"No podemos tolerar que Mar del Plata se pierda cuatro años"

Gustavo "Tato" Serebrinsky, aliado de Arroyo en la campaña electoral, lanza críticas por la falta de gestión del intendente. Dice que las prioridades de los vecinos no son las mismas que las del Gobierno. 

"Tato" Serebrinsky lanzó duras críticas contra Arroyo. Foto: 0223. 

12 de Abril de 2016 18:11

Por Redacción 0223

PARA 0223

El radical Gustavo “Tato” Serebrinsky se sumó a la campaña de Carlos Fernando Arroyo antes de que venciera a la representante de su partido Vilma Baragiola en la Primaria. Desde allí, hasta octubre estuvo junto a él y hasta el 10 de diciembre sonó siempre como número puesto dentro del gobierno de Cambiemos. Sin embargo, quedó afuera. Hoy, a poco más de 4 meses de gestión, analiza el gobierno de Arroyo y afirma que hay muchos “objetivos no alcanzados”.

En diálogo con 0223, el exdiputado nacional asegura que Mar del Plata “no se puede retardar en su desarrollo y crecimiento cuatro años” y señaló que si Arroyo no empieza a gestionar eso puede ocurrir. Criticó la decisión del jefe comunal de asumir el rol de secretario de Seguridad pero fundamentalmente por mantener “el modelo de gestión” que había impulsado Gustavo Pulti.

-¿Cómo está viviendo los primeros cuatro meses de gestión?

-Los vivo como la mayoría de los ciudadanos: con mucha expectativa por el cambio, pero también veo objetivos no alcanzados. La gente votó un cambio, pero más allá de los nombres votó un cambio de modelo de gestión, votó un cambio de eficacia, en favor del orden. Hoy no se visualiza claramente esta situación.

-Arroyo se defendió mucho hablando la herencia recibida. ¿Cree que influye?

-Es cierto que se recibió un gobierno muy comprometido, de un intendente que hizo muchas cosas buenas y muchas cosas malas. Pero si uno tiene que resumir esencialmente fue un sordo: no escuchó los mensajes de la sociedad marplatense. Nos implantó un Código de Publicidad, pese a que todo el mundo decía que no estaba de acuerdo; nos implantó una Policía Municipal pese a que mayoritariamente la ciudadanía no estaba de acuerdo. Lo que uno espera de la gestión actual es que desande ese camino y lo mejore.

-¿Y ve eso?

-Yo critiqué durante dos años a la Policía Local y esperaba que pudiéramos hacer cosas diferentes con la asunción del nuevo intendente. La seguridad hoy sigue figurando como uno de los temas prioritarios.

-¿Le hace ruido que haya quedado el mismo jefe de la Policía Local que eligió Pulti?

-No es solo que eligió el mismo jefe, sino que dejó el mismo modelo de gestión. Tenemos 800 cámaras que están en piloto automático, no sabemos quién las mira, cómo se vigilan. Hubo un alto grado de irresponsabilidad cuando se armó esta policía, se mandó gente que no estaba capacitada. Tengo amigos profesores y me cuentan que algunos dispararon una sola vez un arma y los largaron a la calle. Eso sigue. Yo lo critiqué antes, no lo puedo dejar de criticar ahora.

-¿Qué opiná de la decisión de Arroyo de no nombrar secretario de Seguridad y asumir él esa responsabilidad?

-Es cargarse sobre los hombros cuestiones operativas. La función de un intendente de una ciudad como Mar del Plata, que es una provincia, es visualizar lo estratégico, los objetivos y hacer funcionar el sistema. Necesitamos un gran administrador, un gran gerenciador, un político en definitiva. Veo que no se anticipa a la complejidad social que va a vivir Mar del Plata y a mí me preocupa mucho. ¿Cómo ponemos una Mar del Plata todo el año? ¿Cómo resolvemos el tema de la pesca? Casualmente he pedido una reunión con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, porque he hablado con algunos gremios y empresarios y vamos a tener un problema social muy grave en los próximos meses. Turismo, pesca, comercio, la industria local, el valor agregado, el cordón frutihortícola...

Encima, uno ve una proyección económica de los números municipales que no se condicen con lo que va a pasar. Se sacó un presupuesto municipal de acuerdo a una recaudación que era difícil de alcanzar. Y si ahora visualizo que subieron las tarifas de luz y gas como subieron la gente primero se caliente, se alimenta, se ilumina y, si le sobra, va a pagar la tasa o rentas. Eso es sentido común, es la tarea del intendente, no hacer un control de alcoholemia.

"Ni en la dictadura he visto tanta policía en el despacho, en la Privada, en el hall".

-Arroyo es sinónimo de seguridad para muchos marplatenses.

-A mí no me gusta vivir en un Estado policial, con el municipio repleto de policías en los despachos, la puerta. Yo no lo vi nunca eso en Mar del Plata y no me gusta. Creo que ni en la dictadura he visto tanta policía en el despacho, en la Privada, en el hall.

Tampoco creo en la saturación policial en las esquinas. El que es chorro es chorro y no va a dejar de delinquir porque le pongas dos vigilantes en la esquina. Hay que ir a buscarlo, sabemos dónde se generan las cosas. En ese sentido, la gobernadora ha sido mucho más práctica: empieza a limpiar la Bonaerense y ataca sobre ejes puntuales donde se genera el delito y el crimen organizado.

-¿Qué panorama se puede esperar?

-Es complejo. Venimos perdiendo tiempo desde noviembre, porque ya se sabía quién iba a ser el intendente de Mar del Plata. Se podían haber armado equipos, planificar, ver qué se podía hacer. Para muchas cosas no se necesita dinero, y eso es más grave. Gobernar significa establecer prioridades y hoy las prioridades de los vecinos están siendo diferentes a las prioridades de la política que conduce Mar del Plata.

-¿La salida de tantos funcionarios en poco tiempo ratifica lo que se decía en campaña, que no tenía equipo?

-Él dijo una cosa que yo acompañé y le creí. Le quiero seguir creyendo, pero me lo tiene que demostrar. Él dijo "No voy a hacer cuestiones partidarias, voy a buscar a los mejores, los que mejor capacidad tengan". Evidentemente se equivocó, a los resultados me remito. El fracaso de cada uno de sus funcionarios aporta a su fracaso y eso no le conviene a nadie. Es un gobierno muy nuevo y ha tenido un desgaste político muy importante. Hay que empezar a gestionar, a anticiparse, a impulsar cuestiones que se hacen sin dinero, empezar a articular y llamar a los mejores. En una ciudad que tiene cinco universidades no puedo creer que tengan que venir de afuera a decirnos cómo se administra una gestión.

-Arroyo anunció el desembarco de este coordinador de Gabinete como un articulador con Provincia y Nación. Para la oposición se parece a una intervención. ¿Cómo lo analiza?

-No lo veo así, conozco a Horacio (Rodríguez Larreta) y a María Eugenia (Vidal). Creo que le han llegado las quejas de gente importante de Mar del Plata y ellos se preocupan. No es una ciudad menor, es estratégica en el crecimiento y desarrollo de la Provincia y la Argentina. Es una ciudad con herramientas únicas, totalmente desaprovechadas. Y lo quieren ayudar. La forma de hacerlo es ponerle cuadros técnicos a acompañar esto. Los cuadros técnicos dan una orientación, pero si después no conocen dónde queda Juan B. Justo e Independencia... Ya lo vivimos con el exsecretario de la Producción (Héctor “Toty” Flores). Es muy difícil que alguien desde afuera te diga qué tenés que hacer en tu ciudad, te pueden dar herramientas, experiencias, pero no creo que haya soluciones mágicas.

"Mi relación quedó como Arroyo quiso que quede: durante la campaña nos veíamos de forma cotidiana y el día que ganó se empezó a distanciar".

-¿Cómo quedó su relación con Arroyo?

-Mi relación quedó como Arroyo quiso que quede: durante la campaña nos veíamos de forma cotidiana, hasta que ganó, el día que ganó se empezó a distanciar. No hablamos por mucho tiempo y volvimos a hablar hace poco, con la sinceridad que me caracteriza. Lo peor que le puede pasar a Arroyo es rodearse de alcahuetes. Esos no contribuyen y son los primeros que abandonan el barco cuando hay problemas.

-¿Se sumaría al gabinete si lo convoca?

-Tendrían que reunirse un montón de condiciones. Hablaría con mis referentes políticos nacionales, de la Unión Cívica Radical, no tomaría una decisión individual. De todos modos, yo puedo aportar igual, así se lo aclaré a Fernando, porque quiero que le vaya bien y termine su gestión. En todo caso podré evaluar que esta es una gestión de transición, pero no podemos tolerar que Mar del Plata se pierda cuatro años, hay límites. No se puede retardar en su desarrollo y crecimiento cuatro años.

-¿Y ve que pasa eso?

-Sí, porque no veo iniciativa, no veo creatividad, imaginación, anticipación a los problemas. Uno habla con referentes gremiales, políticos, y empresarios y hay una preocupación, que también se advierte en los vecinos. Se ve un desorden. Arroyo es una buena persona, pero me parece que le están haciendo el diario de Yrigoyen.