerio Público Fiscal en las denuncias por casos de trabajo infantil.

El Cambio en esta materia es retroceder siglos. Dejar de lado enormes avances en la dignificación en materia laboral y el rescate de familias enteras explotadas, en muchos casos, emulando la esclavitud de antaño.

Sí, la esclavitud en nuestro país continúa y con esta decisión de la Corte Suprema (a instancias del nuevo gobierno) se perpetuará. La intención del Secretario General de la UATRE y amigo/cómplice de las patronales campestres, es desarticular el Renatea y volver al viejo Renatre, manejado por la patronal estanciera. Esto es, poner al lobo al cuidado de los polluelos.

Bajo el latigillo de  "gran cantidad de ñoquis” el Momo se propone cerrar áreas sensibles que cada tanto nos daban cuenta de casos de explotación laboral en Misiones, Chaco, Entre Ríos, por mencionar sólo algunos casos. También en nuestro General Pueyrredon se encontraron casos de personas que “no cobraban, no tenían ropa adecuada de trabajo, no podían comunicarse con su empleador, no tenían médico y tampoco dinero para trasladarse a otro lugar, quedando condicionados al espacio físico sin poder moverse, según detalló la titular del Renatea local.

Es necesario ser lo más claro posible en esta cuestión: si quienes nos sensibilizamos con la vulneración de derechos, si quienes nos sentimos comprometidos con la niñez y la adolescencia, si los representantes de los trabajadores no levantamos nuestras voces, el desmantelamiento de todo lo alcanzado es un hecho.

No era lo óptimo. Con sus errores, con sus limitaciones, era un piso desde donde podíamos seguir construyendo. Hoy, si nos quedamos callados, el piso se transformará en un pozo.